Ser un refugiado ante la pantalla
Nacen juegos que invitan a reflexionar sobre las injusticias o la ecolog¨ªa
Isaac Asimov insisti¨® a lo largo de su prol¨ªfica carrera como escritor en que la tecnolog¨ªa no es ni buena ni mala; todo depende del uso que se le d¨¦. La satanizaci¨®n de los videojuegos es un lugar com¨²n y se olvida tambi¨¦n que est¨¢ en manos de la sociedad la posibilidad de crear software educativo y juegos que promuevan valores ¨¦ticos y sociales.
Un inmigrante que intenta permanecer en Estados Unidos protagoniza 'Iced'
Unkasoft, una compa?¨ªa salmantina especializada en la creaci¨®n de juegos para tel¨¦fonos m¨®viles, acaba de entregar a la ONG Oxfam Australia su videojuego Refugee. Su protagonista es Aissa, una refugiada, madre de cuatro hijos, que debe sortear minas personales y barrancos para conseguir comida antes de que los suyos mueran de hambre. El juego es ameno, pero plantea la dif¨ªcil tesitura de determinar si no frivoliza una cuesti¨®n tan compleja. Al terminar aparece un mensaje claro: "Esto no es s¨®lo un juego. ?Quieres cambiar la situaci¨®n? Act¨²a".
Refugee ha sido aceptado por la iniciativa Games For Change, una suerte de ONG neoyorquina consagrada a dar apoyo a "organizaciones o individuos que utilicen los videojuegos para contribuir al cambio social". Su web incluye el enlace con una veintena de juegos que considera ejemplares en este sentido y que cubren diversos temas de inter¨¦s social: la ecolog¨ªa, la pobreza, el consumo sostenible o el reciclaje.
De todos ellos, el que ha cosechado m¨¢s premios es Real Lives, de la compa?¨ªa californiana Educational Simulations (se puede descargar gratis desde www.educationalsimulations.com). Se trata de un juego absorbente del tipo llamado conversacional (pues se desarrolla sin im¨¢genes, s¨®lo con di¨¢logos) y que invita a reflexionar. Al arrancar la partida, nuestro personaje nacer¨¢ en cualquier lugar del mundo. Bas¨¢ndose en la realidad, posiblemente lo har¨¢ en China, India o en un pa¨ªs africano. A partir de ah¨ª tendr¨¢ las mismas posibilidades estad¨ªsticas de contraer enfermedades o sufrir accidentes que cualquier otro habitante de ese lugar. El jugador tendr¨¢ que decidir a qu¨¦ dedica su tiempo, qu¨¦ estudia -si es que no debe ayudar a sus padres para conseguir comida-, cu¨¢ndo se inicia en el sexo... Un golpe de mala suerte puede terminar con su vida de un turno a otro.
En la misma l¨ªnea, la ONG Breakthrough ha creado Iced (www.icedgame.com), en el que el jugador se convierte en un inmigrante que intenta permanecer en Estados Unidos. Puede ser un mexicano que dej¨® caducar su visado de turista, un haitiano que se alist¨® y acab¨® en Irak, un estudiante japon¨¦s... "Ning¨²n documental ni ning¨²n libro permiten empatizar con la situaci¨®n de otra persona como lo hace un videojuego", explican desde esta organizaci¨®n.
Entre los dem¨¢s juegos que Games for Change apadrina destaca Darfur is Dying (www.darfurisdying.com), al que ya han jugado un mill¨®n de personas. En ¨¦l, los jugadores buscan sobrevivir en esa castigada regi¨®n africana. Otros t¨ªtulos son Homeless, en el que se simula 24 horas de la vida de un vagabundo; Climate Challenge, desarrollado por la BBC en su web; o Wasteland Adventure, sobre el reciclaje y sus consecuencias positivas para el planeta.
Games for Change organiza un festival anual para presentar nuevos juegos dentro de estos par¨¢metros, y cuenta con el apoyo de organizaciones tan importantes como Naciones Unidas o Microsoft, que parece dispuesta a encontrar un hueco en XBox Live para este tipo de producciones. Eso s¨ª, todo ello, de momento, se encuentra ¨²nicamente en ingl¨¦s.
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