"Ataba con tal fuerza a mi madre que ella chillaba, y la trataba a gritos"

Un d¨ªa de enero, Isabel P¨¦rez Ballesteros se encontr¨® con una "escena dantesca" en la residencia p¨²blica de mayores Manoteras, en Madrid, que depende de la Comunidad. Su madre, Julia Ballesteros, enferma de Alzheimer, estaba siendo atada por una auxiliar en una silla para inmovilizarla, "con tal fuerza que le produc¨ªa un da?o que hac¨ªa que do?a Julia chillara de dolor, a la vez que la trataba a gritos, extremo que la ten¨ªa en un estado de gran desasosiego", dice en una denuncia al juez. Isabel hab¨ªa autorizado que sujetasen a su madre, pero no que la maltratasen. ?ste fue el ¨²ltimo episodio de un mes en el que su madre sufri¨® un trato que ha tenido consecuencias para su salud. La ha sacado de la residencia, la misma cuyo director orden¨® rebajar la calidad y cantidad de la comida.

Las quejas fueron respondidas con un "agradecemos su colaboraci¨®n"

La denuncia de Isabel desgrana la cadena de desgracias de su madre: en cuatro ocasiones se equivocaron al darle la medicaci¨®n; otras veces la encontr¨® mojada o sin ropa interior, y el m¨¦dico no le diagnostic¨® un esguince. Como denuncia esta mujer, y ha comprobado este peri¨®dico, s¨®lo hay dos auxiliares para atender a 32 residentes.

Por su parte, la Consejer¨ªa de Familia ha ignorado en el ¨²ltimo a?o denuncias de familiares de ancianos de la residencia Goya, en la que, seg¨²n el libro de incidencias, varios mayores han despertado "llorando porque estaban llenas de orina" o "en condiciones higi¨¦nicas lamentables". En mayo del a?o 2007, seis familias mostraron su "indignaci¨®n ante la mala elaboraci¨®n de las comidas y la escasez". Meses m¨¢s tarde, en agosto y septiembre, otra familia present¨® sendas denuncias por la "falta de personal".