Mercado contra Estado
Con ocasi¨®n de las elecciones generales en Espa?a, una importante emisora de radio parisina entrevist¨® a Jos¨¦ Maria Aznar. Como es habitual, ¨¦ste elogi¨® de modo ditir¨¢mbico el neoliberalismo, critic¨® a los socialistas e hizo alusi¨®n, con mayor desprecio si cabe, a los altermundialistas. Normal. Aznar sabe que el mayor adversario de sus amigos neoconservadores liberales es, en efecto, el altermundialismo. Algunos a¨²n se preguntan: ?Qu¨¦ es eso del altermundialismo? ?Un partido pol¨ªtico? ?Un sindicato? ?Una organizaci¨®n no gubernamental? ?Cu¨¢l es su programa? ?D¨®nde esta su sede? ?Qui¨¦nes son sus jefes? Las respuestas suponen que se sepa, primero, qu¨¦ es la globalizaci¨®n neoliberal.
El altermundismo es una galaxia de todos los que protestan y sufren los efectos de la globalizaci¨®n
A estas alturas ya nadie ignora que la globalizaci¨®n, fen¨®meno esencialmente econ¨®mico, favorece el libre comercio. Cada vez hay m¨¢s pa¨ªses que intercambian una cantidad cada vez mayor de bienes y de servicios. Para que este intercambio sea m¨¢s intenso, la l¨®gica de la globalizaci¨®n exige la supresi¨®n de todas las barreras que pueden frenar los intercambios comerciales: aranceles aduaneros, tasas, leyes y reglamentos proteccionistas, etc¨¦tera. Esto acarrea el desmantelamiento del sector econ¨®mico controlado por el Estado, ya que ¨¦ste tiene tendencia a proteger ese sector y no abrirlo a la competencia. Por eso la globalizaci¨®n rima, en todo el planeta, con privatizaci¨®n de todos los sectores p¨²blicos controlados por el Estado (educaci¨®n, salud, electricidad, radio y televisi¨®n p¨²blicas, tel¨¦fono, agua, energ¨ªa, ferrocarriles, autopistas, compa?¨ªas a¨¦reas...)
Por otra parte, al suprimir las barreras se favorecen las importaciones, las cuales entran en competencia con la producci¨®n local. Una competencia frecuentemente desleal, ya que los nuevos pa¨ªses exportadores no tienen la misma legislaci¨®n social, la misma exigencia ecol¨®gica, no proh¨ªben el trabajo de los ni?os, etc¨¦tera. Por eso, en muchos pa¨ªses europeos, como consecuencia de la globalizaci¨®n, han desaparecido tantas industrias -astilleros, pesca, textil, minas- y tantos miles de empleos. Se acelera la huida de las f¨¢bricas, la deslocalizaci¨®n, hacia zonas de salarios ultrabajos (China, India).
La globalizaci¨®n liberal defiende el mercado y combate el Estado. Por eso es parad¨®jico que, en Espa?a, el PP pretenda defender a ultranza el mercado contra el Estado y, a la vez, el Estado contra las autonom¨ªas. La globalizaci¨®n es una lucha sin cuartel que enfrenta el sector privado contra el sector p¨²blico, lo individual contra lo colectivo, el ego¨ªsmo contra la solidaridad, el enriquecimiento personal contra el bien com¨²n general. La globalizaci¨®n y las instituciones que la promueven (FMI, OMC, Banco Mundial) se esfuerzan en reducir al m¨¢ximo el Estado, disminuyendo su presupuesto, limitando el n¨²mero de funcionarios y suprimi¨¦ndole toda actividad econ¨®mica.
La globalizaci¨®n es, sobre todo, un fen¨®meno financiero. Lo que m¨¢s circula en el mundo, sin ning¨²n tipo de trabas, son los capitales. Aproximadamente, dos billones de euros cada d¨ªa. Hay que saber que la econom¨ªa real -la que crea empleos y produce bienes-, representa s¨®lo cuatro billones de euros anuales. O sea, que equivale a apenas ?dos d¨ªas! de actividad econ¨®mica mundial, que 363 d¨ªas al a?o es puramente financiera.
Lo que m¨¢s se compra y se vende, no es el trigo o el petr¨®leo sino las divisas, el d¨®lar, el franco suizo, el yen y el euro. Ello da lugar a una especulaci¨®n colosal, que enriquece a quienes tienen capitales. Consecuencia: los ricos son cada d¨ªa menos numerosos pero m¨¢s ricos, y los pobres cada vez m¨¢s numerosos y m¨¢s pobres... En la era de la globalizaci¨®n, la terrible realidad social del planeta es que hay apenas 500 millones de personas que viven como un europeo medio, mientras que los que sufren necesidad son ?m¨¢s de 5.000 millones!
Entonces, ?qu¨¦ es el altermundialismo? Pues sencillamente el conjunto de protestas, en todos los continentes, de todos aquellos (mujeres, campesinos, ind¨ªgenas, ecologistas, obreros, estudiantes, maestros, minor¨ªas culturales) que se ven afectados negativamente por la globalizaci¨®n liberal. No es un partido, es una galaxia que reune a asociaciones muy diversas, pero que coinciden en la denuncia de la globalizaci¨®n. No tienen sede, ni tampoco jefes comunes. Pero se dan cita para manifestar en donde se re¨²nen los nuevos amos del mundo: el G-8, Davos, las Cumbres europeas, el FMI, la OMC, la OCDE, el Banco Mundial. Y tambi¨¦n en las urnas. Como el pasado domingo en Espa?a, donde todos los altermundialistas, a pesar de sus diferencias, votaron unidos contra las candidatas y los candidatos neoconservadores liberales.
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