El segundo reto del PSC
Los socialistas catalanes se enfrentan ahora a un reto probablemente m¨¢s dif¨ªcil para ellos que el de ganar las elecciones legislativas en Catalu?a: tienen que imponerse dentro del PSOE y del nuevo Gobierno que forme Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como lo que son desde el domingo: el activo territorial m¨¢s decisivo del socialismo en Espa?a.
?sta es una situaci¨®n que no gusta nada a muchos de sus compa?eros del PSOE. La c¨²pula del socialismo hispano tiende a gestionar sus victorias como si no se las debiera a nadie m¨¢s que a los electores o, como m¨¢ximo, a reconocer el enorme peso del socialismo andaluz. A los dem¨¢s, palmaditas en la espalda y poco m¨¢s, salvo reconocer que el PSC organiza los grandes m¨ªtines electorales mejor que nadie.
Se abre la batalla para convertir en poder concreto la condici¨®n de representante de Catalu?a
Cuando Felipe Gonz¨¢lez gan¨® las elecciones por vez primera, en 1982, se llev¨® a su primer Gobierno la principal figura pol¨ªtica de que dispon¨ªa el PSC, Narc¨ªs Serra, que a la saz¨®n era alcalde de Barcelona. Y le encarg¨® una de las m¨¢s dif¨ªciles tareas en aquel momento: la reforma del Ej¨¦rcito franquista. Con Serra se fueron a Madrid un buen pu?ado de socialistas catalanes, entre 40 y 50, seg¨²n el momento, que ocuparon altos cargos en los segundos y terceros escalones de los sucesivos gobiernos socialistas. Luego, Serra ascendi¨® a la vicepresidencia del Gobierno y desde all¨ª pod¨ªa ocuparse de los asuntos catalanes con una mirada transversal sobre toda la acci¨®n del Ejecutivo.
Aunque en 2004 Zapatero puso en su primer Gobierno nada menos que al primer secretario del PSC, Jos¨¦ Montilla, hoy presidente de la Generalitat, lo cierto es que la experiencia no fue en absoluto comparable en este aspecto a lo que fue la etapa de Serra. Montilla y sus sucesores Joan Clos y Carme Chac¨®n no han estado acompa?ados en los gobiernos de Zapatero por una cohorte equiparable a la que el PSC aport¨® a los gobiernos de Gonz¨¢lez. Y su peso pol¨ªtico como ministros en el Ejecutivo ha sido perfectamente descriptible.
La cuesti¨®n que ahora se plantea es la siguiente: ?hay que volver a la f¨®rmula Serra, por decirlo de alg¨²n modo, o hay que conformarse con la f¨®rmula Montilla-Clos? Tambi¨¦n puede verse desde otros ¨¢ngulos. ?ste, por ejemplo: ?le conviene al PSC aceptar que se forme otro gobierno plagado de pol¨ªticos que pierden las elecciones en sus circunscripciones, dan lecciones a los catalanes sobre qu¨¦ debe hacerse en Espa?a y siguen recit¨¢ndole al PSC la cancioncita de la imprescindible solidaridad catalana y bla, bla, bla?
Las primeras tomas de posici¨®n, ya en la noche electoral, indican que el PSC reivindica su posici¨®n de representante mayoritario de los electores catalanes, que se retroalimenta con su condici¨®n de primer partido en la coalici¨®n gobernante en la Generalitat. Lo que hay que ver ahora es c¨®mo se traduce esto en peso pol¨ªtico real en el d¨ªa a d¨ªa del nuevo Gobierno de Espa?a, justo cuando CiU est¨¢ a la espera de que se la llame para completar la mayor¨ªa de gobierno. Se abre as¨ª una batalla para convertir en poder pol¨ªtico concreto la condici¨®n de mejor representante de los intereses catalanes en la capital. Y la primera parte de esta batalla se libra en los despachos del PSOE, donde la competencia es tambi¨¦n muy dura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.