"No bebo ni me drogo ni llevo tacones altos"
"Me gusta cantar en los sitios que me quieren, y parece que aqu¨ª gusto". As¨ª que, por segundo a?o consecutivo, la legendaria Marianne Faithfull (con 61 a?os cumplidos en diciembre pasado) aterriza en Madrid al borde de la primavera para actuar. La capital es como su ensayo general para las giras mundiales. En 2007, reci¨¦n recuperada de un c¨¢ncer de pecho, cant¨® en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Su voz, afectada por un catarro, son¨® tortuosa, como su vida de bajadas y subidas al infierno.
Para preparar su concierto de hoy en el Auditorio Nacional de M¨²sica, dentro del ciclo Ellas Crean, Faithfull racion¨® ayer sus conversaciones y se tom¨® una jornada de relax y prueba de sonido con sus tres m¨²sicos (Barry Reynolds, guitarra; Daniel Mintseris, teclados, y Joe Gang, bajo y percusi¨®n).
La artista inicia esta noche en el Auditorio Nacional su gira europea
Hoy repasar¨¢ los temas de su repertorio "en plan ac¨²stico y tranquilo". Que no esperen una rockera feroz. "No bebo, no me drogo, y ya no llevo tacones altos. Los taconazos afectan mi trabajo", se sincer¨® ayer, reci¨¦n llegada de Par¨ªs, ciudad que alterna con Dubl¨ªn para vivir. Su Inglaterra natal le parece "muy estirada" para su veterano esp¨ªritu de joven rebelde.
Sobre el escenario estar¨¢ "muy libre, como al p¨²blico le gusta que sea". Un p¨²blico que la puede ver en cartelera como la protagonista de la pel¨ªcula Irina Palm, de Sam Garbarski, una intr¨¦pida abuela convertida en estrella del sexo manual para pagar el tratamiento m¨¦dico de su nieto.
Faithfull (con dos nietos en la vida real) est¨¢ satisfecha de su racha de cine (Mar¨ªa Antonieta, de Sofia Coppola; Paris Je t'aime, de Gus van Sant...). Puestos a fantasear con las aventuras f¨ªlmicas, le gustar¨ªa "interpretar a una cantante de cabar¨¦ en una pel¨ªcula de Almod¨®var".
Pero sus miras -"para los dos pr¨®ximos a?os"- est¨¢n puestas en la m¨²sica, en el recorrido de su disco Easy come, easy go, producido por su amigo Hal Willmer, que saldr¨¢ en septiembre de este a?o. No desvelar¨¢ ninguna canci¨®n en el concierto de esta noche, "me gusta mantener el secreto hasta que sale el disco". Aunque adelanta que es un ¨¢lbum "ecl¨¦ctico, no es nada triste".
Y esos fans que siguen a la Marianne Faithfull cantante, que a buen seguro leyeron Faithfull (Celeste, 1995), tienen m¨¢s datos en su nuevo libro, reci¨¦n publicado en el Reino Unido. Los buscadores de carnaza encontrar¨¢n "menos rabia" que en la primera autobiograf¨ªa y "como el t¨ªtulo indica, son Memorias, sue?os y reflexiones".
En la actual actitud voluntariamente sosegada de Faithfull surge siempre la iron¨ªa como un zarpazo: "Leed mi libro", dice a quienes, incansables, le preguntan qu¨¦ fue de los locos a?os sesenta y de su cacaread¨ªsima relaci¨®n con Mick Jagger y el universo Rolling Stones, as¨ª como de sus turbulencias musicales y vitales posteriores. Si llega a saber que una joven periodista exclamaba, no sin cierta expectaci¨®n, "venimos a ver a un dinosaurio de la m¨²sica", hubiera surgido el bocado de una T-Rex entre su sonrisa de flema brit¨¢nica.
"Me preguntan lo mismo una y otra vez. Ya s¨¦ que no lo pueden remediar. Lo entiendo, soy un icono. Pero es que es cansino. ?Qu¨¦ esperan que les diga? ?Si ya lo he dicho todo! Vale, nac¨ª en 1946, viv¨ª los a?os cincuenta, los sesenta, los setenta, los ochenta, los noventa... Y estoy en los 2000. ?Por qu¨¦ siguen poniendo el punto de mira s¨®lo en una d¨¦cada?", declar¨® a este peri¨®dico entre nubes de humo ("no se pueden dejar todos los vicios", suele decir). "Pensaban que iba a ser un fiambre m¨¢s del rock. Pues aqu¨ª estoy", dijo a EL PA?S cuando public¨® su autobiograf¨ªa-exorcismo.
"Cuando me dicen que soy una superviviente -otra pregunta constante- ya no me tenso tanto. Al principio pens¨¦ que era un insulto. Ya lo veo como un halago, porque efectivamente tengo habilidades de superviviente. Puedo salir de los momentos dif¨ªciles. He tenido mucha suerte. El c¨¢ncer de pecho fue diagnosticado a tiempo. Esquiv¨¦ la bala. No pienso que he tenido una vida dura, sino fant¨¢stica", asume, y piensa instalarse en el disfrute.
"Por eso trato de ralentizar mi ritmo. Huyo de cosas que me estresen. No quiero hacer giras de ocho meses, incluso tres meses me parece mucho esfuerzo. Mis amigas cantantes me comentan que a ellas tampoco les gusta estar tanto tiempo rodando de escenario en escenario. Lo ideal es dos semanas fuera y volver a casa, a descansar. Quienes andan bebiendo y tomando drogas pueden aguantar una gira larga, pero si te aprecias a ti mismo, eso no es bueno. Polly [PJ Harvey] dice que las mujeres no somos tan fuertes como parece, que necesitamos cuidarnos".
Y en eso est¨¢: "Ver a mi familia y a mis amigos, leer, ir al cine, dedicarle tiempo a masajes, a acupuntura, ir a mi psiquiatra, salir de compras...". Son los ingredientes de su autorrecompensa.
Marianne Faithfull. Hoy, 21.00. Auditorio Nacional de M¨²sica. Sala de C¨¢mara. Entradas de 10 a 30 euros.
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