Hugo Claus, escritor flamenco autor de 'El lamento de B¨¦lgica'

Hugo Claus, el escritor belga m¨¢s traducido y prol¨ªfico de las letras neerlandesas, que ha fallecido a los 78 a?os en Amberes, eligi¨® el momento de su muerte. Enfermo de Alzheimer, hab¨ªa solicitado la eutanasia para no depender de nadie al despedirse de una vida plena, que aun¨® los mayores premios de la literatura nacional con relaciones tan llamativas como la mantenida con la actriz holandesa Sylvia Kristel, protagonista de la serie Emmanuelle. Con ella tuvo un hijo y form¨® en los a?os setenta una pareja de moda en Par¨ªs, adonde se trasladaron.

A pesar de su colorista vida privada, su ritmo de producci¨®n nunca flaque¨® y firm¨® m¨¢s de 150 t¨ªtulos entre novelas, obras de teatro, relatos, guiones, libretos de ¨®pera, poemas y tiras c¨®micas. Tambi¨¦n era un buen pintor y escultor que se atrevi¨® a tratar asuntos delicados, como el colaboracionismo de su comunidad natal, la flamenca, durante la II Guerra Mundial. El tema recorre uno de sus libros m¨¢s conocidos, El lamento de B¨¦lgica, un cl¨¢sico por el que figur¨® a?os en la lista de los candidatos al Nobel de Literatura.

Hijo de un impresor, tuvo una infancia singular que le marc¨®. Interno desde los dos a?os, dej¨® el domicilio paterno de adolescente. Estudi¨® Teatro y Arte y se traslad¨® al norte de Francia. All¨ª, en 1947, trabaj¨® en una f¨¢brica de az¨²car y lo reflej¨® en una pieza teatral. Hacia 1950 viaj¨® a Roma y Par¨ªs, donde conoci¨® al escritor galo Antonin Artaud, que le introdujo en el surrealismo, y al grupo CoBrA, formado por artistas de Copenhague, Bruselas y ?msterdam, de ah¨ª el nombre. Volvi¨® a B¨¦lgica y continu¨® escribiendo hasta el final una obra centrada en el ser humano, que "ajustaba cuentas" con las instituciones: Iglesia, Estado, escuela y familia.