Artistas contra la guerra salvaje
Caixanova presenta en Vigo una gran retrospectiva del grupo CoBrA
Como expresi¨®n m¨¢xima del horror y de la brutalidad de la que somos capaces los seres humanos, las guerras extraen lo peor y lo mejor del interior de las personas. Tras la Segunda Guerra Mundial, un grupo de artistas del norte de Europa volvi¨® la mirada hacia otras formas de expresi¨®n mediante las que pretend¨ªan recuperar el placer de crear, el juego de los sentidos, la energ¨ªa de la imaginaci¨®n. Asqueados de las miserias morales del mundo occidental, buscaban las corrientes vitales que fluyen por los dibujos infantiles, los trazos de los enfermos mentales y las culturas primitivas. Compusieron el nombre del grupo con las iniciales de las ciudades representativas de las nacionalidades de sus miembros, Copenhague, Bruselas y ?msterdam. De ah¨ª la denominaci¨®n CoBrA y una coincidencia con trascendencia simb¨®lica, puesto que en alguna ocasi¨®n emplearon la serpiente como logotipo.
La muestra, con 80 obras, supone el estreno en Espa?a de este grupo art¨ªstico
"A pesar de su uni¨®n ef¨ªmera crearon una nueva modalidad del arte"
Par¨ªs, 1948. La capital francesa volv¨ªa a ser un destino atractivo para las mentes inquietas. Con la memoria de la ocupaci¨®n nazi grabada a sangre y fuego, los holandeses Karen Appel y Constant Nieuwenhuys, los belgas Pierre Alechinsky y Corneille (Cornelis van Beverloo) y el dan¨¦s Asier Jorn se re¨²nen bajo una ¨²nica regla: olvidarlas todas para resucitar los ingenios moribundos que hab¨ªan sobrevivido a la barbarie. Como denominador com¨²n, la diversidad de sus producciones erige la libertad del inconsciente en gu¨ªa de una fuga alocada de las prisiones que encadenan la inteligencia. Fuera servilismos, fuera normas. Jorn titula uno de sus ¨®leos con un verso del poeta Christian Dotremont, otro miembro fundamental del colectivo, que deriva en una declaraci¨®n de intenciones: Hay m¨¢s cosas en la tierra de una pintura que en el cielo de la teor¨ªa est¨¦tica. En su voluntad de crear un arte sin academicismos y accesible para todo el mundo, el movimiento estableci¨® relaciones entre todo tipo de manifestaciones art¨ªsticas e intelectuales, los artistas trabajaron en equipo y tambi¨¦n expusieron juntos. Llegaron a publicar ocho n¨²meros de la revista Cobra, nacida para ser el ¨®rgano difusor de su ideolog¨ªa.
Cobra: el color de la libertad es el t¨ªtulo de la muestra que Caixanova inaugurar¨¢ el 6 de marzo en su Centro Cultural de Vigo. La reuni¨®n de m¨¢s de 80 creaciones supone la primera retrospectiva del grupo en Espa?a con fondos procedentes del Stedelijk Museum de ?msterdam, que alberga una de las colecciones m¨¢s importantes de este movimiento art¨ªstico. Tambi¨¦n es la primera vez que la prestigiosa instituci¨®n holandesa realiza una exposici¨®n en Espa?a. Despu¨¦s de su estreno en Vigo, se mostrar¨¢ en el Kiosco Alfonso de A Coru?a y en el Centro Social de la caja en Pontevedra.
Desde su despacho en ?msterdam, el comisario de la muestra y conservador jefe del Stedelijk, Ludo van Halem, no duda de la importancia del evento porque supone "descubrir al p¨²blico de Europa meridional una corriente art¨ªstica que s¨ª es muy conocida en los pa¨ªses del norte del continente". Adem¨¢s de un amplio abanico de ¨®leos, acuarelas, grabados y esculturas, la exposici¨®n se enriquece con ejemplares de las revistas editadas por el grupo, manuscritos de los artistas y la proyecci¨®n en sala de la pel¨ªcula Cobra. Una rebeli¨®n contra el orden (1988) de Jan Vrijman.
Con s¨®lo tres a?os de vida como grupo, la efectividad de sus planteamientos es m¨¢xima y se han incorporado a la historia del arte como el ¨²ltimo gran movimiento art¨ªstico de fama internacional generado por Europa despu¨¦s del futurismo. Se disolvieron en 1951 y en la separaci¨®n pesaron m¨¢s los asuntos personales que las divergencias art¨ªsticas, comenta Van Halem. "A pesar de su uni¨®n ef¨ªmera, crearon una nueva modalidad de arte con una enorme proyecci¨®n. En la d¨¦cada de los 60 alcanzaron la consideraci¨®n de artistas de ¨¦xito".
Aunque centraron su inter¨¦s en lo que escap¨® al caos de la primera mitad del siglo XX en Europa, como las tradiciones populares, el arte medieval y el imaginario oriental, es posible advertir huellas de Picasso y Mir¨® en muchas producciones de los integrantes de CoBrA. Un arte que evidencia un alto grado de compromiso pol¨ªtico, hace uso de la representaci¨®n objetiva y se vale del gesto expresionista con una salvedad que lo diferencia de ¨¦ste, la explosi¨®n de colores con los que ti?en la bandera de la libertad reci¨¦n recuperada. Fieles a su esp¨ªritu democratizador, sembraron obras y escritos de manifestaciones, como las definitorias palabras de Appel: "Pintar es destruir lo anteriormente establecido. Yo nunca trato de hacer una pintura, sino un pedazo de vida".
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