La Fnac habla cada vez m¨¢s espa?ol
Espa?a, donde el grupo franc¨¦s quiere duplicar su presencia, tira del negocio internacional
Enrique Mart¨ªnez acaba de relevar a Christophe Deshayes en la direcci¨®n general de la multinacional francesa Fnac en Espa?a, donde su conocida f¨®rmula de ocio, cultura y tecnolog¨ªa ha calado en el consumidor hasta convertir el mercado espa?ol en el segundo en importancia para el grupo. Mart¨ªnez, un economista pol¨ªgloto originario de Valencia, lleva una d¨¦cada vinculado a la Fnac, donde empez¨® dirigiendo una tienda en Lisboa y donde escal¨® luego, en 2004, a la direcci¨®n general de Portugal. Su reto al frente de la regi¨®n Iberia, que comprende ambos pa¨ªses, es duplicar el tama?o del negocio de la compa?¨ªa en los pr¨®ximos cinco a?os. La meta en este horizonte temporal es alcanzar las 40 tiendas en Espa?a, donde el a?o pasado el crecimiento fue del 14,3%, con unos ingresos de 453 millones de euros.
"El clima econ¨®mico no es el mejor, pero parte de nuestra oferta es de consumo refugio. Si no viajas y te quedas, compras m¨¢s libros y pel¨ªculas"
Espa?a es la principal locomotora del crecimiento de la divisi¨®n internacional del grupo, que globalmente factura 4.584 millones. Hoy, el negocio exterior pesa ya un 50%, pero la estrategia de la compa?¨ªa pasa por llevar la proporci¨®n al 60%-40%, porque el recorrido del mercado franc¨¦s, colonizado por el grupo, va m¨¢s lento.
"El perfil de rentabilidad de Espa?a es bueno", explica Mart¨ªnez en la Fnac del edificio Triangle de la plaza de Catalunya de Barcelona, con un caf¨¦ en la mano, "en parte porque este negocio, que no es f¨¢cilmente exportable, ha encajado conceptualmente bien por proximidad cultural en el consumidor espa?ol, y, en parte, porque la Fnac se ha sabido estructurar en Espa?a conforme ha ido creciendo, las estructuras inform¨¢ticas y log¨ªsticas no est¨¢n sobredimensionadas relaci¨®n con el tama?o que poco a poco se va alcanzando".
Inversi¨®n congelada
La Fnac cuenta actualmente con 19 tiendas en Espa?a, todas de alquiler, porque la multinacional, creada hace medio siglo en Par¨ªs a partir de una tienda de fotograf¨ªa y sonido, ha rehuido la inversi¨®n inmobiliaria y lidia ahora con alquileres por las nubes. "Los precios pueden dificultar un poco el ritmo de la expansi¨®n, porque la ubicaci¨®n es clave, pero al mismo tiempo tener una Fnac es algo sexy para la ciudad, es dinamizador, atrae tr¨¢fico", a?ade Mart¨ªnez. El adn del grupo es el centro de las ciudades, que se combina ¨²ltimamente con un espacio preferente en grandes centros comerciales de referencia en las afueras.
M¨¢s inquieto que con los precios de los alquileres se muestra el nuevo director general con las dificultades con que se topa la empresa para abrir sus grandes centros -entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados- en algunas ciudades espa?olas. "Una de las espinas que llevo clavadas es la de no haber podido desembarcar en Palma de Mallorca", confiesa, en alusi¨®n a las normativas auton¨®micas m¨¢s restrictivas con la apertura de grandes superficies y defensoras del peque?o comercio urbano, caso de Baleares o Catalu?a. "?C¨®mo se le explica a un accionista dispuesto a invertir en un pa¨ªs que no puede hacerlo?", se pregunta en voz alta. El accionista en cuesti¨®n es el gigante de la distribuci¨®n PPR (antiguamente Pinault-Printemps-Redoute). Hace menos de dos a?os, la prensa francesa public¨® que la Fnac estaba en venta y que PPR estaba hablando con distintos fondos, como Permira, KKR, Cinven o CVC.
Las informaciones fueron presentadas como rumores y la Fnac sigue en la ¨®rbita de un grupo paraguas de marcas de lujo como Gucci o Yves Saint-Laurent o de otras cadenas de distribuci¨®n como La Redoute. "Lo que est¨¢ claro es que apuesta, que invierte para que la Fnac crezca", dice Enrique Mart¨ªnez al respecto. Cada tienda supone un desembolso aproximado de 3,5 millones de euros, que se suman a otros 10 millones desembolsados cada a?o en log¨ªstica, inform¨¢tica y renovaci¨®n del mobiliario de los establecimientos.
Barcelona y Madrid son dos de los blancos de la expansi¨®n de la Fnac en Espa?a. En ambas ciudades existen ya tres centros, y la multinacional considera que hay margen para abrir otras tres en cada una de ellas. En 2008, podr¨¢n inaugurarse ya nuevas tiendas en M¨¢laga, Zaragoza y Madrid, en Vallecas. Valencia, Valladolid, Burgos o Vigo tambi¨¦n est¨¢n en su punto de mira. Para el grupo, las ciudades empiezan a ser interesantes a partir de los 250.000 habitantes.
Desaceleraci¨®n del consumo
El enfriamiento del consumo no desanima a los directivos de la empresa. De entrada, porque el negocio est¨¢ relacionado con grandes lanzamientos que distorsionan lo que pueda ocurrir el resto del a?o. El ¨²ltimo libro de Harry Potter, por ejemplo, deja en buen lugar las ventas de libros. "Es pronto para ver qu¨¦ ocurrir¨¢. El ambiente econ¨®mico no es el mejor, es cierto, pero pensamos que parte de nuestros productos son de consumo de refugio, si uno no tiene dinero para ir de viaje a Turqu¨ªa y se queda, pues se compra buenos libros y pel¨ªculas", apunta el director general de la Fnac Iberia.
La diversificaci¨®n del modelo es una de las claves que aguanta el negocio. Si tiene dificultades la industria de la m¨²sica -caso actual- se compensa con videojuegos o la explosi¨®n de la inform¨¢tica y la tecnolog¨ªa, que hoy ya supone el 58% de las ventas y en la que la Fnac intenta "pasar de una l¨®gica de producto a una l¨®gica de soluciones".
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