El gobernador de Nueva York, en la cuerda floja por un esc¨¢ndalo de prostituci¨®n
El dem¨®crata Eliot Spitzer hizo de la moralidad el pilar de su programa
Eliot Spitzer, gobernador dem¨®crata del Estado de Nueva York, se vio inmerso ayer en un turbio esc¨¢ndalo sexual, tras supuestamente haber solicitado los servicios de una prostituta en una reciente visita a Washington. Spitzer, casado y con tres hijas, que ejerci¨® previamente como fiscal general, hizo de la moralidad uno de los pilares de su programa pol¨ªtico en Albany, para poner fin precisamente a los esc¨¢ndalos en la capital del Estado.
Spitzer reconoce que ha traicionado sus convicciones y a su familia
El gobernador, de 48 a?os, hizo una peque?a declaraci¨®n en la que se limit¨® a pedir disculpas por su conducta. Y aunque no cit¨® directamente la palabra dimisi¨®n, se daba casi por hecha. "No creo que a largo plazo la pol¨ªtica se trate de individuos sino de ideas, del bien p¨²blico y de hacer lo mejor por el Estado", dijo. Y cerr¨® su declaraci¨®n reconociendo haber traicionado sus convicciones y haberle fallado a su familia, y precis¨® que ahora se dedicar¨¢ a recuperar su confianza.
Spitzer, que apenas tiene cumplido un a?o de mandato, est¨¢ considerado como una persona controvertida en Nueva York por su cruzada contra la corrupci¨®n. Pero sobre todo en Wall Street, donde se gan¨® muchos enemigos cuando carg¨® desde la fiscal¨ªa neoyorquina contra los grandes nombres del sector financiero, por los abusos que estaban cometiendo contra los intereses de los inversores, en concreto en la industria de los fondos de inversi¨®n.
El gobernador protagoniz¨® adem¨¢s en su etapa como fiscal una de las mayores redadas contra la prostituci¨®n en el Estado de Nueva York, que acab¨® con el arresto hace cuatro a?os de 16 personas en una red en Staten Island. En ese momento, el fiscal declar¨® que era una "trama sofisticada y lucrativa, con una estructura muy diversificada". "Pero s¨®lo prostituci¨®n", precis¨® entonces.
Ahora, cuatro a?os despu¨¦s, se le se?ala como cliente del Emperors Club VIP en Washington, donde solicit¨® el servicio de una prostituta bajo otro nombre durante la noche del 13 de febrero, un d¨ªa antes de San Valent¨ªn. El gobernador, identificado como "Cliente n¨²mero 9" en los documentos que maneja la fiscal¨ªa en Manhattan, viaj¨® a la capital para recaudar fondos.
Eliot Spitzer, del que se lleg¨® a decir que ten¨ªa aspiraciones presidenciales, anul¨® ayer todos los actos p¨²blicos que ten¨ªa previsto para la jornada e inform¨® a otros miembros de la administraci¨®n sobre el asunto. Anoche se especulaba con que el gobernador podr¨ªa anunciar su dimisi¨®n en breve si quer¨ªa profesar con el ejemplo que reclam¨® durante su etapa de fiscal, y evitar as¨ª da?os mayores a su ya tocada carrera pol¨ªtica.
La noticia se recibi¨® con una mezcla de incredulidad y sorpresa en la ciudad de los rascacielos. El primer a?o de Eliot Spitzer como gobernador de Nueva York fue especialmente complicado, por el azote de los esc¨¢ndalos y por varios fracasos legislativos. Sin embargo, su administraci¨®n parec¨ªa haber recuperado las riendas de la situaci¨®n y se alumbraba la posibilidad de que el partido dem¨®crata pudiera hacerse con el control del Senado en Albany por primera vez en cuatro d¨¦cadas.
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