Marcado desde los diez a?os
La madre del menor violado por un compa?ero busca empezar una nueva vida
Hay historias para las que el lector nunca est¨¢ preparado. Un ni?o de diez a?os fue violado en Adra (Almer¨ªa) por un compa?ero de colegio, de 13 a?os, y a continuaci¨®n otros tres alumnos, uno de ellos de 15 a?os y los otros de 13, le obligaron a realizarles una felaci¨®n. La s¨®rdida crudeza de este suceso se evoca a diario en la familia de la v¨ªctima, rota desde que hace un mes trascendiera la tremenda tragedia que ha cambiado sus vidas.
"El ni?o se desahoga por escrito y me lo dice todo a trav¨¦s de los papeles". Mar¨ªa Teresa S. B., madre del peque?o, muestra c¨®mo ¨¦ste ha explicado su drama poco a poco, en folios y con letra temblorosa, al psiquiatra que lo atiende y a los agentes del grupo de menores de la Guardia Civil. Tras enumerar los menores que le vejaron, el ni?o explica los motivos del ataque: "Re¨ªrse, grabar, avergonzarme ante los amigos (...) Mam¨¢, siento haberte defraudado". Tras una investigaci¨®n, la Fiscal¨ªa de Menores ha decretado que los delitos no son imputables al presunto agresor sexual, al tener ¨¦ste 13 a?os y carecer de edad penal.
Un informe psiqui¨¢trico insta al menor a cambiar de pueblo y de colegio
La madre ha detallado su tr¨¢gica historia a la opini¨®n p¨²blica porque busca ayuda para mudarse y empezar una nueva vida, y porque no quiere que el supuesto delito del menor de 15 a?os quede impune. Para ello ha pedido que se reabra el caso despu¨¦s del archivo por parte de la Fiscal¨ªa, porque no entiende que la investigaci¨®n no tuviera en cuenta a los tres menores que colaboraron en la violaci¨®n. Mar¨ªa Teresa sostiene que el chaval de 15 a?os, con edad penal, grab¨® con un m¨®vil la vejaci¨®n, y que coaccion¨® a su hijo para que le robara dinero.
La madre se?ala que incluy¨® los nombres de los cuatro menores involucrados en la agresi¨®n sexual, pero que tras presentar la denuncia los agentes no le facilitaron copia de la misma "porque afectaba a menores". "Ahora me dicen que debo recurrir a la v¨ªa civil y pagar una fianza que no puedo asumir para reiniciar el tr¨¢mite penal. Busco la ayuda de un abogado o una ayuda econ¨®mica para mudarnos".
El informe psiqui¨¢trico del Centro de Salud Mental de El Ejido diagnostica al menor un cuadro cl¨ªnico reactivo por acontecimientos traum¨¢ticos derivados de abusos sexuales y un trastorno de estr¨¦s. Los psiquiatras aconsejan que el menor debe reiniciar su vida en un entorno completamente nuevo donde no sea reconocido. "Aqu¨ª somos cuatro gatos y alguna madre me ha preguntado por la violaci¨®n incluso delante del ni?o", explica asombrada Mar¨ªa Teresa.
Desde el suceso, el ni?o "no duerme, no come, habla en pesadillas y est¨¢ nervioso e introvertido", explica la madre con la voz entrecortada. Mientras, en el colegio Nueva Andaluc¨ªa, los empleados permanecen perplejos por el suceso. "Seguimos consternados despu¨¦s del shock inicial de algo tan horrible. Despu¨¦s de un acuerdo t¨¢cito con la familia, el ni?o agresor dej¨® de venir un tiempo y luego se reincorpor¨®", explica una trabajadora. Hasta esta semana, cuando la Delegaci¨®n de Educaci¨®n ha escolarizado al menor agresor en otro centro. Los otros tres ni?os c¨®mplices permanecen en el colegio.
Despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa determinara que el presunto agresor no pod¨ªa ser imputado al tener 13 a?os, inform¨® a la Delegaci¨®n de Asuntos Sociales para que tomara el pulso a la familia del agresor y comprobara si exist¨ªa desatenci¨®n o eran necesarias medidas graves. Los t¨¦cnicos siguen estudiando el caso despu¨¦s de dos semanas. "Las cosas no son ni blancas ni negras y puede que el tiempo de investigaci¨®n no haya sido suficiente. No es una situaci¨®n de emergencia porque los menores han estado bajo control", afirm¨® Luis L¨®pez, delegado de Asuntos Sociales.
Tras su desgarrador relato, Mar¨ªa Teresa ha sido denunciada por las madres de los menores por injurias, a pesar de que no ha detallado ning¨²n nombre de los ni?os involucrados en el s¨®rdido episodio. Mar¨ªa Teresa est¨¢ separada y asegura que sale adelante cada mes con una paga de 300 euros, que de momento no le permite el abandono de la localidad de Adra.
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