El contenido como pregunta

Las instituciones p¨²blicas y privadas descubrieron con deleite en los noventa la rentabilidad de la cultura de lo nuevo. Acto seguido, los centros de arte contempor¨¢neo, los nuevos iconos del presente, comenzaron a cubrir el paisaje de edificios singulares. Pasado el d¨ªa de su flamante apertura -a buen seguro, su momento de mayor brillo y contemporaneidad-, a los centros de arte les qued¨® la verdadera tarea: definir su raz¨®n de ser contempor¨¢neo a trav¨¦s de unos contenidos.

Cuando otros proyectos cercanos est¨¢n pr¨®ximos a abrirse, el Centro Huarte, inaugurado en octubre de 2007, es el pen¨²ltimo ejemplo del fen¨®meno. Los controvertidos inicios del Centro Huarte revelan un s¨ªntoma, lugar com¨²n ya en la relaci¨®n de las instituciones con el arte: la falta de pol¨ªticas culturales fruto de una reflexi¨®n profunda. Nacido a iniciativa del Ayuntamiento de Huarte, el Gobierno navarro asumi¨® recientemente la financiaci¨®n del centro y adjudic¨® en concurso su gesti¨®n a la Fundaci¨®n Ord¨®?ez Falc¨®n. Poco antes, esta ¨²ltima, due?a de una colecci¨®n de v¨ªdeo y fotograf¨ªa, dio por cerradas las negociaciones para la creaci¨®n del Centro Ord¨®?ez Falc¨®n de Fotograf¨ªa con el proyecto donostiarra Tabacalera.

Medio a?o despu¨¦s de la apertura del centro, Esto no es una exposici¨®n pretende dar una respuesta de urgencia a la cuesti¨®n de c¨®mo ser un centro de arte contempor¨¢neo perif¨¦rico. La contradicci¨®n impl¨ªcita en su t¨ªtulo, parafraseo del Ceci n'est pas une pipe de Magritte, v¨ªa Foucault, evidencia el objetivo de la exposici¨®n: apelar al espectador como sujeto activo en la experiencia art¨ªstica. Comisariada por Carles Guerra y con la colaboraci¨®n de Imanol Aguirre, Esto no es... se plantea como una "plataforma pedag¨®gica". As¨ª, la naturaleza reproducible de los soportes (v¨ªdeo, fotograf¨ªa, p¨¢gina web...) le permiten la doble vida anunciada en el t¨ªtulo: como exposici¨®n colectiva en la sala 2 de Huarte y, m¨¢s all¨¢ de ¨¦sta, como centro de recursos de obras que viajan a los centros educativos para ser vistas, utilizadas y discutidas. Este uso ha determinado una presencia mayoritaria del g¨¦nero documental en un recorrido por la realidad globalizada articulado alrededor de ejes como el urbanismo (Alejandra Riera, Jordi Colomer), los movimientos migratorios (Bruno Serralongue, Charles Heller), la traducci¨®n cultural (I?aki Garmendia, Azra Aksamija) o la f¨¢brica (Joaquim Jord¨¢, Allan Sekula).

Esto no es... pone el ¨¦nfasis en el valor de uso de la obra de arte (en tanto que instrumento de an¨¢lisis de la realidad) por encima de su valor simb¨®lico (aqu¨¦l del que dan cuenta no s¨®lo su valor como mercanc¨ªa, sino tambi¨¦n su valor est¨¦tico). La raz¨®n de este controvertido ¨¦nfasis radica en las prioridades que se marca el proyecto. Por un lado, generar alrededor del centro un tejido social con continuidad que trascienda el contexto espacio-temporal de una exposici¨®n; por otro, plantear una cuesti¨®n que la existencia de centros de arte perif¨¦ricos como el propio Huarte no hace sino evidenciar: c¨®mo actuar cuando el problema ya no es el acceso a la informaci¨®n, sino qu¨¦ hacer con ¨¦sta una vez que ha llegado a todas partes.