La derecha tras las elecciones
La ciudadan¨ªa espa?ola en conjunto se muestra bastante sensata, digna y tolerante. Desde la llegada de la democracia sus juicios electorales fueron pr¨¢cticos: entre las opciones que se le ofrec¨ªan opt¨® por dar el gobierno a quien estaba en cada momento en mejor situaci¨®n para gobernar y mostr¨® sentido de la dignidad tanto ante el terrorismo como ante la participaci¨®n en una guerra injusta. Pero lo que en principio es una virtud, la tolerancia, est¨¢ ahora siendo una debilidad pues toleramos en la vida p¨²blica cosas intolerables. Y en ello tienen una responsabilidad particular los medios de comunicaci¨®n y las personas que all¨ª nos expresamos, pues nos mostramos incapaces de mantener la perspectiva y, sobre todo, de mantener la defensa de los presupuestos democr¨¢ticos ante lo intolerable. No conservamos la perspectiva, no recurrimos a la memoria necesaria y sucumbimos a la planificada avalancha de mentiras y veneno reaccionario.
Fraga uni¨® a toda la derecha y Aznar la rearm¨® de ideolog¨ªa neofranquista
Ser¨ªa deseable que tras el 9-M naciese en Espa?a un partido liberal de verdad
As¨ª escuchamos con atenci¨®n embustes evidentes, pronunciados con voz aplomada y luego los sopesamos y comentamos como si no fuesen trolas; quiz¨¢ se deba a que ya dudamos de nuestra cordura ante tanta caradura.
Uno puede llegar a creer que, como en la pel¨ªcula La invasi¨®n de los ladrones de cuerpos, de Don Siegel, entre nosotros hay marcianos que ocupan los cuerpos de terr¨ªcolas, en este caso apoder¨¢ndose de los cuerpos de los pol¨ªticos de la derecha.
Los que negociaron con ETA acusan al actual Gobierno de hacerlo, los que perdieron el poder por mentir acusan al Gobierno de mentiroso, los que regularizaron emigrantes acusan al Gobierno de hacerlo... ?Pero son los mismos o son otros? O mienten con descaro o estamos locos o son distintas personas, ladrones de cuerpos.
Sea lo que sea es tremendo, pues hablamos de gente que gobern¨® y que tiene, efectivamente, muchos votos y ganas de volver a gobernar. Es l¨®gico que enfrentar algo as¨ª nos confunda y acabemos por ceder a su l¨®gica, aceptemos que es normal. Pero no lo es.
Ni siquiera es normal que se hagan tanto da?o a s¨ª mismos, porque quien miente descaradamente ante millones de personas tiene que hacer un esfuerzo tremendo para conservar el gesto, mantener la mirada, no fruncir la boca.
En alg¨²n momento debemos considerar su sufrimiento: cuando est¨¦n a solas en sus casas sentir¨¢n una inmensa verg¨¹enza. Sin que dejemos de condenar sus mentiras ni combatirlas, deben darnos pena. Andar¨¢n mal maquilladas ellas, gastar¨¢n necesariamente barba ellos, pues no podr¨¢n mirarse al espejo. ?De qu¨¦ madera est¨¢n hechas estas personas que soportan voluntariamente sufrimiento tal?Los dirigentes de esta derecha extrema son personas extra?as que no aceptan la realidad y pretenden imponernos a todos la suya particular, no debi¨¦ramos considerar siquiera su visi¨®n violenta de la sociedad, pero han conseguido hacerse due?os de nuestros debates. Usaron el terrorismo para atacar al Gobierno y hemos acabado discuti¨¦ndole al Gobierno y a los partidos que lo apoyaron que si su pol¨ªtica antiterrorista era mejor as¨ª o as¨¢. Cuando nunca se hab¨ªa hecho, cuando los miembros de gobiernos del PP, ahora candidatos de la oposici¨®n, nunca dieron explicaciones, ni se les pidieron, de sus negociaciones con ETA.
Y ahora han introducido con megafon¨ªa de t¨®mbola la xenofobia hacia los inmigrantes de la extrema derecha europea. Y nosotros escuchamos, lo aceptamos como tema de debate electoral y entramos a discutirlo, si las preferimos con velo o sin velo, rubios o morenos, cat¨®licas o musulmanas.
Pero las astutas ambig¨¹edades del principal candidato del PP se completan con la acusaci¨®n brutal del se?or Pizarro: los emigrantes deben aprender a no robar. Y se aclaran con el v¨®mito clasista y racista de otro responsable de su partido: "Antes s¨ª que ten¨ªamos buenos camareros en Espa?a". ?Cu¨¢ndo antes? ?En aquel franquismo en el que confes¨® haber vivido tan bien otro dirigente, Mayor Oreja? ?Y qui¨¦n ten¨ªa a los camareros? ?Qui¨¦n es ese "nosotros" del "ten¨ªamos"? Los espa?oles ten¨ªan camareros, ?entonces los camareros no eran espa?oles?, ?o s¨®lo lo eran sus due?os en esa Espa?a de se?oritos?
Quien profiere esa obscena y clasista evocaci¨®n del franquismo no es un personaje bufo, es el responsable de econom¨ªa de su partido, alguien que fue y quiere volver a ser ministro. Y en su burla a una trabajadora inmigrante que demanda una mamograf¨ªa lo que hay es un desprecio a la dignidad de la mujer y una falta de consideraci¨®n sin l¨ªmites. Esa demag¨®gica mamograf¨ªa es la radiograf¨ªa del alma de alguien sin escr¨²pulos ni sentimientos. Que los obispos espa?oles pidan el voto a esa candidatura da idea del aprecio y el caso que le hacen a la figura de Cristo; si volviese Cristo al templo los corr¨ªa a correazos. Porque esas provocaciones no son derecha o izquierda, son pol¨ªtica de malas personas.
La ideolog¨ªa de esta derecha es el nacionalismo de la derecha franquista de pe a pa; ah¨ª est¨¢n esos latigazos de homofobia del candidato a senador Dimas Cuevas, que nos pasa a prosa clara el verso ambiguo del principal candidato sobre los derechos de los homosexuales. Y es ideolog¨ªa franquista el meter en la campa?a la lengua como arma para hendir y herir. Los ciudadanos que tenemos como propia otra lengua, tambi¨¦n espa?ola, sabemos lo que hay ah¨ª de amenaza; no les preocupa la gram¨¢tica, s¨®lo es que vuelven a por nosotros y los nuestros. La xenofobia nacionalista hacia fuera, los inmigrantes, se completa con la xenofobia nacionalista hacia dentro.
Y no falta de nada para completar el cuadro, no falta la acusaci¨®n a los artistas y los intelectuales que siempre odiaron los totalitarios. La primera acusaci¨®n expl¨ªcita contra los intelectuales la hizo Rajoy en Galicia en marzo de 2003; desde Franco nunca se les hab¨ªa se?alado as¨ª y ahora ha vuelto a hacerlo, ensuciando adem¨¢s su nombre.
?Qu¨¦ har¨ªa el candidato del PP con los intelectuales y artistas espa?oles si llegase a gobernar? ?Los expulsar¨ªa, les har¨ªa firmar un contrato como a los inmigrantes? Aunque los intelectuales y artistas son menos influyentes de lo que ellos mismos y sus enemigos creen, la sociedad necesita su voz y son una parte esencial de cualquier pa¨ªs. Y eso tambi¨¦n lo reconoce y acepta la derecha, cuando es democr¨¢tica, claro.
Cicer¨®n le pregunt¨® una y otra vez "hasta cu¨¢ndo" a Catilina. Nuestra pregunta a esta derecha quiz¨¢ tenga respuesta despu¨¦s de las elecciones, porque este pa¨ªs no se puede permitir otros cuatro a?os con esta misma oposici¨®n, y no imaginamos a esta derecha en el gobierno de nuevo.
Fraga Iribarne, tras la voladura de UCD, consigui¨® unir a toda la derecha, el comienzo del camino hacia este pr¨¢ctico bipartidismo, y Aznar la rearm¨® de ideolog¨ªa neofranquista.
Para superar su derrota han encerrado a una parte de la sociedad en lo peor de s¨ª misma: sus miedos, su hostilidad hacia los distintos, su insolidaridad, su rancio casticismo. Han fomentado la ofuscaci¨®n y la mezquindad. Han encerrado a una parte importante de la sociedad en la intolerancia.
Una derecha as¨ª es un problema para un pa¨ªs. Visto lo visto, tras su previsible fracaso en estas elecciones ser¨ªa deseable que se volviese a reformular. Y antes de caer toda ella bajo el dominio de una minor¨ªa alucinada ser¨ªa deseable para Espa?a volver a una oferta conservadora m¨¢s diversa. Ser¨ªa deseable que, adem¨¢s de este PP que parece irrecuperablemente extremado, naciese un partido conservador verdaderamente liberal.
Suso de Toro es escritor.
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