Barcelona se inhibe en la elaboraci¨®n del plan de choque contra la sequ¨ªa

Lo que diga Agbar. Si la sequ¨ªa obliga a hacer restricciones, el Ayuntamiento de Barcelona se limitar¨¢ a trasladar las medidas previstas por Aguas de Barcelona (Agbar), la empresa privada que abastece de agua al ¨¢rea metropolitana. El decreto de sequ¨ªa, fijado por la Generalitat, responsabiliza a los ayuntamientos de este operativo que, en Barcelona, se ha resuelto en un mon¨®logo de la empresa. El consistorio se ha inhibido de su participaci¨®n y, seg¨²n afirman fuentes municipales, "ni se ha colaborado con la empresa. Este documento es cosa exclusiva de Agbar".

El consistorio barcelon¨¦s reconoce que no particip¨® en la elaboraci¨®n del plan

Los expertos y la oposici¨®n tachan de "irresponsable" la gesti¨®n municipal ante la sequ¨ªa

"El Ayuntamiento, no nosotros, debe fijar los puntos urbanos sensibles", dice un empresario del ramo

El documento se envi¨® a la ACA sin debatirlo siquiera con ning¨²n grupo de la oposici¨®n

El plan constituye una suerte de hoja de ruta sobre el procedimiento que seguir ante la sequ¨ªa, incluyendo la planificaci¨®n de los cortes de agua que se deben realizar en situaci¨®n de emergencia: es decir, si el volumen del sistema Ter-Llobregat decae m¨¢s all¨¢ del 20%. El pasado jueves, el volumen estaba al 20,8% de su capacidad y las ¨²ltimas estimaciones del director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Manuel Hern¨¢ndez, prev¨¦n que la l¨ªnea roja se cruce en abril. Dicho plan requiere un an¨¢lisis t¨¦cnico de la empresa suministradora que "precisa del criterio de los consistorios", explican directivos de la ACA. Ello es necesario porque, como recoge el decreto de sequ¨ªa, el documento "identifica y eval¨²a las zonas de mayor riesgo". Establece los puntos cr¨ªticos -como hospitales o centros sanitarios- en los que debe asegurarse el suministro de agua en caso de restricciones. Lo explican t¨¦cnicos de la Administraci¨®n, que piden el anonimato para tachar de "irresponsable" la actuaci¨®n del consistorio barcelon¨¦s. Porque la responsabilidad del plan, a?ade la ACA, "es s¨®lo del Ayuntamiento".

Que el Consistorio se inhiba en este caso podr¨ªa originar desajustes en las restricciones. En el peor de los casos, por ejemplo, podr¨ªa cortarse el agua a un centro sanitario porque Agbar no tuviera informaci¨®n de sus necesidades -dato que la empresa no est¨¢ obligada a conocer-. Los expertos consultados tachan de "ins¨®lita" la fe ciega municipal en la empresa privada. "Esta decisi¨®n no puede dejarse en manos de las empresas", admite el directivo de una firma suministradora que gestion¨® su propio plan codo a codo con el ayuntamiento pertinente. "Las empresas no somos nadie para decidir qu¨¦ puntos del municipio son cr¨ªticos y cu¨¢les no", a?ade. Otro experto, t¨¦cnico de la Generalitat, incide en sus dudas sobre el criterio privado: "La empresa conoce los puntos de distribuci¨®n, pero no las necesidades de la ciudad. El Ayuntamiento no puede asumir planes dictados por una empresa que, adem¨¢s, no dispone de todos los conocimientos necesarios para ello".

El Ayuntamiento admite sin ambages que asumi¨® un documento ajeno. Incluso se neg¨® a remitir el plan a este diario ampar¨¢ndose en la autor¨ªa de la compa?¨ªa: "El plan no es nuestro, pertenece s¨®lo a Agbar, que tiene los conocimientos t¨¦cnicos pertinentes", insiste un portavoz municipal. Los sellos y membretes del documento, sin embargo, pertenecen al servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento, cuya responsable es Imma Mayol (ICV). Este diario ha intentado, sin ¨¦xito, preguntarle al respecto.

Este departamento envi¨® el plan contra la sequ¨ªa a la ACA sin siquiera debatirlo con la oposici¨®n, que critica la dejaci¨®n de funciones del Ayuntamiento. "No tocaron ni una coma. Nos han dejado en manos de Agbar", protesta la portavoz de Medio Ambiente del PP, Emma Balseiro. Los otros grupos tambi¨¦n lamentan que un asunto "tan delicado" lo decida una empresa privada. "Ni nos han pedido la opini¨®n", dice el portavoz de CiU, Joan Puigdoller. "No puedo decirle nada a Agbar sobre aspectos t¨¦cnicos, pero debo exigirle que haga restricciones equilibradas para los ciudadanos", razona Puigdoller, que ahonda en la incapacidad municipal. "No tienen criterio y aceptan el informe tal como llega". "Lo l¨®gico era estudiar el informe. A¨²n no nos han convocado", remacha el vicepresidente de la comisi¨®n de Medio Ambiente, Xavier Forense (ERC).

La petici¨®n de debatir el plan fue desatendida por Mayol. El documento, de m¨¢s de 100 p¨¢ginas, se present¨® a la oposici¨®n en la comisi¨®n de sostenibilidad de enero. Los partidos reclamaron m¨¢s tiempo para estudiarlo, a lo que Mayol accedi¨®. En la siguiente reuni¨®n, a mediados de febrero, el an¨¢lisis del plan se hab¨ªa ca¨ªdo del orden del d¨ªa. Mayol atribuy¨® la ausencia a "un malentendido", explica la oposici¨®n. A¨²n no se ha fijado una fecha para enmendar el desliz pero, entre tanto, el documento se envi¨® ¨ªntegro a la ACA.

El resto de municipios afectados ha sido m¨¢s exigente. "Nuestro plan ha sido totalmente consensuado con Agbar", asegura el asesor de Medio Ambiente de L'Hospitalet, Manuel de Zarobe, que describe las aportaciones hechas por el consistorio como "esenciales para garantizar las necesidades de los ciudadanos". Lo mismo se?ala el concejal de Medio Ambiente de Girona, Enric Pardo. "Se elabor¨® de forma interactiva con la empresa". En Terrassa, el plan lo realiz¨® directamente el departamento medioambiental del Ayuntamiento. ?Por qu¨¦ no se dej¨® en manos de una empresa con mayores conocimientos t¨¦cnicos? "No, hombre, no", replica tajante M¨¤rius Massall¨¦, concejal egarense de Medio Ambiente. "El Ayuntamiento necesitaba aportar puntos clave sobre las necesidades de la ciudad", explica. El consistorio barcelon¨¦s defiende que el plan es "s¨®lo una obligaci¨®n" ante el requerimiento de la ACA. La oposici¨®n lo considera m¨¢s "una necesidad" que un compromiso. "Estar¨ªa bien saber lo que dicen que hemos de hacer", ironiza Puigdoller.

El pasado octubre, la Generalitat ya reprendi¨® a Agbar por anunciar obras en el puerto barcelon¨¦s para recibir barcos cargados con agua del Ebro. El entonces director de la ACA, Jaime Sol¨¤, record¨® a Agbar que "los asuntos de inter¨¦s p¨²blico no los deciden los empresarios".