?Tiene usted un voto ¨²til?
Si hoy es viernes, esto es Dinamarca. Pues no, o s¨ª, seg¨²n se mire. Hoy se acaba el campeonato de lanzamiento de mensajes y llega el triunfo de la calma, es decir de Dinamarca. A votar, a contar, a calcular y a concluir. Quedan sin embargo, un resquicio, la habitual inquisici¨®n sobre lo que es y no es el voto ¨²til. Para los grandes, el voto ¨²til es no votar a los peque?os o geogr¨¢ficamente reducidos; para los peque?os, el voto ¨²til es el voto de la conciencia ideol¨®gica. Para los geogr¨¢ficamente m¨¢s reducidos, el asunto resulta m¨¢s sibilino, no tan maniqueo. Por ejemplo, para Urkullu el voto ¨²til es no apoyar las opciones independentistas y para EA, por boca de Azkarraga, esa postura denigra el adjetivo nacionalista que acompa?a a las siglas de los jeltzales. Cada cual defiende su cuarto de estar, sin saber siquiera si hablan de la misma casa.
Lo curioso es que Urkullu ha elegido Madrid para lanzar sus mensajes m¨¢s contundentes, aunque no siempre le engrandezcan. En Euskadi se ha instalado la sensaci¨®n de que Zapatero ha ganado las elecciones, una postura que, de paso, puede rebajar incluso los ¨ªndices de participaci¨®n. Hasta el rabo todo es toro. Y el rabo se acaba hoy con los ¨²ltimos actos para todos los pol¨ªticos, menos para Esperanza Aguirre que ma?ana, s¨¢bado, se va a dar un paseo por el Retiro mendigando una fotograf¨ªa de ventas posbalance. En verdad, en verdad me pregunto: ?cu¨¢ntos votos vale una foto de Espe en la ¨²ltima curva de la ¨²ltima vuelta? Este s¨ªmil no es de un servidor, sino del propio Rajoy, que ya empieza a asumir que su situaci¨®n no es nada ventajosa, que el resto ya le aparcan a un costado y s¨®lo conf¨ªa en el ¨²ltimo volantazo.
En Euskadi ocurre igual. Las cosas se antojan claras. Se piensa en la gobernabilidad, en el refer¨¦ndum de octubre (m¨¢s virtual que real), en el tripartito, en el liderazgo pol¨ªtico y emocional del pa¨ªs, en las luchas intestinas, en los liderazgos discutibles o indiscutidos. Las elecciones del 9 de marzo no ser¨¢n un relato breve en Euskadi. Hay demasiadas cosas en el aire como para que pasen desapercibidas como part¨ªculas de polvo en el temporal de la pol¨ªtica.
Por eso se habla tanto del voto ¨²til, una expresi¨®n absurda porque todo voto es ¨²til.Es como lo del d¨ªa de la mujer trabajadora. Salvo contadas expepciones que todos conocemos en nuestro entorno (mujeres vagas, como hombres, haberlas haylas), la mujer por su doble condici¨®n es una pluriempleada sin reconocimiento laboral. Pues bien, voto y ¨²til es la misma cosa. Despu¨¦s del anuncio peneuvista del argentino, me quedo con el de los socialistas de "vota con todas tus fuerzas". ?Y eso c¨®mo se hace?
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