Las carcajadas de M¨ªster No

Ian Paisley ha anunciado su pr¨®xima renuncia como ministro principal de Irlanda del Norte. Tras m¨¢s de 40 a?os interpretando el personaje del Se?or No, el anciano reverendo y pol¨ªtico radical, feroz enemigo del catolicismo, ha acabado su carrera transformado por la prensa y sus cr¨ªticos en un c¨®mico de televisi¨®n: su inesperada buena sinton¨ªa con su adjunto, Martin McGuinness, con el que ha compartido chocantes carcajadas p¨²blicas, les ha valido a ambos el apelativo de "los hermanos Chuckle", una pareja de c¨®micos muy populares en las islas. McGuinness fue en tiempos pistolero del IRA y se le suponen las manos manchadas de sangre.

Las risotadas de Paisley no son absolutamente incoherentes: siempre dijo que jam¨¢s pactar¨ªa con los republicanos del IRA/Sinn Fein hasta que no abandonaran las armas, y as¨ª ha sido. Pero Paisley ha podido llevar su puritanismo hasta el final gracias al sacrificio de otros. Su partido no firm¨® los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 y reneg¨® del proceso de paz. Sin aquel di¨¢logo que culmin¨® hace ahora casi 10 a?os, Paisley no habr¨ªa podido apuntarse las medallas que ahora exhibe. Aquel di¨¢logo lo apuntalaron sobre todo los unionistas moderados de David Trimble y los nacionalistas pro irlandeses de John Hume, cuyos partidos acabaron engullidos electoralmente por el radicalismo de Paisley y el republicano Gerry Adams.

En s¨®lo un a?o al frente del Gobierno del Ulster, Ian Paisley ha conocido las amarguras de la pol¨ªtica convencional. Sus seguidores m¨¢s fieles no le han perdonado su compadreo con McGuinness: primero le castigaron a ¨¦l empuj¨¢ndole a abandonar el liderazgo de la iglesia fundamentalista protestante que ¨¦l mismo hab¨ªa creado y luego castigaron a su partido en unas elecciones parciales el D¨ªa de San Valent¨ªn. Su hijo, que lleva su mismo nombre, tuvo que dejar el Ejecutivo aut¨®nomo hace un mes por un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n inmobiliaria. Con casi 82 a?os en sus anchas espaldas, el reverendo ha decidido retirarse antes de que le empujen p¨²blicamente a hacerlo.