Rajoy lucha contra los elementos

Desde que en 1996 Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, unos d¨ªas antes de ganar sus primeras elecciones, llenara el estadio de Mestalla, la Valencia del PP nunca falla. El estadio, ampliado, ya parece imposible de llenar. Pero Mariano Rajoy logr¨® ayer reventar, una semana antes de las fallas, la plaza de toros de la capital y sus alrededores. Sin embargo, mientras en 1996 Aznar cabalgaba sobre las encuestas favorables, Rajoy se enfrenta ahora a todas las encuestas e incluso a los ¨¢nimos de su partido, un tanto alica¨ªdos despu¨¦s del segundo debate. La demostraci¨®n de fuerza de ayer, sumada a la prevista para hoy en Madrid, supone as¨ª el ¨²ltimo cartucho del PP contra los elementos, eso de los que habl¨® Felipe II, que parecen todos en su contra.

Rajoy, en una conversaci¨®n con periodistas poco antes del mitin, se mostr¨® tan cauto como Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. "Yo no tengo claro que sea el vencedor. En este momento estamos empate a cero". El PP, frente a la evidencia de las encuestas, insiste en que lo ¨²nico que vale es el resultado provincia a provincia, imposible de prever. No en vano Rajoy se fue ayer por la ma?ana a Teruel, donde el PP perdi¨® un esca?o en 2004 por 210 votos. El l¨ªder, ya agotado y con poca voz, est¨¢ convencido de que ha hecho una campa?a espl¨¦ndida y recuerda que tambi¨¦n antes de las elecciones municipales, que gan¨® por 160.000 votos, las encuestas le daban como perdedor.

Pero al margen de los datos, el estado de ¨¢nimo es clave para las elecciones. Por eso Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana y uno de los barones m¨¢s poderosos -siempre est¨¢ en las conversaciones internas como tapado para la sucesi¨®n-, le prepar¨® a su jefe una demostraci¨®n de poder¨ªo. No s¨®lo dentro de la plaza, llena ya tres horas antes del mitin, sino sobre todo fuera. Las cifras son improbables -la organizaci¨®n habla de 25.000 dentro, algo imposible en una plaza con aforo de 12.000 personas, y 10.000 fuera- pero en cualquier caso las fotograf¨ªas prueban que hab¨ªa m¨¢s gente que con el PSOE la semana pasada, cuando se habl¨® de 20.000 personas. "Unos miles m¨¢s que los socialistas", admit¨ªan responsables de organizaci¨®n.

Rajoy, con chaqueta de pana al viejo estilo mitinero de la izquierda -aunque sin coderas, al contrario que Felipe Gonz¨¢lez-, se subi¨® al escenario rodeado de ni?as, las ni?as de Rajoy, micr¨®fono en mano al estilo americano -pero este fallaba todo el tiempo-, y empez¨® incluso a hablar de s¨ª mismo en tercera persona: "Mariano va a ser presidente". Pero sobre todo continu¨® con su discurso de lamento por los ataques que se han lanzado contra ¨¦l. En tono casi de confesi¨®n, le dijo a sus miles de fieles: "No lo he pasado bien. Ha sido duro. Estoy muy baqueteado. Pero tengo m¨¢s madurez, m¨¢s equilibrio. Estoy en el mejor momento. Por eso le conviene a Espa?a que el PP gane las elecciones". Siempre en tono quejoso, y sin llegar en ning¨²n momento a concitar el entusiasmo que la semana pasada Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar logr¨® arrancar a otra plaza, la de Le¨®n, Rajoy se despidi¨® de Valencia como el candidato del pueblo frente a los "poderosos" del PSOE: "Otros tienen m¨¢s apoyos, yo s¨®lo tengo una cosa, personas. Pero el mundo siempre lo han hecho las personas".

Un grupo de chicas recibe a Rajoy en Teruel con camisetas con el lema 'Soy la ni?a de Rajoy'