"No le encuentro excesiva gracia a ser ministra"
Fue estrella de la televisi¨®n cuando las tertulias pol¨ªticas dominaban los estudios de audiencia, alcaldesa de M¨¢laga y ministra de Sanidad.
No da por apagado su brillo porque haya tenido que volver a la oposici¨®n los ¨²ltimos cuatro a?os. Celia Villalobos se resiste y ah¨ª est¨¢, por sexta vez, a la cabeza de la candidatura del PP de M¨¢laga al Congreso de los Diputados. "Sigo activa y puedo seguir colaborando, me encanta la acci¨®n parlamentaria, soy una mujer moderada y progresista que juega un papel en mi partido que nadie ha ocupado", afirma.
Lleva a gala ser lo que ella misma siempre ha definido como "roja", que no es sino una forma de provocar. En varias ocasiones ha votado en contra de su grupo parlamentario en asuntos como la ley de matrimonio homosexual, y antes en las parejas de hecho. "Hay cosas que pertenecen a la conciencia personal, y los partidos deber¨ªan respetar en esos casos que cada uno votara en conciencia". Asegura que tiene ambici¨®n - "Miente quien diga que no la tiene"-, pero no pretensiones de cargo. "Hay cosas que ya han pasado por mi vida".
Y de todo lo que ha vivido valora, sobre todo, su etapa de alcaldesa de M¨¢laga, cinco a?os (1995-2000), que dej¨® por la llamada de Aznar para ser ministra de Sanidad, cargo en el que apenas dur¨® dos a?os, y del que es evidente que no guarda unos recuerdos muy gratos.
Y la opini¨®n p¨²blica la recuerda sobre todo como la ministra del caldito, una imagen caricaturesca sobre su petici¨®n de no utilizar carne de vaca para el puchero cuando se detect¨® la epidemia de las vacas locas. Aquello, dice, fue aprovechado por sus enemigos mal¨¦volamente. "Fue una expresi¨®n coloquial, quiz¨¢ un error, pero como muchos que cometen los ministros. Se cebaron en m¨ª porque a la derecha m¨¢s extrema le molestaba Celia Villalobos y vieron un motivo para acabar con ella", afirma.
De aquella etapa, en la que confiesa que pas¨® "momentos muy duros", sali¨® con un enorme desapego por el cargo ministerial. "No le veo excesiva gracia a ser ministra", dice, y en otro momento de la conversaci¨®n insiste: "Ser ministra no es tan importante". Asegura que una de las cosas que m¨¢s le sorprendi¨® fue "que un grupo muy importante de medios se pusieran a apoyar a unos cuantos ganaderos que eran unos canallas".
Ahora tiene una dura batalla electoral con la segunda ministra malague?a de la historia, Magdalena ?lvarez, a la que dice respetar como mujer. No m¨¢s. La ex alcaldesa de M¨¢laga que amenaz¨® a su partido con no ir m¨¢s en sus listas si no programaba el AVE a M¨¢laga no asisti¨® el pasado 23 de diciembre a la inauguraci¨®n de la l¨ªnea "porque era un acto institucional y deb¨ªan haber estado los Reyes, no era un mitin del PSOE".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.