Repsol cambiar¨¢ CO2 por petr¨®leo

Repsol YPF, la principal petrolera espa?ola, est¨¢ preparando la inyecci¨®n de medio mill¨®n de toneladas al a?o de CO2 bajo el Mediterr¨¢neo. El plan es tomar parte del di¨®xido de carbono que emite su refiner¨ªa de Tarragona, trasladarlo a trav¨¦s de un oleoducto a su plataforma petrol¨ªfera en la costa (a 43 kil¨®metros) y all¨ª inyectarlo en los pozos que explota desde hace 27 a?os y que est¨¢n casi agotados.

Adem¨¢s de ahorrarse la emisi¨®n a la atm¨®sfera, el CO2 aumenta la presi¨®n en el yacimiento y permitir¨¢ incrementar la extracci¨®n del crudo. Una portavoz de Repsol confirma que la empresa tiene avanzado el proyecto, pero se?ala que no es p¨²blico y que hay dificultades con la geolog¨ªa del lecho marino, menos accesible de lo inicialmente previsto.

El reto es superar las dificultades que ofrece la geolog¨ªa del lecho marino

A 43 kil¨®metros de Tarragona se encuentra la plataforma petrol¨ªfera Casablanca, propiedad de Repsol. Abierta en 1983, sus pozos (Chipir¨®n, Lubina, Rodaballo, Angula, Boquer¨®n y Montanazo) dan s¨ªntomas de agotamiento. La empresa extrae 2.800 barriles diarios, lejos de los m¨¢s de 4.000 de los a?os ochenta.

El secuestro y almacenamiento de CO2 supone para la petrolera una doble oportunidad. Por un lado se puede ahorrar la emisi¨®n de medio mill¨®n de toneladas al a?o de su refiner¨ªa, equivalente a la de 50.000 espa?oles al a?o. Adem¨¢s, el di¨®xido de carbono aumenta la presi¨®n dentro del yacimiento y facilita la extracci¨®n en pozos ya agotados. Es una tecnolog¨ªa que se utiliza en Tejas desde hace d¨¦cadas para hacer m¨¢s productivos los pozos.

El CO2 se captura antes de que salga por la chimenea y se comprime hasta que se haga l¨ªquido. Y una vez licuado es transportado por el oleoducto que une la plataforma con la refiner¨ªa, cerca del puerto de Tarragona. Si el plan funciona, la empresa se podr¨ªa ver recompensada, ya que cada tonelada de CO2 supera en el mercado los 15 euros. La inyecci¨®n se har¨ªa a m¨¢s de 3.000 metros de profundidad, ya que a partir de 800 metros el CO2 se mantiene en estado l¨ªquido por el aumento de la presi¨®n.

Repsol se ha unido a grandes petroleras en el proyecto europeo Castor, como explica uno de los responsables, Tore Torp, de la noruega Statoil. "La captura y almacenamiento de CO2

es una oportunidad mundial para reducir las emisiones y es interesante que haya empresas espa?olas investigando", explica la directora general de Cambio Clim¨¢tico del Ministerio de Medio Ambiente, Teresa Ribera.

Una portavoz de la empresa confirma que llevan cuatro a?os estudiando el lecho marino y que la dif¨ªcil geolog¨ªa ha retrasado el proyecto, que se debe presentar a la Comisi¨®n Europea para que le d¨¦ el visto bueno.

La Fundaci¨®n Ciudad de la Energ¨ªa, en Le¨®n; Elcog¨¢s, en Puertollano, o el Instituto Geol¨®gico y Minero tienen tambi¨¦n proyectos de almacenamiento de CO2, pero ninguno tan espectacular como el de Repsol.

El Panel Intergubernamental de la ONU estima que el almacenamiento subterr¨¢neo permitir¨ªa captar entre el 20% y el 40% de las emisiones mundiales de di¨®xido de carbono. Este gas se acumula en la atm¨®sfera, retiene parte del calor que emite la Tierra y calienta el planeta.

El principal inconveniente de la tecnolog¨ªa es el coste, pero desde que en 1996 Statoil comenz¨® a inyectar el CO2 bajo el mar del Norte en su yacimiento de Sleipner, ha ido bajando. Dinamarca ha puesto en marcha una planta piloto donde la tonelada de CO2

se podr¨¢ enterrar por menos de 50 euros. Aunque a¨²n sea caro, ninguna petrolera puede quedarse fuera de esta tecnolog¨ªa. A 110 d¨®lares (70 euros) el barril de crudo, cualquier pozo se hace rentable.