Las empresas necesitan doctorarse
Los universitarios m¨¢s brillantes luchan contra la desconfianza y el desconocimiento para colocarse en el sector privado
Temen que te vayas tan pronto como te ofrezcan un trabajo mejor; te piden experiencia laboral, no acad¨¦mica, y te previenen de que tener un doctorado se convierte en una barrera para entrar en una empresa, entre otras cosas porque tus superiores tienden a verte como una competencia". Luisa (nombre ficticio) est¨¢ acabando su tesis doctoral en una carrera de Humanidades, lo que compatibiliza con un trabajo en una empresa. Durante sus b¨²squedas de empleo, ha conocido de primera mano los obst¨¢culos que afronta una persona acad¨¦micamente muy cualificada cuando quiere colocarse fuera del ¨¢mbito universitario o del sistema p¨²blico de investigaci¨®n.
Su situaci¨®n no se puede generalizar sin a?adir algunos matices. No es lo mismo disponer de un doctorado en una carrera human¨ªstica que en una cient¨ªfica o tecnol¨®gica. En el primer caso, las dificultades vienen de la desconfianza ante personas percibidas como demasiado te¨®ricas, bregadas en departamentos universitarios y con poca experiencia en el mundo empresarial. En el segundo, es m¨¢s el desconocimiento de las aportaciones que puede realizar un doctor lo que frena una mayor incorporaci¨®n.
Los doctores buscan empleo en el sector privado cuando rondan los 30 a?os, as¨ª que les ven menos adaptables a la cultura empresarial
?nicamente un 4% de las compa?¨ªas espa?olas otorga valor a disponer de un doctorado a la hora de contratar personal
Sin valorar
Seg¨²n la Oficina de J¨®venes Investigadores de la Comunidad de Madrid, el 33% de los investigadores espa?oles trabaja en el sector privado, mientras que la media europea alcanza el 48%. Y peor lo tienen a¨²n los doctores: tan s¨®lo un 10% se ha colocado en alguna empresa. Nada extra?o si se tiene en cuenta que ¨²nicamente un 4% de las compa?¨ªas espa?olas otorga valor a disponer de un doctorado a la hora de contratar.
"La creaci¨®n de m¨¢s departamentos de I+D en las empresas es una buena v¨ªa para paliar esta situaci¨®n, pero no la ¨²nica. Lo esencial es que en las compa?¨ªas haya una persona cuyo trabajo consista en ser el nexo de uni¨®n entre el mundo empresarial y el universitario". Federico Baeza, doctor en Biolog¨ªa y subdirector de la Fundaci¨®n para la Innovaci¨®n Tecnol¨®gica Cotec, sabe de lo que habla porque durante a?os ejerci¨® este trabajo en una empresa de Estados Unidos. "Se trata de un profesional que se dedica a transmitir a los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n cu¨¢les son las necesidades y las realidades del mercado, al tiempo que persigue que su firma y el mismo mercado comprendan el sustento cient¨ªfico, por poner un ejemplo, de la experimentaci¨®n en biomedicina, as¨ª como su necesidad y sus usos pr¨¢cticos".
Baeza considera que esta figura laboral del mediador en I+D, con una pata cient¨ªfica y otra empresarial, resulta ideal para firmas de 20 o 30 empleados que, por su dimensi¨®n, no pueden crear un departamento de investigaci¨®n. Hacer de puente entre universidad y empresa ser¨ªa la tarea de estos profesionales, que adem¨¢s podr¨ªan suturar otra fractura m¨¢s, la que separa, dentro de compa?¨ªas de mayor tama?o, a los departamentos comerciales de los de investigaci¨®n.
"Las empresas suelen preferir a un licenciado con m¨¢ster que a un doctor", sostiene Pilar Corral, responsable de Innovaci¨®n de la Fundaci¨®n Universidad Empresa (FUE). "Se identifica a un doctor con el entorno acad¨¦mico; cuando entra en un proceso de selecci¨®n aparecen pegas, como que reclamar¨¢ que se le pague m¨¢s por su mayor formaci¨®n, o que en cuanto tenga oportunidad se ir¨¢ a un ¨¢mbito de investigaci¨®n p¨²blico", prosigue. Adem¨¢s, "se suele dar el caso de que los doctores empiecen a buscar empleo en el sector privado cuando rondan los 30 a?os, lo que implica que les vean menos adaptables a la cultura empresarial, menos vers¨¢tiles y sin la experiencia de los licenciados que entraron en empresas al acabar su carrera".
Poco saben las compa?¨ªas, en cambio, de las virtudes que aporta un doctor. Desde la FUE, indica Pilar Corral, "les recomendamos que en un proceso de selecci¨®n, para sortear su falta de experiencia, hagan hincapi¨¦ en sus competencias, que son muchas". Entre ellas, capacidad para el trabajo en equipo, an¨¢lisis y gesti¨®n de la informaci¨®n, h¨¢bitos de planificaci¨®n y organizaci¨®n, disposici¨®n al aprendizaje, creatividad, el conocimiento que se deriva de sus estancias en el extranjero y dominio de idiomas.
La percepci¨®n que tienen los doctores sobre qu¨¦ valor dan las empresas a su titulaci¨®n es, sin embargo, bastante negativa. Seg¨²n la encuesta de la Oficina de J¨®venes Investigadores de la Comunidad de Madrid, de los 858 doctores y doctorandos que respondieron, s¨®lo el 25,4% cree que las compa?¨ªas ven el t¨ªtulo de doctor como un valor a?adido. Sin embargo, el 38,8% percibe que lo consideran un inconveniente y el 35,7% que les es indiferente.
Mentalidad funcionarial
"Es gente muy capacitada y con una gran especializaci¨®n, muy necesaria para las empresas innovadoras", opina Emilio Ramiro, director general de Ramem, compa?¨ªa del sector aeron¨¢utico con una treintena de empleados, de los que cuatro son doctores (tres f¨ªsicos y un ingeniero agr¨®nomo). Todos ellos trabajan en innovaci¨®n, en tareas como la fabricaci¨®n de sensores que imitan a la nariz animal para detectar explosivos y otras aplicaciones. "A veces son los doctores los que no quieren ir a la empresa, cuando deber¨ªan buscar un camino m¨¢s abierto, con m¨¢s posibilidades, como el que ofrece el sector privado, y dejar la mentalidad funcionarial", mantiene.
Para facilitar que las empresas contraten doctores existen programas de ayudas p¨²blicas. Adem¨¢s de los auton¨®micos, el Ministerio de Educaci¨®n dispone, desde 2001, del programa Torres Quevedo. En 2007 propici¨® la transferencia de 824 doctores y tecn¨®logos, por 719 en 2006, y 551 en 2005. En 2008, prev¨¦ conceder 982 ayudas por valor de 18,2 millones de euros (15,3 en 2007). Seg¨²n Montserrat Torn¨¦, directora general de Investigaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n, entre las actuaciones pendientes "resaltar¨ªa el fomento de la cooperaci¨®n p¨²blico-privada para potenciar las actuaciones concertadas o cooperativas, y la puesta en marcha de un programa de apoyo a la realizaci¨®n de tesis doctorales en temas de inter¨¦s empresarial".
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