La venganza contra Zapatero
La banda amenaz¨® con atentar en elecciones si no se aceptaban sus propuestas
El atentado mortal de ETA, ayer, en Mondrag¨®n (Guip¨²zcoa) contra el militante socialista Isa¨ªas Carrasco no sorprendi¨® ni a La Moncloa ni a la direcci¨®n socialista. El asesinato de ETA es una venganza anunciada de la banda contra el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, por el frustrado proceso de final dialogado del terrorismo. ETA advirti¨® el pasado 5 de enero en Gara, tras el atentado contra la sede socialista de Balmaseda (Vizcaya), que "los militantes del PSOE deber¨ªan reflexionar sobre las consecuencias que acarrean para todos estas situaciones".
Unas l¨ªneas antes, ETA se hab¨ªa referido a "estas situaciones": "Zapatero ha tomado la misma senda de Gonz¨¢lez y Aznar. Ha perdido una oportunidad inmejorable para reformar el Estado fascista que gobierna". Y lo explicaba: "Esto fue lo que pudimos comprobar en el proceso de negociaci¨®n. Entraron en el mismo con objetivos malintencionados y no tuvo recorrido. Desde entonces, tal y como han proclamado repetidas veces, han vuelto a mantener su apuesta basada en la represi¨®n".
ETA amenaz¨® a Zapatero por tomar "la misma senda de Gonz¨¢lez y Aznar"
Batasuna alarde¨® de las consecuencias que tendr¨ªa la vuelta del terrorismo
La elecci¨®n de una v¨ªctima tan f¨¢cil pone en evidencia la debilidad de ETA
La banda s¨®lo ha podido mantener operativo al 'comando Vizcaya'
ETA volv¨ªa a la carga contra los socialistas: "Hacemos un llamamiento a los militantes del PSOE a que pregunten al ministro Rubalcaba, al presidente Zapatero o a fascistas como Ares hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a llegar en sus pr¨¢cticas represivas". Esta ¨²ltima comunicaci¨®n fue el ataque m¨¢s preciso de la banda contra los socialistas.
Desde el comunicado reivindicativo del atentado de la T-4, en enero de 2007, la banda ha responsabilizado permanentemente del fracaso del proceso al PSOE, al PNV, a Zapatero, a P¨¦rez Rubalcaba y a Josu Jon Imaz. E incluso cuando responsabiliz¨® a la prensa, en el Zutabe de septiembre, cit¨® a periodistas de dos diarios que apoyaron, con alguna reserva, el proceso de final dialogado del terrorismo: El Diario Vasco y EL PA?S. Nunca cit¨® a medios y periodistas que boicotearon desde el principio del proceso.
La banda, antes de cometer el asesinato de ayer, ya hab¨ªa atentado contra varias sedes socialistas y contra la Ertzaintza (polic¨ªa aut¨®noma Vasca) a la que identifica con el PNV.
Tanto ETA como Batasuna lanzaron advertencias en esta direcci¨®n en la fase terminal del proceso de final dialogado del terrorismo. Llegaron a alardear ante los socialistas de que ten¨ªan a Zapatero muy comprometido, porque si rechazaba sus propuestas y el terrorismo regresaba perder¨ªa las elecciones ante la posici¨®n tan beligerante del PP. "Zapatero tiene una bomba bajo sus pies", dijo la representaci¨®n de Batasuna a la del PSE poco antes de que se rompieran las conversaciones entre los partidos vascos, a finales del oto?o de 2006.
ETA, efectivamente, ha consumado su particular ajuste de cuentas contra Zapatero, concretado en uno de los suyos, por el fracaso del proceso. Pero, pese a haberlo conseguido, no puede ocultar la evidencia de que atraviesa el momento de m¨¢xima debilidad operativa de su historia.
La primera constataci¨®n de ello se encuentra en el hecho de haber elegido una v¨ªctima como Isa¨ªas Carrasco, un concejal socialista de Mondrag¨®n hasta mayo de 2007 a quien se hab¨ªa retirado la escolta hace poco m¨¢s de un mes, lo cual le convirti¨® en presa m¨¢s f¨¢cil para los asesinos. Los sucesivos atentados contra agentes de la Ertzaintza que le precedieron, todos ellos fallidos, dejan esa impronta de gente inexperta aunque peligrosa, que hoy transmiten los comandos etarras.
Todo indica que el atentado es obra del comando Vizcaya que se mueve por el corredor interno del Pa¨ªs Vasco que discurre entre Durango, Elorrio y Mondrag¨®n. Se trata del ¨²nico grupo armado que ETA ha podido mantener operativo frente a la presi¨®n policial que sigui¨® al atentado de la T-4. Y en el que se ha apoyado para llevar a cabo la ofensiva que sigui¨® a la ruptura de la tregua, neutralizada por la eficacia policial: las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro comandos antes de que llegaran a atentar. Y aunque la banda intent¨® poner siete coches bomba, s¨®lo lo lograron una vez mientras fracasaron en seis.
Si se compara la ofensiva que inici¨® ETA tras romper la tregua de Lizarra en enero de 2000 con la que ha podido llevar a cabo desde el pasado a?o, los resultados muestran hasta qu¨¦ punto ha menguado la banda. Entonces, al menos doce comandos de ETA llevaron a cabo atentados, dentro y fuera del Pa¨ªs Vasco. Tras la ¨²ltima tregua, tan s¨®lo dos, el comando Vizcaya y el comando Elurra, autor de la bomba de Barajas y ya detenido, han logrado sus objetivos.
Pero la banda sigue impermeable a estas evidencias externas. Con este atentado ha puesto al pie de los caballos al ayuntamiento de Mondrag¨®n cuya regidora, Inocencia Galparsoro, de ANV, deber¨¢ optar por condenar o no el atentado.
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