Ra¨²l, m¨¢s poderoso y m¨¢s solo
La lesi¨®n de Pepe y la actitud de Schuster vuelcan la presi¨®n del Madrid en el capit¨¢n
"Ra¨²l, ?cree que tiene m¨¢s responsabilidad en el Madrid esta temporada que la pasada?". Ra¨²l, que sale apresurado de Valdebebas con la cabeza gacha, la mirada nerviosa y la sonrisa de cart¨®n, se detiene. Su cara dibuja una mueca muy extra?a. El cart¨®n se cae. De pronto, parece un hombre alarmado, incapaz de ocultar su malhumor. Da media vuelta y responde: "?No! ?Tengo la misma responsabilidad!".
Ra¨²l se march¨® redoblando el paso hacia su Audi A-8. Lo hizo dando s¨ªntomas de no estar c¨®modo. Le esperaba el Sevilla (21.00, Canal +) en un partido que se presenta sin estridencias, pero que en su interior, como una caja-sorpresa, esconde una trama. Las condiciones son propicias para una emboscada. Mientras el Bar?a y el Villarreal acumulan la fuerza de los perseguidores, el Madrid se desgasta en cabeza. No acaba de salir de la zona de confusi¨®n.
El delantero dice que su influencia es la misma, y Mijatovic le ve en el organigrama
"Mis reuniones con Ra¨²l me ayudan a tomar las decisiones", dice el director
Los t¨¦cnicos no entienden exactamente lo que pasa y los jugadores tampoco. Bernd Schuster los reuni¨® el viernes y les dijo lo mismo de siempre: "Tranquilos, que por este camino tenemos que ganar". Ante la perplejidad, se hacen conjuras. Como revel¨® Pepe, sonriente: "Schuster nos quit¨® presi¨®n".
El vestuario del Madrid, como la Liga, se ha despresurizado. Schuster, tambi¨¦n. El alem¨¢n no quiere hacerse cargo de la mediocridad que observa en la plantilla. Asegura que no es su competencia. Adem¨¢s, ha dicho esta semana que no se siente vinculado a las derrotas y que piensa seguir en el puesto incluso sin ganar un t¨ªtulo. Apunta al campo. All¨ª est¨¢n los jugadores, a los que quita presi¨®n con palabras tranquilas. A diferencia de Fabio Capello, maestro administrador de conflictos, cuando ve fuego, Schuster es partidario de apartarse. Se ha pasado la temporada en estado de irritaci¨®n. Y, ahora que su equipo se hunde, se muestra en paz con el mundo.
Como quien no quiere la cosa, Schuster ha trasladado la responsabilidad a los jugadores. Cuando le preguntaron por Ra¨²l, movi¨® la cabeza en se?al de asentimiento: "Trabajar con ¨¦l es muy c¨®modo. Se preocupa de todo".
Por primera vez en su carrera, Ra¨²l deber¨¢ ejercer de capit¨¢n en campo abierto. Hierro se retir¨® hace a?os; de los gal¨¢cticos, que le hicieron sombra, no queda ni uno, y Capello, un muro de contenci¨®n que recibi¨® todos los golpes durante los peores d¨ªas del campeonato pasado, es historia. Schuster ha entonado un canto mon¨®tono y las lesiones afectan a jugadores fundamentales. Ayer, Pepe se uni¨® a Van Nistelrooy.
Ni Pepe, b¨¢sico para defender y organizar, ni Van Nistelrooy, cuyos goles conquistaron la ¨²ltima Liga, estar¨¢n contra el Sevilla para echar una mano a Ra¨²l. El "capit¨¢n", como le llaman con iron¨ªa algunos jugadores, se debe de sentir solo.
Es lo que tiene el poder. Desde que el presidente, Ram¨®n Calder¨®n, opt¨® por aproximarse al vestuario y reforzar lo que llama "los valores del madridismo", la figura de Ra¨²l se ha ido cargando de connotaciones m¨¢s pol¨ªticas que futbol¨ªsticas. La prolongaci¨®n del contrato de Ra¨²l "de por vida", en palabras de Calder¨®n, le ha situado en otro plano. Nunca fue m¨¢s influyente y esto genera suspicacias en la plantilla.
Formalmente, Ra¨²l est¨¢ un escal¨®n por encima de sus compa?eros. Es un caso ¨²nico en el f¨²tbol espa?ol. En el club dicen que, de hecho, Ra¨²l se ha convertido en la prolongaci¨®n del organigrama t¨¦cnico dentro del vestuario. Lo afirma el m¨¢ximo responsable de f¨²tbol del Madrid, el director general, Pedja Mijatovic: "Cuando tienes a un jugador como Ra¨²l, que lleva 13 a?os, que ha sido compa?ero m¨ªo y tiene todos los valores de un capit¨¢n del Madrid, evidentemente, tienes que tratar con ¨¦l y obtener informaciones y respetar su opini¨®n porque conoce perfectamente c¨®mo funcionan el vestuario y el club".
Mijatovic, el hombre que contrata y despide empleados -¨¦l puso cara a la destituci¨®n de Capello-, dice que despacha con Ra¨²l: "Es normal que tengas que darle... Yo no dir¨ªa poder, pero tienes que incorporarle en una organizaci¨®n".
Ra¨²l dice que sigue teniendo las mismas responsabilidades, pero Mijatovic le sit¨²a a la par con los estrategas del club. "No puede suceder como en los ¨²ltimos a?os", explica; "cuando a Ra¨²l no se le daba la importancia que tiene. No s¨®lo por los goles que marca, sino porque cuida muy bien a sus compa?eros y se preocupa por todos los detalles. Cuando tienes un problema o una duda, es el primero que te puede guiar sobre c¨®mo resolverlo. Te ahorras un mont¨®n de cosas que, de otro modo, no podr¨ªas saber. Porque tener un capit¨¢n que es la pieza fundamental de un vestuario es un privilegio. Cuando nos reunimos, puedes obtener cosas que luego te ayudan a tomar las decisiones".
En la ¨²ltima temporada de su carrera, Maradona se present¨® ante las c¨¢maras y dijo: "Boca no gan¨® este campeonato por mi culpa". El jugador m¨¢s atribulado del planeta asumi¨® p¨²blicamente las consecuencias de su poder. Eso se llama responsabilidad.
Ra¨²l empieza esta tarde una carrera solitaria por la Liga. Nueve jornadas le quedan al campeonato y el ¨²nico premio es una copa que ya gan¨® cinco veces. La Eurocopa, la gran obsesi¨®n del capit¨¢n, ya est¨¢ fuera de su alcance.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.