La izquierda emerge con fuerza en los municipios
Los socialistas triunfan a escala local, pero la c¨²pula del partido sigue dividida
La izquierda francesa, y m¨¢s concretamente el Partido Socialista (PS), puede proclamar que se ha tomado la revancha y ha derrotado a la derecha en estas elecciones municipales. El PS ha perdido tres elecciones presidenciales seguidas y dos legislativas; la primavera pasada fue arrollado por Nicolas Sarkozy y la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), que incluso se permiti¨® el lujo de provocar la confusi¨®n en sus filas llamando a su Gobierno a varios notables socialistas. Parecer¨ªa que la vieja formaci¨®n centenaria sale del estado de coma con estos comicios locales.
El PS tiene 150.000 militantes y uno de cada cuatro ostenta un cargo p¨²blico
El PS es un partido de cuadros y, en este sentido, una m¨¢quina extraordinariamente efectiva para sus afiliados. Seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos, tiene unos 150.000 militantes y uno de cada cuatro ostenta un cargo p¨²blico. En las legislativas del pasado mes de junio consigui¨® m¨¢s de 200 diputados en la Asamblea Nacional y, desde 2004, preside 20 de las 22 regiones de Francia. Desde ayer, tambi¨¦n ha aumentado el n¨²mero de consejos generales que controla. Le faltaba recuperar la primac¨ªa en las grandes ciudades francesas, que perdi¨® en el a?o 2001; ahora lo ha conseguido.
Con sus puestos asegurados a largo plazo -las pr¨®ximas municipales se disputar¨¢n dentro de seis a?os- los socialistas preparan ahora los cuchillos para el Congreso del partido que se celebrar¨¢ en oto?o; el de la siempre esperada renovaci¨®n, el que debe poner rumbo al palacio del El¨ªseo. En este sentido, la lectura de estas municipales augura que se repetir¨¢ la batalla entre quienes, como la ex candidata S¨¦gol¨¨ne Royal, quieren escorar el partido hacia el centro y abandonar el mensaje izquierdista tradicional, y los que no renuncian a estos principios.
El alcalde de Par¨ªs, Bertrand Delano?, gran triunfador de estos comicios, cerr¨® con estr¨¦pito la puerta a una alianza con el centrista MoDem en la capital y ha mandado ya el mensaje que le convierte en el candidato capaz de "aglutinar" a la izquierda; el mantra que espera escuchar buena parte de la militancia socialista m¨¢s tradicional. Ya no cuentan los que llegaron durante la campa?a interna que encumbr¨® a Royal, cuando se abri¨® la posibilidad de inscribirse a trav¨¦s de Internet y pagar una cuota de 20 euros.
De las promesas de renovaci¨®n que los socialistas efectuaron durante la campa?a de 2006 queda muy poco. Casi nada. S¨®lo Royal ha cumplido con su promesa electoral de no acumular mandatos. Una apuesta muy arriesgada que la ha dejado fuera del Parlamento, s¨®lo con su puesto de presidenta de Poitu-Charentes. Todos los dem¨¢s l¨ªderes socialistas, incluidos quienes teorizaron en este sentido, se han apresurado a hacerse con un feudo local. En este sentido, cabe dudar de que esta ¨¦lite reducida, con el trabajo asegurado, sea capaz de articular un mensaje de renovaci¨®n en el pr¨®ximo congreso.
La derecha conservadora, por su parte, ha sufrido el enorme desgaste de la imagen que ha encarnado el presidente Nicolas Sarkozy en sus primeros nueve meses en el El¨ªseo. Emblem¨¢tico es lo sucedido en Neuilly-sur-Seine, la ciudad sarkozysta por excelencia, fuero del actual jefe del Estado durante d¨¦cadas. El problema no ha sido la izquierda, algo casi imposible en el municipio m¨¢s rico de Francia, sino la batalla entre las dos listas de derecha, que ha estado a punto de acabar en trifulca generalizada.
El candidato de los independientes de derechas, Jean-Christophe Fromantin, que cuenta con el apoyo de la UMP despu¨¦s de que el El¨ªseo forzara la renuncia del portavoz presidencial David Martinon -que compart¨ªa lista con el hijo del presidente, Jean Sarkozy-, ha denunciado por injurias al otro candidato conservador, Arnaud Teull¨¦, que decidi¨® desafiar al partido y mantuvo su propia lista. Fromantin, que en la primera vuelta adelant¨® a su rival por 47,9% contra 32,1%, asegura que hay una campa?a de "rumores, correos electr¨®nicos y llamadas telef¨®nicas" para denigrarle.
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