Rice pasa de Buenos Aires

Mientras el Gobierno argentino y la prensa oficialista se han pasado las ¨²ltimas semanas recalcando las buenas relaciones existentes con Estados Unidos, Washington ha enviado un mensaje pr¨¢ctico a Buenos Aires sobre lo que piensa de Cristina Fern¨¢ndez en su pol¨ªtica exterior. La secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, ha dejado a Argentina fuera de la gira que realiza por el Cono Sur. Por el contrario, Washington ha cuidado especialmente la gira de Rice en dos pa¨ªses con gobiernos de izquierdas: el de Lula da Silva en Brasil y el de Michelle Bachelet en Chile.

La llegada de Fern¨¢ndez a la Casa Rosada el pasado diciembre presagiaba una mejora en las relaciones con EE UU despu¨¦s de que Argentina, bajo la gu¨ªa de N¨¦stor Kirchner, permitiera en dos ocasiones al presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, realizar actos en su territorio para insultar personalmente al presidente estadounidense.

Pero la primera decisi¨®n en materia exterior de Fern¨¢ndez fue acusar a George W. Bush de conspirar contra ella. Lo hizo a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de una maleta interceptada en Buenos Aires en plena campa?a electoral con 800.000 d¨®lares y que, seg¨²n la justicia de EE UU, iban destinados a financiar la campa?a de la candidata peronista. En una declaraci¨®n in¨¦dita el Congreso argentino oficializ¨® la acusaci¨®n.

Al evitar la presencia de Rice en Argentina, la Administraci¨®n de Bush muestra que su comprensi¨®n y paciencia con el doble discurso del Ejecutivo argentino -incendiario en el interior y conciliador en el exterior- tiene un l¨ªmite. En estos a?os, los Kirchner en reiteradas ocasiones han empleado un lenguaje muy duro contra EE UU y en la pugna existente en el continente entre la izquierda y el populismo se han decantado por el segundo con mayor firmeza que por la primera, especialmente en la alianza con el proyecto bolivariano de Ch¨¢vez.

Una vez tensada la cuerda, y siguiendo una t¨¢ctica reiterada desde la llegada de Kirchner al poder en 2003, el Gobierno argentino trat¨® de rebajar los roces. Fern¨¢ndez recibi¨® al embajador estadounidense como gesto de deferencia y los funcionarios argentinos multiplicaron el mensaje de que las relaciones son buenas. Ayer se restaba importancia a la exclusi¨®n de Argentina de la gira de Rice con el argumento de que estaba programada mucho antes de la explosiva declaraci¨®n argentina contra Bush por el malet¨ªn.

Pero lo cierto es que tampoco est¨¢ previsto que viaje a Buenos Aires en los pr¨®ximos meses el secretario de Estado adjunto para Am¨¦rica Latina, Thomas Shanon, y el lunes el ministro de Exteriores argentino, Jorge Taiana, se encontrar¨¢ en Washington para una reuni¨®n de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) sin que tampoco se haya anunciado ning¨²n contacto bilateral.