Narc¨®tico
Lo peor es que los resultados del pasado 9-M act¨²en como un perverso y poderoso narc¨®tico que impida a los afectados ver debidamente la realidad. Y lo cierto es que nos disponemos a vivir un nuevo mandato con mayor¨ªa absoluta del PSOE en Andaluc¨ªa. Cuatro a?os por delante de un Manuel Chaves que afronta, a partir de esta semana, la confecci¨®n de un nuevo gobierno que puede que incluya algunas claves de cara al futuro de los socialistas en nuestra comunidad, o no, tal y como dir¨ªa el mismo Rajoy. Pero no por ello debe olvidarse que ha de configurar un Ejecutivo obligado a responder adecuadamente a los importantes desaf¨ªos que tiene ante s¨ª nuestra tierra, al margen de los requisitos territoriales y org¨¢nicos que ha de manejar para formar a su equipo. Triunfo incontestable, en fin, que tienen derecho a disfrutar pero que tampoco debe impedir el ajuste fino que corresponda con tal de evitar que las grietas surgidas en M¨¢laga y Almer¨ªa se abran a¨²n m¨¢s. Eso sin olvidar que no pueden perder peso espec¨ªfico en el nuevo gobierno que configure Zapatero a favor de otros, como puede ser el caso de los socialistas catalanes, ¨¢vidos como est¨¢n por hacerse, cuanto menos, con el Ministerio de Fomento, en manos, hasta ahora, de Magdalena ?lvarez.
En el PP tienen razones para estar contentos. Mejoran notablemente, pero no deben olvidar un detalle. Y es que los andaluces siguen sin fiarse del todo de ellos. Igualmente, tienen que ser, y de hecho lo son, plenamente conscientes de que les esperan otros cuatro a?os en la oposici¨®n, con lo que eso quema, por lo que, aparte de dise?ar una estrategia de control eficaz de la acci¨®n de gobierno, han de poner especial empe?o en articular un discurso verdaderamente moderado, sin la incorporaci¨®n de la mercanc¨ªa "averiada" que le obligan a comprar otros, tal y como ocurre con la peregrina teor¨ªa del "r¨¦gimen". Todo ello sin dejar atr¨¢s lo sustancial: no basta con apelar al cambio pol¨ªtico, hay que asumirlo como propio para as¨ª preconizarlo despu¨¦s hacia los dem¨¢s.
En IU, es meritorio el logro obtenido. No s¨®lo mantienen posiciones, sino que, adem¨¢s, consigue esca?o Diego Valderas, y para colmo, en medio de convulsiones internas muy severas. El pol¨ªtico onubense se sit¨²a en primera l¨ªnea para librar las batallas que sean menester en el seno de dicha formaci¨®n. A¨²n as¨ª, debe perder el menor tiempo posible en esta tarea y dedicarse, m¨¢s bien, a cerrar heridas de una vez por todas y hacer de IU, en efecto, una fuerza ¨²til para los andaluces. Y en cuanto a los andalucistas, el narc¨®tico es total. No salen del sue?o profundo y lo peor es que ahora no tienen a un Pacheco que se precie para echarle la culpa de todo. Si siguen sin darse cuenta del pozo en el que han ca¨ªdo, nunca estar¨¢n en condiciones de recuperar el voto que otros le han arrebatado.
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