El portugu¨¦s m¨¢s 'ib¨¦rico'

Am¨¦rico Amorim, que a partir de algo tan humilde como el corcho, ha levantado un imperio diversificado que va desde las empresas forestales y agr¨ªcolas hasta el petr¨®leo, el textil o la banca, no s¨®lo es el segundo empresario m¨¢s rico del pa¨ªs vecino, sino que tambi¨¦n en Espa?a se le podr¨ªa incluir entre los empresarios e inversores de m¨¢s post¨ªn. El empresario, que empez¨® en nuestro pa¨ªs hace muchos a?os con el corcho, no s¨®lo es ya el primer fabricante de derivados de este producto en Espa?a, sino que no ha dejado de incrementar sus inversiones e intereses en nuestro pa¨ªs.

Galp, de la que tiene el 33,34%, es ya una de las primeras petroleras en el mercado espa?ol, con una facturaci¨®n de 2.540 millones de euros en el a?o 2006. M¨¢s importante a¨²n, si cabe, es su participaci¨®n en el Popular, que alcanzaba a finales de enero el 7,8% del capital del banco (956 millones de euros), lo que le convierte en primer accionista individual de la entidad.

"Siempre consider¨¦ que la banca espa?ola es una de las m¨¢s sanas de Europa, con un Banco de Espa?a muy riguroso", afirma Amorim

Falsas alarmas

Todo esto no ha sido fruto de la casualidad. El empresario luso, de Oporto, como su colega Belmiro de Azevedo, ha mostrado siempre gran inter¨¦s por Espa?a, un pa¨ªs en el que ha invertido, adem¨¢s, en bodegas (Arco), inmobiliario (divisi¨®n que vendi¨® al grupo Chamart¨ªn) o en una red de oficinas para los trabajadores extranjeros (BEM Centro del Inmigrante) en asociaci¨®n con ocho cajas de ahorros.

Su ascenso en el Popular (en el que empez¨® comprando el 4,5% del capital) ha suscitado alg¨²n que otro interrogante teniendo en cuenta que Amorim no ha sido, en el negocio bancario, un mero inversor. Fue, a fin de cuentas, fundador del Banco Comercial Portugu¨¦s (BCP), el mayor banco luso, que dejar¨ªa debido a diferencias con Jardim Gon?alves, el presidente. Es tambi¨¦n uno de los principales accionistas del angole?o Banco Internacional de Cr¨¦dito (BIC), una de las primeras entidades en el pa¨ªs africano y que va a empezar en abril a operar en Portugal.

Pero son falsas alarmas. Todo indica que Amorim es un aliado leal del actual grupo de control del Popular. ?l mismo explica que entr¨® en el banco -despu¨¦s de venderle a ¨¦ste su banco portugu¨¦s, el Banco Nacional de Cr¨¦dito Inmobiliario (BNC)- debido a la admiraci¨®n que sent¨ªa por su modelo de gesti¨®n. "Conoc¨ªa el banco desde 1984, cuando coincid¨ª en el BCE con Ricardo la Casa, y siempre me pareci¨® una entidad con gran transparencia, eficacia y respeto por los accionistas". Y no s¨®lo el empresario se decant¨® por un banco espa?ol, tambi¨¦n porque "siempre consider¨¦ que la banca espa?ola es una de las m¨¢s sanas de Europa, con un Banco de Espa?a muy riguroso, lo que la convierte en un ¨¢rea que no da preocupaciones a los inversores".

Al contrario de otros empresarios portugueses, que han tratado de asentarse en Espa?a en solitario y han tenido dificultades de entendimiento con sus colegas o socios espa?oles (el caso de Belmiro de Azevedo), Amorim cae muy bien a este lado de la frontera. En el Popular le aprecian y le consideran uno de los suyos. Su ascenso en el capital es una actitud perfectamente compartida, que posiblemente proseguir¨¢ con nuevas adquisiciones, esto pese a que el magnate prefiere no soltar prenda al ser preguntado por sus proyectos en el banco. "Eso s¨®lo Dios lo sabe", dice tajante.

Su facilidad para hacer amigos le ha permitido tambi¨¦n convertir Caixa Galicia en su socio en Galp. La caja gallega vio en Amorim una buena oportunidad para entrar en la petrolera lusa tras la venta por EDP de su paquete en aquella empresa. Y lo hizo de la mano de Amorim, que, al ser de Oporto, es pr¨¢cticamente paisano de Jos¨¦ Luis M¨¦ndez, el director general de la entidad coru?esa.

De este empresario se puede decir todo menos que es un inversor pasivo ah¨ª donde se encuentre. Tiene grandes proyectos para Galp, no s¨®lo en Portugal, sino a escala mundial y tambi¨¦n en Espa?a. Una de sus preocupaciones es convertir la petrolera lusa, muy centrada en refino y distribuci¨®n, en una productora de cierto relieve. "Estamos decididos", afirma, "a lograr para la empresa una autonom¨ªa en materias primas, sea en crudo o en gas". El empresario mira especialmente a Angola (una de las zonas de exploraci¨®n de Galp junto con Brasil) en lo que se refiere a estos proyectos. "El que Sonangol sea accionista de Amorim Energ¨ªa", explica, "favorece la intensidad de nuestras relaciones con Angola, un pa¨ªs en el que hay cada vez m¨¢s petr¨®leo".

El apoyo de Caixa Galicia le ayudar¨¢ tambi¨¦n a reactivar sus actividades en Espa?a, no s¨®lo en la red de gasolineras, sino en otros negocios como el gas o los productos especializados. "Queremos que Galp crezca en el mercado espa?ol", apunta.

Don de gentes

Se podr¨ªa decir que su entendimiento con M¨¦ndez se debe a la cercan¨ªa. Pero lo cierto es que su don de gentes le conduce a llevarse bien con todos, incluso con los que est¨¢n en sus ant¨ªpodas. Fue el empresario portugu¨¦s que m¨¢s negocios hizo con los pa¨ªses del Este, en los que fue pionero con sus productos de corcho. Es posible que ese conocimiento de los mercados del Este le haya facilitado a Amorim (cuyas empresas fueron tambi¨¦n nacionalizadas en 1975) la posibilidad de que Gazprom entre en el capital de Galp, una operaci¨®n en proceso de negociaci¨®n. Su divisi¨®n hotelera (ahora vendida) apost¨® sin vacilar por Cuba, donde lleg¨® a tener varios hoteles.

Es posiblemente el empresario luso mejor posicionado en Angola, con excelentes relaciones con Eduardo dos Santos, el presidente, y tambi¨¦n con su hija, Isabel dos Santos, con la que contribuy¨® a fundar el BIC. Amorim muestra tal pasi¨®n por el pa¨ªs africano, que no duda en aconsejar a sus colegas espa?oles que inviertan ah¨ª, "uno de los pa¨ªses", dice, "m¨¢s ricos y prometedores de ?frica, con estabilidad pol¨ªtica y que recibe muy bien a los inversores".

El que se hiciera con Galp fue muy bien recibido por la opini¨®n p¨²blica lusa y los cuadros de la empresa, algo cansados de la gesti¨®n err¨¢tica de la compa?¨ªa. Y b¨¢sicamente porque se le considera un empresario moderno y eficaz. De hecho, se puede decir de ¨¦l que fue el inventor del corcho moderno, tal como lo conocemos. De no ser por sus iniciativas (en materia comercial y tecnol¨®gica), es posible que hoy us¨¢ramos corchos sint¨¦ticos.