La detenci¨®n de agentes agudiza las tensiones en la comisar¨ªa de M¨¢laga
Los sindicatos se unen en contra de la c¨²pula de la direcci¨®n de la polic¨ªa
Para un polic¨ªa, M¨¢laga no es una plaza f¨¢cil, y no s¨®lo por los crecientes ¨ªndices de delincuencia. Su comisar¨ªa provincial es conocida en toda Espa?a por las intensas luchas de poder que ha vivido en los ¨²ltimos a?os. Enfrentamientos soterrados y navajeos entre facciones que afloran en situaciones de crisis, como la detenci¨®n la semana pasada de cuatro mandos de la unidad antimafia por irregularidades en registros policiales.
En la cuarta comisar¨ªa con m¨¢s volumen de trabajo de Espa?a se diferencian dos bandos. Por un lado est¨¢n los partidarios del antiguo comisario Jos¨¦ Guti¨¦rrez Valenzuela, muy vinculado al PSOE, y, por otro, los nost¨¢lgicos de su antecesor en el cargo, Florentino Villabona, muy pr¨®ximo al PP, y al que el alcalde de M¨¢laga, Francisco de la Torre, rescat¨® de su destierro en la comisar¨ªa de Melilla para nombrarlo coordinador municipal de seguridad.
La provincia de M¨¢laga es un verdadero crisol de tipos delictivos: desde simples tironeros hasta grandes organizaciones criminales refugiadas en las urbanizaciones de la costa. Esta variedad ha convertido a la comisar¨ªa malague?a, de la que dependen 2.400 agentes, en una de las mejores de Espa?a para hacer carrera policial. "Un buen servicio policial, como el caso Malaya o Ballena Blanca, catapulta a quienes lo dirigen, pero los fallos aqu¨ª tambi¨¦n se amplifican y pueden truncar carreras brillantes", afirma un inspector jefe con m¨¢s de 25 a?os de experiencia en la Costa del Sol.
La gesti¨®n de la detenci¨®n de los cuatro agentes de Udyco ha provocado la uni¨®n de todos los sindicatos de agentes contra la c¨²pula de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa. La mayor¨ªa de los representantes de los agentes ve en estos arrestos el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de la guerra por el poder en la comisar¨ªa. El episodio anterior de tensi¨®n sucedi¨® hace nueve meses y gir¨® en torno a la sucesi¨®n del comisario Jos¨¦ Guti¨¦rrez Valenzuela. Algunos sindicalistas, como el secretario de organizaci¨®n del Sindicato Profesional de Polic¨ªa, Fernando Vivas, calificaron este episodio como La batalla de M¨¢laga.
Todo comenz¨® con la llegada del actual comisario provincial, Juan Jes¨²s Pe?alver, procedente de Almer¨ªa. Guti¨¦rrez Valenzuela pasaba a segunda actividad, una especie de prejubilaci¨®n policial, y propuso para ocupar su sill¨®n a su segundo, Carlos V¨¢zquez. La candidatura de V¨¢zquez contaba con el benepl¨¢cito del comisario de Polic¨ªa de Andaluc¨ªa Oriental, Luis de Haro, amigo de Valenzuela y tambi¨¦n af¨ªn al PSOE. "Es normal que se hagan propuestas a la hora de hacer una designaci¨®n", explica un agente jubilado, "pero una vez que se hace el nombramiento, toca trabajar codo con codo, y las rencillas se dejan a un lado". Frente a la preferencia de Valenzuela y de De Haro, la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, con sede en Madrid, resolvi¨® que Pe?alver era m¨¢s apropiado para el puesto.
El relevo de Valenzuela estuvo marcado por la renuncia de los dos agentes de delitos econ¨®micos que hab¨ªan dirigido la investigaci¨®n del caso Malaya contra la corrupci¨®n en Marbella. La carta de dimisi¨®n fue entregada durante los ¨²ltimos d¨ªas de Guti¨¦rrez Valenzuela en el cargo, aunque ¨¦ste neg¨® reiteradamente su existencia. Fue su sucesor, Juan Jes¨²s Pe?alver, quien tuvo que dar explicaciones sobre la petici¨®n de traslado de los agentes. Fuentes cercanas a los polic¨ªas dimisionarios aseguran que ¨¦stos sent¨ªan presiones de la c¨²pula policial para que les dieran informaci¨®n sobre el avance de la investigaci¨®n, que el juez Miguel ?ngel Torres llevaba en exclusiva con estos dos inspectores, destinados ahora al barrio de El Palo, el m¨¢s tranquilo de M¨¢laga. "Tambi¨¦n ten¨ªan la sensaci¨®n de que el caso se estaba cerrando de forma abrupta", a?aden dichas fuentes. El Gobierno neg¨® cualquier traba a los agentes en su investigaci¨®n.
En los momentos m¨¢s ¨¢lgidos de estas luchas, se han lanzado descalificaciones personales, relativas a la "poca calle" de algunos mandos, cuestionando m¨¦ritos policiales, o la forma en la que se han adjudicado en los ¨²ltimos a?os condecoraciones, que acarrean importantes incrementos en el sueldo del agente que la obtiene de por vida.
Entre h¨¦roe y villano
La detenci¨®n del jefe del grupo policial contra el crimen organizado en la Costa del Sol, junto a otros tres inspectores de M¨¢laga, Marbella y Fuengirola, ha supuesto un duro golpe para los cerca de 100 agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco). La imputaci¨®n que m¨¢s reacciones ha suscitado, sin lugar a dudas, ha sido la del inspector jefe Alfredo Mariju¨¢n, de 52 a?os. "Probablemente sea el agente que m¨¢s sepa de crimen organizado de la Costa del Sol", coinciden la mayor¨ªa de los agentes consultados. Mariju¨¢n es el benjam¨ªn de una generaci¨®n que se autodenomina "vieja escuela" malague?a, curtida en la calle a golpe de confidente; amante de la ley, pero relajada con los reglamentos.
Su car¨¢cter, extrovertido, pero exigente en el trabajo, le ha generado odios y afectos en igual intensidad, se?alan sus conocidos. "No deja indifente a nadie", mantiene Alfredo Herrera, su abogado. La hilera de ¨¦xitos profesionales que acumula queda empa?ada por tres grandes borrones en su expediente. En 1994 cometi¨® un delito de falsedad por imprudencia grave en documento oficial del que fue indultado por el Consejo de Ministros en 2007. Ese mismo a?o, la fiscal¨ªa imput¨® a Mariju¨¢n, junto a su entonces superior inmediato, Valent¨ªn Bahut, por facilitar la huida de uno de sus confidentes, buscado por la justicia. Juicio del que est¨¢ pendiente. En el tercero, que le ha llevado a prisi¨®n preventiva, el juez le acusa, entre otros delitos, de llevarse a casa 45 d¨ªas un televisor procedente de un registro y de tener un arma sin n¨²mero de serie.
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