Pecavisi¨®n
El Vaticano ha tardado unos siglos en percatarse de que la acumulaci¨®n excesiva de riqueza conduce al empobrecimiento de unos y al enriquecimiento de otros: lo acaba de declarar pecado mortal, de lo cual me regocijo.
La parte buena del nuevo canon (que incluye la manipulaci¨®n gen¨¦tica con fines dudosos, es decir, de curaci¨®n m¨¦dica; la interrupci¨®n del embarazo, faltar¨ªa m¨¢s, y desde luego, la pedofilia, y el consumo de drogas y su tr¨¢fico, todo en el mismo saco) es que el aggiornamento se produce como consecuencia de algo que a m¨ª me parece una excelente noticia. Y es que el propio Vaticano reconoce que el 60% de los cat¨®licos no acude a confesarse, y que ha disminuido el sentimiento de culpabilidad. Por los cielos abiertos en canal, ?ya s¨®lo queda un 40% al que convencer de que abandone el fardo judeo-cristiano de la culpa!
No cabe duda de que, aunque no pasen por el tr¨¢mite de contarle sus cosas a un cura, creyentes habr¨¢ que salden sus cuentas a su manera y que hayan reelaborado con sentido com¨²n y sensibilidad el hit parade del Festival de la Zarza Ardiendo. En aquella memorable gala se cometi¨® el dislate de situar en primer lugar el cavernoso tema No tomar¨¢s el nombre de Dios en vano (aunque bien interpretado y el no va m¨¢s en efectos especiales), seguido del insulso Santificar¨¢s las fiestas, y relegando al quinto lugar la canci¨®n No matar¨¢s que, aunque cuenta con escalas a menudo insalvables, habr¨ªa podido convertirse en un ¨¦xito mundial, a poco que se hubiera aplicado no s¨®lo en relaci¨®n con los fetos.
?Conseguir¨¢n las nuevas normas situar en el dulce camino de la confesi¨®n, el perd¨®n y vuelta a empezar a los consumidores y traficantes de cope¨ªna? ?Veremos alg¨²n d¨ªa a la Alb¨®ndiga Envenenada caminar con h¨¢bito de penitente y la frente cubierta de ceniza? S¨®lo el cielo lo sabe, amado pueblo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.