La s¨ªfilis se duplica en 10 a?os por la relajaci¨®n de la protecci¨®n sexual
Canarias, Baleares, Arag¨®n y Andaluc¨ªa son las comunidades m¨¢s afectadas
La s¨ªfilis rebrota con fuerza en los pa¨ªses desarrollados. En Espa?a, entre 1997 y 2007, la incidencia de esta enfermedad de transmisi¨®n sexual se ha duplicado. El a?o pasado se notificaron 1.734 nuevos casos, frente a los 763 de 1997. Las comunidades donde en 2007 se registraron las tasas m¨¢s altas de s¨ªfilis fueron Canarias (10 casos por cada 100.000 habitantes), Baleares (7,19), Arag¨®n (6,59) y Andaluc¨ªa (5,59), seg¨²n datos provisionales del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa. Aunque, en cifras absolutas, fue en Andaluc¨ªa donde hubo mayor incidencia: 438 enfermos. Los expertos coinciden en la causa: el descenso de las enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS), entre ellas el sida, a finales del siglo XX ha hecho que los espa?oles se conf¨ªen y usen menos el preservativo.
"Muchos casos se producen por el turismo sexual", dice una experta
"Es una evoluci¨®n al alza que nos ha pillado por sorpresa", dice Jos¨¦ del Olmo, secretario general del Ministerio de Sanidad. "Est¨¢n aumentando los comportamientos sexuales de riesgo. Eso se ve en otras situaciones como el incremento en los embarazos no deseados, la incidencia del VIH en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, o el repunte de otras ETS como la gonorrea o las clamideas", a?ade. "Necesitamos volver al P¨®ntelo, p¨®nselo.
Pero los casos de s¨ªfilis en Espa?a pueden ser a¨²n m¨¢s de los que aparecen en los registros, afirma Antonio Rodr¨ªguez, jefe cl¨ªnico del hospital Virgen Macarena de Sevilla y coordinador nacional del grupo de ETS de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV), quien tambi¨¦n apunta a un aumento en la s¨ªfilis cong¨¦nita, es decir, en la transmisi¨®n de la madre al beb¨¦. Lola Bou, dermat¨®loga y miembro de la junta directiva de la AEDV, a?ade otro dato: muchos casos se producen por el turismo sexual a pa¨ªses con altas tasas de la enfermedad y ning¨²n control. As¨ª, las ETS van en aumento en los pa¨ªses ricos desde principios del siglo XXI, seg¨²n un estudio que publica esta semana la revista The Lancet Infectious. "Desde 1996, la s¨ªfilis se ha incrementado en muchos pa¨ªses de Europa. Ciudades como Londres, Dubl¨ªn, Berl¨ªn, Par¨ªs y Rotterdam han mostrado un importante crecimiento", dice Kevin Fenton, uno de los autores del estudio e investigador de los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de EE UU. "En los a?os noventa se estabiliz¨® porque la poblaci¨®n tomaba m¨¢s precauciones por miedo al sida, pero se ha bajado la guardia", afirma Rodr¨ªguez.
El desconocimiento sobre la s¨ªfilis tambi¨¦n contribuye a que no se diagnostique lo suficiente. Seg¨²n los autores del estudio de The Lancet, los m¨¦dicos de los pa¨ªses ricos deben actualizar su formaci¨®n para detectar sus s¨ªntomas: fiebre, dolor de cabeza, erupciones... "Con la s¨ªfilis primero aparecen llagas en el ¨¢rea genital, que pueden desaparecer aunque no se traten. El enfermo cree que era una tonter¨ªa y que se ha curado, pero no es as¨ª. Al cabo de unos meses, pueden aparecer lesiones en la piel en otras zonas y atribuirse equivocadamente a un eccema o una alergia", dice Bou. En este punto puede quedar latente en el organismo durante a?os, aunque la enfermedad, y el riesgo de contagio a otros, persisten. "Somos los dermat¨®logos quienes tenemos que tratar", a?ade, aunque el enfermo tambi¨¦n debe conocer mejor la enfermedad y acudir al m¨¦dico. La s¨ªfilis es una enfermedad infecciosa que se transmite a trav¨¦s de la bacteria Treponema pallidum, que s¨®lo vive en el cuerpo humano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.