Desigualdades y tributos en Latinoam¨¦rica
Las dos ¨²ltimas d¨¦cadas en Am¨¦rica Latina han supuesto (con retrocesos como Venezuela) el alejamiento de f¨®rmulas dictatoriales y las transiciones democr¨¢ticas. Sin embargo, la consolidaci¨®n de estas ¨²ltimas no ha supuesto una reducci¨®n de los d¨¦ficits m¨¢s relevantes del continente: desigualdades y pobreza. Es cierto que en pocos a?os no pueden resolverse problemas centenarios, pero hasta el momento los resultados no son alentadores. Las democracias no son panaceas por s¨ª mismas, menos a¨²n si se limitan a la elecci¨®n de una dirigencia pol¨ªtica, con una frustrante tendencia al populismo.
Entre las razones de esta carencia de resultados figuran la debilidad de las administraciones, unas instituciones fr¨¢giles, la corrupci¨®n y la ausencia de sistemas tributarios redistributivos, cuestiones todas ellas conexas.
Sin impuestos directos, el continente no superar¨¢ la pobreza y la brecha social
Democracia supone confianza de los ciudadanos en sus ¨®rganos de gobierno. Y la debilidad de los v¨ªnculos sociedad-Estado en Am¨¦rica Latina se refleja particularmente en materia fiscal. Son baj¨ªsimos los niveles de confianza ciudadana en la relaci¨®n entre pago de impuestos y prestaci¨®n de servicios. Son muy pocos quienes conf¨ªan en que pagar impuestos les reporte alg¨²n beneficio y en que ¨¦stos no sean malgastados. La idea de pacto social fiscal es casi inexistente.
Como excusa para no pagar impuestos en el continente se invoca la falta de honestidad de los gobernantes, que lo que se paga no repercute verdaderamente en servicios p¨²blicos, la falta de conciencia c¨ªvica, la corrupci¨®n y el observar que quienes evaden no sean castigados administrativamente ni reprochados socialmente. La relaci¨®n tributaria no se basa en la obligaci¨®n ¨¦tica de pagar impuestos, existiendo escasa motivaci¨®n para cumplir las obligaciones tributarias y una moral muy laxa.
Esto se basa en graves deficiencias estructurales. Los impuestos son mecanismos para obtener ingresos pero tambi¨¦n deben tener finalidades redistributivas y de equidad. Sin embargo en Am¨¦rica Latina no cumplen ni una ni otra funci¨®n. En diversos pa¨ªses no son ni la principal fuente. Especialmente en los pa¨ªses andinos, el peso de los ingresos recae fundamentalmente sobre los recursos naturales. ?stos son un 30% de los ingresos totales en Ecuador; un 25% en Bolivia; un 31% en M¨¦xico, y un 55% en Venezuela.
Pero los recursos naturales tienen gran volatilidad e inestabilidad. Por ejemplo, en los ¨²ltimos 20 a?os, el precio del barril del petr¨®leo ha oscilado entre 20 y 100 d¨®lares. As¨ª que el rendimiento obtenido (fundamentalmente por regal¨ªas) es muy inestable.
Estamos pues ante un mecanismo generador de divisas que cuando hay estabilidad atrae inversiones. Pero lo que algunos llaman "la maldici¨®n de los recursos naturales", incrementan los conflictos sociales y provocan un divorcio entre Estado y ciudadan¨ªa, especialmente cuando la mayor¨ªa de los recursos p¨²blicos se obtienen fuera de los impuestos y no incentivan sistemas financieros basados en la tributaci¨®n de las rentas. Cuando los ciudadanos no se responsabilizan en los ingresos p¨²blicos, hay escasos est¨ªmulos para exigir al Gobierno que rinda cuentas.
Aunque ha aumentado en los ¨²ltimos a?os, la presi¨®n fiscal en Am¨¦rica Latina es baj¨ªsima (17% del PIB de media). Y particularmente, de nuevo, en los pa¨ªses andinos (Ecuador, Per¨² y Bolivia) algo que contrasta con el nivel casi europeo de Brasil (35%).
Y debe prestarse particular atenci¨®n al hecho de que, en radical diferencia con los pa¨ªses desarrollados, en los ingresos tributarios de Latinoam¨¦rica tienen un gran peso, un 56% de media, los procedentes de impuestos indirectos (que gravan el consumo y que son iguales para todos). Y es escaso, un 27%, el peso de los impuestos directos (que recaen sobre la renta y se pagan proporcionalmente a los ingresos). Debe, pues, darse una mayor progresividad al sistema, lo cual es contemplado con reticencias por las ¨¦lites de la regi¨®n.
Otro factor a considerar es el gran peso (adem¨¢s del sector primario) de la econom¨ªa sumergida o informal, sobre la cual no se pagan tributos ni cotizaciones sociales. Debe hacerse un esfuerzo en fomentar la formalidad de la producci¨®n econ¨®mica. A m¨¢s transparencia y m¨¢s formalidad, mayor desarrollo y mayores ingresos al ensanchar la base tributaria. La informalidad tiene reflejo, entre otras cosas, en el contrabando, por lo que es clave un funcionamiento correcto de los sistemas aduaneros.
Las t¨ªmidas reformas tributarias de hace 20 a?os (con fines recaudatorios) fueron muy incompletas. Falta suficiencia, sostenibilidad, profesionalidad y mayor participaci¨®n de las entidades locales en los ingresos generados en sus territorios. Todo ello es necesario para superar otras dificultades como la falta de equidad, la pobreza o la fragmentaci¨®n ¨¦tnica.
Am¨¦rica Latina ofrece gran desigualdad socioecon¨®mica interna que se traduce en bajos niveles de cohesi¨®n social y un bloqueo del desarrollo. Por ello, el establecimiento de sistemas tributarios redistributivos y progresivos que, haci¨¦ndose cumplir, refuercen la confianza de los ciudadanos en sus administraciones, es una asignatura pendiente para fortalecer las instituciones y posibilitar un desarrollo verdaderamente democr¨¢tico buscando mayores niveles de justicia, igualdad y progreso.
Jes¨²s L¨®pez-Medel es abogado del Estado.
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