Del campus al campamento

En la entrada de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) un gran cartel colgado en la pared recuerda a Luc¨ªa Andrea Morett, alumna de este centro, con el lema "Somos investigadores, no guerrilleros". Luc¨ªa, de 26 a?os, se gradu¨® en 2005 en Literatura Dram¨¢tica y Teatro, con un brillante expediente acad¨¦mico. Hoy se recupera en el Hospital Militar de Quito de las heridas sufridas el pasado d¨ªa 1 en el bombardeo del Ej¨¦rcito colombiano contra un campamento de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, pr¨®ximo a la frontera. Otros cuatro estudiantes mexicanos murieron en la incursi¨®n militar, que acab¨® con la vida de Ra¨²l Reyes, n¨²mero dos de las FARC, y de otras 24 personas.

"Estaban el d¨ªa equivocado en el lugar inoportuno", dice un ex alto cargo

Estos d¨ªas, la Facultad de Filosof¨ªa es un hervidero. Los nombres de Luc¨ªa Andrea Morett y de los otros compa?eros muertos o desaparecidos est¨¢n en boca de estudiantes y profesores, y en los numerosos carteles de propaganda que reclaman solidaridad con las v¨ªctimas. El caso ha provocado actos de protesta y ha reabierto un viejo debate sobre las ramificaciones de las FARC en M¨¦xico y, concretamente, en la UNAM. Se trata de la mayor universidad de Am¨¦rica Latina (220.000 estudiantes) y baluarte de organizaciones de izquierda, con una trayectoria de lucha que se remonta a la sangrienta revuelta estudiantil de 1968.

"Es un mito que este centro sea un basti¨®n izquierdista", dice Tatiana Sule, secretaria general de la Facultad de Filosof¨ªa. "Aqu¨ª hay de todo, lo que ocurre es que los grupos m¨¢s radicales se hacen notar". La direcci¨®n del centro ha confirmado que Juan Gonz¨¢lez del Castillo, Fernando Franco Delgado y Natalia Vel¨¢zquez Ram¨ªrez, identificados entre los muertos o desaparecidos tras el bombardeo en Ecuador, eran alumnos del centro. A estos nombres hay que a?adir el de Soren Ulises Avil¨¦s, del Instituto Polit¨¦cnico.

La Facultad de Filosof¨ªa alberga diversos colectivos estudiantiles. "Tenemos la absoluta certeza de que s¨®lo hacen actividades acad¨¦micas", asegura Tatiana Sule. Uno de estos colectivos es la autodenominada C¨¢tedra Libertador Sim¨®n Bol¨ªvar, creada en 2001, cuya coordinadora es Luc¨ªa Andrea Morett, herida en Ecuador. Los otros estudiantes muertos en el bombardeo trabajaban con ellas y formaban parte de la delegaci¨®n mexicana que asisti¨® al segundo Congreso Continental Bolivariano, que se celebr¨® en la Universidad Polit¨¦cnica de Quito entre el 24 y el 27 de febrero pasado.

Un n¨²mero indeterminado de mexicanos que participaron en dicho c¨®nclave, que la Polic¨ªa Nacional de Ecuador cifra en 15, se traslad¨® el 28 de febrero a la ciudad de Lago Agrio, junto a la frontera con Colombia, y de ah¨ª a un campamento de retaguardia de las FARC. El objetivo era entrevistar a Ra¨²l Reyes. Llegaron al atardecer del 29 de febrero, y cuatro horas despu¨¦s se desencaden¨® el bombardeo de fuerzas colombianas, seg¨²n declar¨® ayer Juan de Dios Parra, secretario general de la Asociaci¨®n Latinoamericana de Derechos Humanos.

Los servicios de inteligencia mexicanos conocen la estructura internacional de las FARC. "M¨¦xico es un pa¨ªs prioritario, donde las FARC han contado con diversas coberturas desde 1993", se?ala un informe del servicio secreto, que da cuenta de los millonarios ingresos que recibe la organizaci¨®n gracias al tr¨¢fico de coca¨ªna: 700 toneladas al a?o reportan, seg¨²n esta fuente, 1.800 millones de d¨®lares (1.175 millones de euros).

Alberto H¨ªjar, profesor retirado de Filosof¨ªa, se?ala: "Ojal¨¢ fuese cierto que la Universidad es un santuario guerrillero. Lamentablemente, aqu¨ª se reproducen los cuadros de esta sociedad injusta. Las c¨¢tedras libres han sido un recurso ante la ausencia de autogobierno de esta Universidad", subraya este te¨®rico marxista, que a¨²n dirige tesis.

"Estaban el d¨ªa equivocado en el lugar inoportuno", observa Rub¨¦n Aguilar, antiguo portavoz del presidente Vicente Fox, al referirse a los mexicanos que murieron bajo las bombas colombianas. El Gobierno de Fox cerr¨® en 2002 la oficina que las FARC ten¨ªan en M¨¦xico. Al frente de la representaci¨®n guerrillera en M¨¦xico estuvo Olga Mar¨ªn, hija de Manuel Marulanda, Tirofijo, l¨ªder de las FARC, y esposa de Ra¨²l Reyes, que tambi¨¦n muri¨® en el bombardeo del d¨ªa 1.

En opini¨®n del ex portavoz de Fox, que en los a?os setenta estuvo con la guerrilla salvadore?a, las FARC tienen una red internacional con distintos niveles de militancia. Su conclusi¨®n es que los estudiantes mexicanos que viajaron a Ecuador fueron reclutados por esta red de solidaridad: "Eran militantes de las FARC, pero no ten¨ªan una posici¨®n ni relevante ni significativa".