"Pienso escribir una novela actual, por no repetirme"
"Me gusta el pasado porque puedo abordarlo sin prejuicios", afirma Tracy Chevalier sobre su singladura literaria, encaramada en el fen¨®meno superventas de la novela hist¨®rica. Desde el ¨¦xito de La joven de la perla (1999), un relato construido en torno al famoso retrato de Vermeer que Hollywood traslad¨® al cine, la autora estadounidense sigue reincidiendo en un g¨¦nero que defiende con ah¨ªnco: "En la escritura contempor¨¢nea no podr¨ªa ser tan objetiva". Su recorrido por diferentes periodos -la ¨¦poca victoriana en ?ngeles fugaces, los tejedores medievales en La dama y el unicornio...- recala en el bullicioso Londres del siglo XVIII con su ¨²ltimo libro, El maestro de la inocencia, que Lumen publica en Espa?a. Chevalier (Washington, 1962) vuelve a entretejer ficci¨®n y realidad inspirada en el poeta, pintor y m¨ªstico ingl¨¦s William Blake (1757-1827), aunque sus protagonistas sean tres adolescentes fascinados por el exc¨¦ntrico artista. La trama, profusa en acci¨®n y drama y envuelta en una recreaci¨®n minuciosa del Londres de la ¨¦poca, encierra otra de sus constantes, la p¨¦rdida de la inocencia. "Me inclino por los personajes j¨®venes que tienen el potencial de cambiar, que empiezan a conocer el peso de la responsabilidad y el despertar sexual", explica en su casa de un tranquilo suburbio del norte de Londres, ciudad en la que ancl¨® hace 24 a?os.
"Me gusta el pasado, porque puedo abordarlo sin prejuicios"
"Votar¨ªa con el coraz¨®n por Obama: ser¨ªa mejor para el resto del planeta"
Chevalier se muestra inc¨®moda cuando se le recuerda ese paralelismo entre sus libros, con vocaci¨®n de best seller. "La etiqueta de escritora-marca me deprime. Como tantos autores sigo unos patrones, y no quiero renegar de ellos, pero no publico un libro cada temporada. Me llev¨® tres a?os escribir El maestro de la inocencia", replica. Dedic¨® la mitad de ese tiempo a documentarse sobre Blake, un artista poco reconocido en su ¨¦poca por sus arrebatos m¨ªsticos y el apoyo que brind¨® a los revolucionarios franceses. Hoy es venerado como "artista total" y los escolares ingleses conocen al dedillo sus poemas m¨¢s famosos.
La ambici¨®n de "plantearme un nuevo reto en cada libro" le llev¨® a acometer el relato de El maestro de la inocencia en tercera persona. ?Ser¨¢ el pr¨®ximo una novela contempor¨¢nea? "Lo estoy considerando, porque no quiero repetirme. Aunque no creo que a mi editor le fascine la idea. Pero pienso que los lectores son m¨¢s sofisticados que quienes te encasillan en una categor¨ªa". Por de pronto, el pasado volver¨¢ a nutrir su pr¨®ximo libro, donde trazar¨¢ el personaje de la coleccionista de f¨®siles inglesa del siglo XIX Mary Anning.
Su presente se centra en la ilusi¨®n de un "cambio" en EE UU despu¨¦s de "ese periodo tan horrible que han sido los a?os de Bush". Procura no decantarse entre los dos candidatos dem¨®cratas, aunque las definiciones que da de ambos quiz¨¢ la delaten: "Votar¨ªa con la cabeza a Hillary, una m¨¢quina pol¨ªtica capaz de entenderse con el establishment; y con el coraz¨®n por Obama: creo que ser¨ªa mejor presidente para el resto del planeta".
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