El Racing recupera el ¨¢nimo

El Racing est¨¢ decidido a llegar a las competiciones europeas de cualquier forma. Fracas¨® el atajo de la Copa del Rey, con un desenlace extra?o, pero le queda la traves¨ªa de la Liga, un torneo irregular y siempre voraz con los equipos medianos. Sin embargo, el de Marcelino sigue asaltando plazas hasta hace poco tiempo vedadas a sus intereses. Con victorias habitualmente ajustadas, pero llenas de un convencimiento a prueba de agon¨ªas y partidos densos como el de ayer.

Ni los cambios puntuales tras el desgaste copero cambiaron la fisonom¨ªa del Racing, sostenido siempre por Duscher y Colsa. En esa sala de m¨¢quinas del centro del campo es en la que el cuadro c¨¢ntabro muestra su cara m¨¢s firme y sobria. Es un aut¨¦ntico motor diesel con una m¨ªnima capacidad para cambiar de ritmo, pero con unas prestaciones y una fiabilidad extremas. Incluso cuando Munitis, su experto rodamiento en el ataque, se muestra menos fino de lo que en ¨¦l es habitual.

El portero Sorrentino se fue a rematar un c¨®rner y Smolarek caz¨® el segundo tanto

Pese al varapalo an¨ªmico por la eliminaci¨®n copera ante el Getafe, que le priv¨® de tener acceso por primera vez en su historia a una gran final, a un t¨ªtulo, el Racing sali¨® incendiado con dos grandes ocasiones marradas por Duscher y Smolarek antes de que el reloj llegase siquiera al minuto 10.

Dominaban los locales, pero sin ensa?arse. As¨ª, con una incre¨ªble puerilidad, Colsa se lio a la hora de rematar a puerta vac¨ªa y el gesto anim¨® a los visitantes, que vieron posibilidades de salir bien parados. Incluso, en dos jugadas consecutivas, pusieron en peligro a Coltorti con uno de los t¨ªpicos trallazos lejanos de Martins y un cabezazo de Sinama a la salida de un c¨®rner que la zaga racinguista despej¨® apurada sobre la mism¨ªsima l¨ªnea de gol.

El choque ten¨ªa poco brillo, algo que suele caracterizar al Racing en casa. Pero en esta ocasi¨®n tambi¨¦n se percib¨ªa ese dominio difuso aunque tenaz que suelen mostrar los verdiblancos. Esa carencia de punch invit¨® a Marcelino a probar suerte con Serrano y Tchit¨¦, titulares contra el Getafe el mi¨¦rcoles, y a prescindir de Colsa, fundido, e introducir al uruguayo Orteman.

En esa rueda de cambios, los de Zambrano vieron en la expulsi¨®n de C¨¢ceres una excusa para envolverse un poco m¨¢s atr¨¢s, con escenas como alg¨²n triste contragolpe con Sinama esperando desesperanzado a sus compa?eros, reacios a lanzarse a la carrera.

Y lleg¨® el momento decisivo. Un carrusel de tropezones, errores, despejes y rechaces en el ¨¢rea de Sorrentino que acab¨® con el cuero escupido hasta el borde del ¨¢rea. All¨¢, Orteman afianz¨® con el interior un disparo cruzado entre el tumulto que salv¨® a su equipo y castig¨® la median¨ªa del Recreativo, que s¨®lo se preocup¨® de verdad por buscar la victoria en los ¨²ltimos momentos del choque, lo que, a la postre, le cost¨® el segundo tanto al aprovecharse Smolarek, en la ¨²ltima jugada, del intento de remate del meta Sorrentino en un saque de esquina contra el Racing.