Pap¨¢ Dibango, la magia que todav¨ªa funciona
Saxo alto lacado en blanco, gafas oscuras y cr¨¢neo reluciente: imagen de marca de este septuagenario camerun¨¦s, que desembarc¨® en Marsella con apenas 15 a?os y Tres kilos de caf¨¦ -as¨ª se titula su autobiograf¨ªa- con los que pagar el primer plazo de su estancia como estudiante. Era el primer hombre negro que ve¨ªan en el pueblecito franc¨¦s de Saint-Calais. "Era otro tiempo y otro mundo. Cuando llegu¨¦ cuatro a?os despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial yo era franc¨¦s. No era un inmigrante con lo que eso supone. Y no hab¨ªa escuelas para africanos o para blancos. Hab¨ªa una escuela y punto. El problema era hacerlo lo mejor posible y tener ¨¦xito en los estudios, fueses blanco o negro. El caf¨¦ era entonces un bien muy escaso y algunos estudiantes africanos pagaban su pensi¨®n con los tres kilos que les mandaba cada mes su familia".
Emmanuel N'Djock¨¦ Dibango (Douala, 1933) es un hist¨®rico de la moderna m¨²sica africana y uno de sus padres en el Viejo Continente. ?l prefiere hablar de ?fricas. "Hay pa¨ªses que salen adelante y otros que no. Los hay incluso en los que la idea de Estado y de ser humano empiezan a importar. Porque el problema es que por lo general la vida humana vale muy poco. Y ¨¦se es el verdadero drama. Si ves a los polic¨ªas golpear a la gente en los estadios te preguntas si lo hacen porque son animales o porque van vestidos de polic¨ªas. A veces ves cosas terribles".
En 1972, Manu Dibango pas¨® de tocar en un diminuto club del centro de Par¨ªs al Apollo de Nueva York, y a presentarse en el Yankee Stadium y el Madison Square Garden. "En Estados Unidos me recibieron muy bien. All¨ª tienen esa cosa de acoger siempre bien a los ganadores. Y lo bueno es que no les importa de d¨®nde vengas". El ¨¦xito ten¨ªa nombre: Soul makossa. Es inimaginable un concierto de Dibango sin esa canci¨®n. "Est¨¢s obligado a tocar las cosas por las que el p¨²blico te conoce. Aunque tambi¨¦n haya cosas nuevas porque si no te acabas cansando. Y nunca tocamos Soul makossa igual, porque adem¨¢s es imposible hacerlo".
Sus discos m¨¢s recientes son uno dedicado a Nueva Orleans, Manu Dibango joue Sidney Bechet -"como las orquestas al estilo Lionel Hampton de los a?os cuarenta, pero con m¨²sica de Bechet. Todo el mundo est¨¢ con Coltrane as¨ª que me dije vamos a los fundamentales", dice riendo con su voz grave-, y otro grabado en directo en el Barbican de Londres, Lion of Africa, al frente de su Maraboutik Big Band, en un festival homenaje al legendario Fela Kuti, creador con Tony Allen del afrobeat. Dos discos distintos. "No se puede clasificar a un m¨²sico. Eso es el cartesianismo occidental", afirma con una carcajada. "A la gente le gusta saber que t¨² est¨¢s ah¨ª, en Camer¨²n, en el makossa
... y si te da por hacer otra cosa que no est¨¦ prevista ?vaya!".
Se acuerda perfectamente del primer disco que tuvo. Lo compr¨® al azar porque era el ¨²nico de jazz que ten¨ªan en la tienda: "Un 78 revoluciones por minuto de Duke Ellington con Concerto for Cootie en una cara y en la otra Morning Glory, que toco con la orquesta porque fue mi sue?o durante mucho tiempo poder tocar esa m¨²sica". Dibango no se considera un m¨²sico de jazz, pero s¨ª un gran aficionado. "Es una m¨²sica noble y la primera en la que estaban implicados negros y blancos. Los instrumentos eran occidentales, pero tocados por los negros de otra forma. Viene de la esclavitud, as¨ª que digamos que es una hermosa flor que creci¨® en el esti¨¦rcol".
Lamastabastani, grabado en 1996 con la coral de Sarcelles, pon¨ªa de relieve la importancia de la religi¨®n en la m¨²sica. "Ray Charles fue muy criticado por sacar el gospel de la iglesia. Para un integrista, Hallelujah I love her so es un sacrilegio", asegura. "Mi madre dirig¨ªa el coro de la iglesia y mi t¨ªo paterno tocaba el armonio. Hay una red protestante y yo puedo ir hasta Sur¨¢frica sin problemas. Podemos tocar est¨¢ndares de las iglesias porque tenemos la misma iglesia. Le pones ritmo y funciona. No se conoce demasiado porque suele hablarse m¨¢s de la m¨²sica de ?frica occidental y ellos son musulmanes. Youssou N'Dour, Salif Keita o Baaba Maal tienen una aproximaci¨®n distinta de la de nosotros los m¨²sicos de ?frica central".
El hombre que reuni¨® en el disco Wakafrica a estrellas de toda ?frica, y que organiz¨® Tam Tam pour l'?thiopie durante una de las peores hambrunas en el cuerno de ?frica, no descarta que los pa¨ªses africanos se unan como Europa. "Quiz¨¢s ocurra un d¨ªa. Nosotros somos de la generaci¨®n que so?aba con eso, ya que, al llegar a Francia procedentes de ?frica occidental y ecuatorial, fue cuando empezamos a conocernos. Y ese n¨²cleo so?¨® con el panafricanismo. Imagin¨¢bamos autopistas que part¨ªan de Senegal hasta Ciudad del Cabo".
Considera una moda el ansia por jubilar a quienes pasan de los cincuenta. "Yo me defino como un viejo capacitado", asegura riendo. "Soy un abuelete capaz. En ?frica se respeta al anciano. No en vano es el guardi¨¢n de algo. Por fuerza, incluso a tu pesar, has almacenado experiencias. Todos los d¨ªas sucede algo y adem¨¢s est¨¢ tu propia transformaci¨®n. Claro que no reaccionas igual con veinte a?os que con cincuenta, no tienes la misma visi¨®n, ni la misma manera de percibir los sonidos. En las m¨²sicas de los j¨®venes hay frecuencias que los mayores no soportan y, al rev¨¦s, tambi¨¦n hay frecuencias que los j¨®venes no aguantan. En Suiza, para echar a los j¨®venes de algunos lugares emiten vibraciones que los exasperan".
Manu Dibango ha grabado m¨²sica para pel¨ªculas de realizadores de Camer¨²n, Senegal, Burkina Faso, Costa de Marfil, Gab¨®n... La ¨²ltima para los dibujos animados de la francesa Kirik¨² y las bestias salvajes. Con Ousmane Semb¨¨ne trabaj¨® en Ceddo y con Henri Duparc en L'herbe sauvage. El t¨ªtulo m¨¢s popular probablemente haya sido C¨®mo hacer el amor con un negro sin cansarse. "Soy un cin¨¦filo un poco nost¨¢lgico ya que soy de una ¨¦poca en la que el cine ten¨ªa una historia con jetas que defend¨ªan la historia y el mito porque no est¨¢bamos ahogados por las im¨¢genes. Las cosas han cambiado con el hecho de que puedes tener im¨¢genes en tu tel¨¦fono. Digamos que la magia no es la misma. Hay otra magia que yo no capto. Yo he tenido la suerte de tener una magia que todav¨ªa me funciona".
Manu Dibango actuar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, 5 de marzo, en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, a las 22.00. www.circulobellasartes.com.
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