"Habr¨¢ Internet en el cosmos"
Vinton Cerf es uno de los padres de Internet. Est¨¢ convencido de que en un futuro todos los electrodom¨¦sticos y m¨¢quinas tendr¨¢n su propia direcci¨®n en la Red. Actualmente investiga la conexi¨®n con Marte
Sin Vinton Cerf (New Haven, 1943), el mundo ser¨ªa hoy un lugar diferente. Cada proyecto en el que ha participado este inform¨¢tico experto en redes ha acabado siendo una verdadera revoluci¨®n tecnol¨®gica. Gracias a ¨¦l y a otro investigador, Robert Kahn, los ordenadores de todo el mundo se comunican hoy mediante el protocolo TCP/IP, el de Internet. Adem¨¢s, Cerf fue pionero en crear un servicio comercial de correo electr¨®nico, el MCI Mail. En este momento se encuentra inmerso en el desarrollo de un complejo Internet Interplanetario que facilitar¨¢ las comunicaciones entre las diversas misiones espaciales que orbitan en el Sistema Solar. Adem¨¢s, compagina sus proyectos con el cargo de vicepresidente y evangelista jefe de Google.
"Trabajamos para que haya firma digital en cada sitio de Internet que garantice su autenticidad"
"En este momento hay 4.300 millones de direcciones ¨²nicas, menos que la poblaci¨®n mundial"
Pregunta. ?Hay un consenso sobre cu¨¢ndo naci¨® Internet?
Respuesta. Es dif¨ªcil identificar un momento en concreto. Un punto crucial fue cuando en 1969 conectamos cuatro ordenadores de la agencia ARPA
[Agencia de Investigaci¨®n de Proyectos Avanzados de Defensa, por sus siglas en ingl¨¦s]. Estos cuatro ordenadores estaban en cuatro puntos diferentes de EE UU, cada uno en una universidad. Y los conectamos mediante la t¨¦cnica de conmutaci¨®n de paquetes, creando una Red muy peque?a. El trabajo que llev¨® a este punto comenz¨® mucho antes, a principios de los sesenta. Mucha gente piensa que Internet apareci¨® de la nada hace unos 10 a?os. Pero no. Una serie de inform¨¢ticos llevamos trabajando en ¨¦l unos 40 a?os. Y no solo gente de EE UU. En sus primeros d¨ªas, Internet ya era algo muy global. En los a?os setenta, cuando conectamos la primera Red de la agencia ARPA, llamada ARPANET, contamos con la colaboraci¨®n de cient¨ªficos de Gran Breta?a y Noruega.
P. En aquel momento, ?qu¨¦ condiciones cre¨ªa usted que deb¨ªa tener Internet para poder llegar a ser algo de un uso extendido?
R. Sobre todo, quer¨ªamos un protocolo que no fuera exclusivo. Quer¨ªamos que los detalles de c¨®mo conectarse a la Red estuvieran al alcance de todo el mundo. En aquella ¨¦poca el Departamento de Defensa quer¨ªa, ante todo, flexibilidad. Trabajaban con contratistas y quer¨ªan tener la opci¨®n de utilizar otros tipos de ordenadores o sistemas operativos sin tener que renunciar al uso de las redes de comunicaciones. Nosotros les propusimos una red que pudieran utilizar incluso los civiles. No nos importaba si los rusos ten¨ªan acceso a ella. En ese caso, si se produc¨ªa un ataque, el ej¨¦rcito podr¨ªa utilizar tambi¨¦n los recursos de la poblaci¨®n civil.
P. Y de hecho la Red ha llegado a 1.000 millones de personas. ?Es posible que se nos acaben las direcciones IP?
R. No es que sea una posibilidad. Es algo seguro. Se nos acaban las direcciones IP. Ahora estamos utilizando la cuarta versi¨®n del protocolo, llamada IPv4. Hace 12 a?os pensamos que las direcciones se iban a agotar r¨¢pidamente. Ha habido algunos factores que han evitado esta situaci¨®n. Ha habido una pol¨ªtica de alojamiento web m¨¢s bien ahorrativa en los ¨²ltimos a?os. Tambi¨¦n ha habido una pr¨¢ctica no muy segura: la de permitir que diversos dispositivos compartan una sola direcci¨®n IP. Creemos que estas pr¨¢cticas han salvado la asignaci¨®n de direcciones hasta como mucho el a?o 2010. En este momento hay 4.300 millones de direcciones ¨²nicas, menos que la poblaci¨®n mundial. Si pasamos a una nueva versi¨®n del protocolo IP, la conocida como IPV6, la capacidad de alojamiento crecer¨¢ exponencialmente. El a?o 2008 ser¨¢ muy bueno para Internet. Un a?o de cambios. Hay de hecho otro asunto que ser¨¢ decisivo. Estamos trabajando en la introducci¨®n de dominios no latinos. De momento, las direcciones web s¨®lo pueden incluir guiones, letras de la A a la Z y n¨²meros del 0 al 9. Creo que es necesario incluir otras graf¨ªas. Necesitamos democratizar el mundo de los dominios, dar cabida al chino, al coreano, al alfabeto cir¨ªlico, a las 22 lenguas oficiales de la India...
P. De hecho, parece que hasta ahora Internet ha sido el reino del ingl¨¦s. ?Es un imperio de homogeneidad?
R. En absoluto. No se puede responsabilizar a la Red de ello. Tenemos el sistema Unicode, que permite a los ordenadores mostrar y editar texto expresado en casi todas las lenguas escritas del mundo. Son los usuarios los que proporcionan el contenido. Es su responsabilidad aportar p¨¢ginas y blogs en su idioma. No se nos puede culpar a los que hablamos ingl¨¦s de ser m¨¢s activos en la Red. Si Espa?a quiere m¨¢s contenido en espa?ol, tendr¨¢ que escribirlo y colgarlo.
P. ?Habr¨¢ novedades respecto a la seguridad de la Red este a?o?
R. Muchas. Precisamente estamos trabajando en que haya una firma digital para cada entrada de Internet. Cuando un usuario quiera visitar una p¨¢gina web, recibir¨¢ una firma digital que le garantiza que la informaci¨®n sobre este sitio no ha sido alterada de ninguna manera. De este modo evitaremos muchos fraudes y robos a trav¨¦s de p¨¢ginas web. Por ejemplo, si se nos dice que una p¨¢gina web pertenece a un banco determinado, tendremos la oportunidad de confirmarlo a trav¨¦s de este sistema.
P. Hay un debate abierto sobre la seguridad en Internet. No s¨®lo sobre fraudes, sino tambi¨¦n contenido terrorista. ?Es recomendable poner barreras a Internet?
R. Es muy dif¨ªcil llegar a controlar una tecnolog¨ªa de esta naturaleza. Los pa¨ªses, por s¨ª mismos, pueden tener alg¨²n tipo de control. Pero s¨®lo dentro de sus fronteras f¨ªsicas, prohibiendo que sus ciudadanos visiten algunas direcciones IP. Pero un control extraterritorial es algo simplemente imposible. Por supuesto, hay riesgos que crean la necesidad de cierto tipo de control p¨²blico. Personalmente creo que deber¨ªa haber m¨¢s acuerdos internacionales. Pero Internet es algo tan diverso y rico que no se puede confiar su regulaci¨®n a un solo gobierno.
P. ?Y en el caso del fraude?
R. El fraude existe desde siempre. Y, por supuesto, existe en Internet. El fraude no es algo exclusivo de Internet. Hay que educar a la gente. Y, como he dicho, adoptar tratados internacionales que hagan que se cumpla el derecho tambi¨¦n en la Red.
P. Lo cierto es que en este momento no existe mucha legislaci¨®n internacional. ?Qu¨¦ es Internet, anarqu¨ªa o democracia?
R. No es democracia representativa. Contribuye a ella, pero no es lo mismo. Hay cientos de miles de redes que conforman Internet. Tiene manifestaciones f¨ªsicas en pa¨ªses muy diversos. Hay usuarios individuales, ciudadanos an¨®nimos. Y tambi¨¦n hay usuarios corporativos. Empresas con poder. No hay un reparto de poder igualitario. Adem¨¢s, las leyes var¨ªan de un pa¨ªs a otro. Tampoco dir¨ªa que es an¨¢rquico. Es algo muy fluido, pero no una anarqu¨ªa. La Red de redes evoluciona seg¨²n creamos nuevas aplicaciones. Es un entorno social, tecnol¨®gico y econ¨®mico. Es bueno que tenga este impulso econ¨®mico. Las empresas desaf¨ªan los viejos modelos de negocio y ofrecen nuevas opciones. Esa es la forma de funcionar de Internet.
P. ?Influye Internet en el sistema democr¨¢tico?
R. Por supuesto. La pr¨¢ctica pol¨ªtica en las sociedades democr¨¢ticas se ve influida por la capacidad de Internet de dar acceso a la gente a nuevas v¨ªas de comunicaci¨®n. Unos usuarios entran en contacto con otros. Buscan intereses comunes. Se expresan mediante blogs y listas de correo. Acaban influyendo en la econom¨ªa y la pol¨ªtica. Ning¨²n medio de comunicaci¨®n ha tenido este poder.
P. ?D¨®nde est¨¢ el futuro de Internet?
R. Los tel¨¦fonos m¨®viles est¨¢n siendo un gran fen¨®meno. El gran fen¨®meno. Se trata de un mercado de 1.000 millones de terminales al a?o, y el 15% dispone de acceso a Internet. Lo realmente importante es que estos tel¨¦fonos de nueva generaci¨®n son dispositivos programables.
P. ?Ser¨¢ la tecnolog¨ªa sat¨¦lite una forma de llevar Internet a lugares remotos del planeta?
R. Lo est¨¢ siendo. La tecnolog¨ªa sat¨¦lite puede llevar Internet a cualquier sitio. Un grupo de colegas y yo hemos instalado un cibercaf¨¦ en Nigeria. Se alimenta de energ¨ªa solar y tiene una antena que ofrece Internet sin cables a trav¨¦s de una conexi¨®n sat¨¦lite. As¨ª hemos llevado la Red a muchos estudiantes.
P. Hace 10 a?os, un tel¨¦fono con Internet era ciencia ficci¨®n. ?D¨®nde nos lleva el futuro? ?A neveras con Internet?
R. Estoy convencido de que todos y cada uno de los aparatos electr¨®nicos que utiliza el ser humano acabar¨¢n conectados a la Red. Es una cuesti¨®n de negocio. Las empresas dar¨¢n este paso. Podremos ver en unos a?os como casi todos los televisores reproducen pel¨ªculas descargadas de Internet, como ya pasa en muchos pa¨ªses. Lo mismo suceder¨¢ con los dem¨¢s electrodom¨¦sticos. Por ejemplo, el aire acondicionado. Habr¨¢ aparatos que cuenten con una predicci¨®n meteorol¨®gica y podr¨¢n ir adapt¨¢ndose a la temperatura ambiente por s¨ª mismos.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le ha sorprendido en la evoluci¨®n de la Red?
R. Realmente, me di cuenta de la capacidad de Internet cuando vi los primeros interfaces gr¨¢ficos. En ese momento me di cuenta de que la Red ten¨ªa unas posibilidades inmensas. El hecho de que la Red se pudiera comunicar con imagen y sonido ha sido de un valor impresionante. Y he de decir que tampoco me esperaba la voluntad de la gente de estar en la Red. No imagin¨¦ nunca que habr¨ªa tanto contenido tan r¨¢pido en la Red. Pens¨¢ndolo ahora, tiene sentido. Los medios previos, como la radio o la televisi¨®n, consist¨ªan en un grupo peque?o de personas que difund¨ªa contenido a una audiencia masiva. Los medios impresos hac¨ªan lo mismo. Pero Internet trajo consigo la capacidad de interactuar, de hacerse o¨ªr, algo important¨ªsimo, que ha creado un imperio gigante. Es incre¨ªble c¨®mo la gente crea contenido en la Red sin esperar ninguna compensaci¨®n.
P. Hay muchos profetas del Apocalipsis que dicen que tener aparatos con capacidad de indexaci¨®n geogr¨¢fica es una forma m¨¢s de control.
R. Eso es paranoia. Los sistemas de recepci¨®n GPS acumulan la informaci¨®n a escala local. El sat¨¦lite que env¨ªa la se?al no sabe d¨®nde estamos en este momento. Es nuestro dispositivo, nuestro tel¨¦fono, el que dice: "He tardado tanto tiempo en localizar la se?al del sat¨¦lite, por tanto debo estar en este punto". Todo depende de la fuerza de la se?al del sat¨¦lite. Es el mismo tel¨¦fono el que se localiza a s¨ª mismo. La ¨²nica forma de que los dem¨¢s sepan donde est¨¢ usted es cont¨¢ndoselo.
P. En este momento est¨¢ trabajando en un Internet Interplanetario. ?No es algo m¨¢s propio de la ciencia ficci¨®n?
R. En absoluto. Es algo en lo que estamos trabajando desde 1988, un modelo estandarizado de protocolos de comunicaci¨®n en el espacio. En resumen, una forma de que todas las naves espaciales se puedan comunicar de una forma com¨²n. Si las diversas misiones tienen los mismos protocolos de comunicaci¨®n, el contacto entre ellas ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil y se podr¨¢n apoyar unas a otras con mayor comodidad. Por ejemplo, en este momento en Marte existen exploradores que env¨ªan informaci¨®n a la Tierra. En la Tierra hay tres antenas receptoras: en Espa?a, California y Australia. En principio se supon¨ªa que los exploradores transmitir¨ªan la informaci¨®n directamente a estos receptores; pero las radios que se usaban se sobrecalentaban y corr¨ªan riesgo de fundirse.
P. ?Y qu¨¦ se hizo?
R. Los cient¨ªficos al cargo reconfiguraron el sistema e instalaron un nuevo sistema de radio en dos naves que orbitan alrededor de Marte, una europea y otra norteamericana. Los exploradores env¨ªan la informaci¨®n a las nodrizas, que a su vez la almacenan y la env¨ªan de vuelta a la tierra. ?As¨ª es como funciona Internet! En Marte hay un sistema de conmutaci¨®n de paquetes. Podemos ampliar algo as¨ª a todo el espacio, un protocolo com¨²n que utilicen la NASA o la Agencia Espacial Europea.
El pensamiento digital
Si hay algo que caracteriza a Vinton Cerf es su elegancia. Desde sus a?os de Instituto en California, se viste con camisa y corbata. Y con el mismo atuendo acude a la entrevista, luciendo un impecable traje gris de tres piezas. En su bolsillo no falta una Blackberry, el artilugio de moda en el mundo de los negocios de EE UU. En un momento de la entrevista la muestra para ilustrar c¨®mo est¨¢ conectado a Internet en todo momento.
"Recuerdo lo ¨²til que me fue en un viaje que hice con mi familia el pasado mes de mayo al Lago Powell, en Arizona", comenta. "Nos gusta mucho la paella. As¨ª que decidimos comprar los ingredientes. Pero lo dif¨ªcil en este pa¨ªs es encontrar azafr¨¢n. Entonces consult¨¦ mi Blackberry y busqu¨¦ la palabra azafr¨¢n. La aplicaci¨®n me mostr¨® el nombre y el n¨²mero de una tienda que vend¨ªa azafr¨¢n en una localidad cercana, llamada Page. Llam¨¦ al tel¨¦fono y ped¨ª que me pasaran con el departamento de especias. Por supuesto, era una tienda peque?a y el due?o deb¨ªa de ser el ¨²nico empleado". As¨ª es Cerf: la gusta demostrar sus afirmaciones a cada paso.
Con modestia, rechaza el apelativo de padre de Internet. "Hubo muchas personas implicadas en este trabajo". ?vido lector de ciencia ficci¨®n, recomienda las novelas de Neal Stephenson, Vernor Vinge y William Gibson como "escritores que de verdad han captado la esencia de Internet a lo largo de los a?os".
Cerf naci¨® con serios problemas de audici¨®n. Desde los 13 a?os, necesita un aud¨ªfono para seguir cualquier conversaci¨®n. Parece l¨®gico que alguien con esta discapacidad fuera pionero en un medio eminentemente visual, como es Internet, y en un servicio como el correo electr¨®nico, donde lo que prima es la letra escrita.
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