La revuelta chi¨ª llega al centro de Irak

Por primera vez desde que el primer ministro iraqu¨ª, el chi¨ª moderado Nuri al Maliki ordenara al Ej¨¦rcito hacerse con el control de Basora el pasado martes, aviones estadounidenses se sumaron ayer a los combates y bombardearon posiciones de la milicia radical chi¨ª del Ej¨¦rcito del Mahdi. Esa intervenci¨®n pone en evidencia tanto la fragilidad del Gobierno del chi¨ª Al Maliki como la magnitud del desaf¨ªo que le plantea el grupo armado de M¨²qtada al S¨¢der. La pugna de ¨¦ste con Abulaziz al Hakim (socio pol¨ªtico de Al Maliki) por el liderazgo de la comunidad chi¨ª convierte la batalla por Basora en una lucha por el poder. El ultim¨¢tum que lanz¨® el martes Al Maliki a la milicia de Al S¨¢der venc¨ªa ayer. Pero ha sido pospuesto hasta el pr¨®ximo ocho de abril.

Bush: "Es un momento decisivo en la historia de un Irak libre"

Los enfrentamientos de Basora son una mera lucha por el poder y el petr¨®leo

De acuerdo con un portavoz militar brit¨¢nico citado por la agencia Reuters, en la madrugada de ayer la aviaci¨®n norteamericana lanz¨® varias bombas en ayuda de las unidades iraqu¨ªes siguiendo instrucciones de los equipos de apoyo estadounidenses y brit¨¢nicos que operan con aquellas sobre el terreno. Por lo dem¨¢s, los 4.100 soldados brit¨¢nicos, acantonados en el aeropuerto desde la transferencia de autoridad a los iraqu¨ªes el pasado diciembre, se han mantenido al margen de la operaci¨®n en la que, seg¨²n fuentes iraqu¨ªes, se ha dado muerte a 120 combatientes enemigos y herido a 450.

"Pensamos que esta operaci¨®n ser¨ªa otra m¨¢s, pero nos ha sorprendido la resistencia [que hemos encontrado] y eso nos ha obligado a cambiar nuestros planes y nuestras t¨¢cticas", admiti¨® el ministro de Defensa, Abdel Qader Yasim durante una conferencia de prensa. Yasim tiene desplegada en Basora una fuerza de 30.000 soldados y polic¨ªas.

El propio presidente de EE UU, George W. Bush, calific¨® ayer la ofensiva de Basora como "un momento decisivo en la historia de un Irak libre". En su opini¨®n "cualquier Gobierno que pretenda representar a la mayor¨ªa de la gente debe hacer frente a los elementos criminales o aquellos que piensan que pueden vivir al margen de la ley, y eso es lo que est¨¢ sucediendo en Basora".

Sin embargo, ah¨ª radica el problema. Por m¨¢s que el Gobierno de Al Maliki se haya denominado de unidad nacional, muchos iraqu¨ªes no lo perciben as¨ª. Para quienes no simpatizan ni con su partido, Al Dawa, ni con el Consejo Superior Isl¨¢mico de Irak (CSII) de Al Hakim, los combates de Basora son una mera lucha por el poder y el petr¨®leo (que se concentra precisamente en esa regi¨®n del pa¨ªs). "El Ej¨¦rcito es otra milicia m¨¢s", comentan varios refugiados iraqu¨ªes en Damasco, en referencia a su penetraci¨®n por las Brigada B¨¢der, el grupo armado del CSII.

Al Maliki ha insistido en que su objetivo es acabar con las bandas criminales que campan por sus respetos en Basora, no la milicia del Ej¨¦rcito del Mahdi. Sin embargo, la operaci¨®n ha intensificado el malestar de los saderistas que ya se sent¨ªan objetivo de una campa?a de detenciones. Muchos de sus seguidores se quejan de que las fuerzas iraqu¨ªes y estadounidenses se han aprovechado del alto el fuego unilateral que su l¨ªder decret¨® el pasado agosto, y desean que ponga fin a la tregua. Pero M¨²qtada, que a trav¨¦s de sus portavoces ha insistido en encontrar una soluci¨®n pol¨ªtica y que se acabe con "el derramamiento de sangre iraqu¨ª", a¨²n no ha dado ese paso.

La envergadura de lo que se juega en Basora queda clara cuando se observa c¨®mo los combates se han extendido a las principales ciudades del sur de Irak, la regi¨®n donde se concentra la poblaci¨®n chi¨ª (estimada en un 60% del total). Ayer la agencia de noticias Reuters citaba testigos que daban al Ej¨¦rcito del Mahdi el control de Nasiriya, una ciudad situada a unos 150 kil¨®metros al noroeste de Basora, pero en los d¨ªas anteriores los miembros de esa milicia llegaron a controlar varios barrios de Kut, a mitad de camino entre ¨¦sta y la capital, y han mantenido duros combates en Hilla, Amara y Kerbala.

En la propia Bagdad, los saderistas han hecho demostraciones de fuerza en los 13 barrios mayoritariamente chi¨ªes. La situaci¨®n es especialmente tensa en el de Ciudad S¨¢der, un suburbio marginal en el que se hacinan dos millones de chi¨ªes y que constituye casi una ciudad gemela de la capital.