Dos chicos buenos
Los lectores eligen a los fundadores de Google como las personas m¨¢s importantes de la era digital
Alguien que tiene por lema "no hagas el mal" deber¨ªa estar en los altares. Sin embargo son ricos, muy ricos y, por tanto, muy pecadores seg¨²n la Santa Madre Iglesia. Aun as¨ª, la historia y nuestros lectores absolver¨¢n a Larry Page y Sergey Brin, los dos j¨®venes que en 1998 alumbraron Google.
Despu¨¦s del advenimiento de Internet, es dif¨ªcil encontrar algo que haya influido m¨¢s en la gente que el buscador creado por estos dos j¨®venes de 23 a?os (la primera prueba se hizo en 1996 en la p¨¢gina de la Universidad de Stanford). Cuando sali¨® al aire realizaba 10.000 b¨²squedas al d¨ªa, hoy supera los 200 millones; en su ¨ªndice ten¨ªa 30 millones de p¨¢ginas, hoy supera los 4.000 millones. Pero los n¨²meros s¨®lo cuentan parte del fen¨®meno. Page y Brin llegaron al mundo para hacer el bien, y en la pobreza y en la riqueza sigue siendo su lema laboral. Ellos no inventaron el buscador -ya exist¨ªan otros, como Yahoo!-, ni siquiera la b¨²squeda motorizada (algo hac¨ªa Altavista). Su creaci¨®n fue un motor mucho mejor, y sobre todo su idea central de que la publicidad no deb¨ªa interferir en la informaci¨®n. Incre¨ªblemente, esa pol¨ªtica fue mucho m¨¢s rentable que la de los que antes mezclaban informaci¨®n pagada.
Dominadores absolutos de las b¨²squedas de Internet, deber¨ªa preocupar qu¨¦ es para Page y Brin hacer el bien y hacer el mal. ?Pecan o no? Pues son amantes del medio ambiente, conducen coches h¨ªbridos, invierten en empresas de veh¨ªculos el¨¦ctricos, las ONG se anuncian gratis... Su ¨¦tica, por ejemplo, no permite anuncios de bebidas alcoh¨®licas, aunque s¨ª de vino. Pero hasta ah¨ª llega su intrusi¨®n: "No queremos imponer nuestra ¨¦tica en la informaci¨®n, pero s¨ª en la publicidad que se inserta".
Google es hoy much¨ªsmo m¨¢s que un buscador. Es la biblioteca de la humanidad con la digitalizaci¨®n de libros y textos universitarios; es tambi¨¦n el mapamundi (Google Earth) y la oficina virtual, con sus hojas de c¨¢lculo (spreadsheets) y de textos (docs), una alternativa contundente al Office. Ser¨¢ el cartero (Gmail) y el archivero de nuestro historial cl¨ªnico, porque todo lo que ofrece Google es gratuito, pero sobre todo porque la gente conf¨ªa en Google. Aunque riqu¨ªsimos, quiz¨¢ Page y Brin deber¨ªan tener dispensa papal.
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