El PP prepara el paso a otra generaci¨®n

La derrota electoral ha dejado al PP en estado de shock. Tres semanas despu¨¦s de la noche fat¨ªdica en la que mucha gente pens¨® que Mariano Rajoy iba a dejar la pol¨ªtica, el principal partido de la oposici¨®n sigue sin rumbo claro.

Por no haber, no hay ni siquiera argumentarios, esos textos que todos los diputados reciben cada d¨ªa de la secretar¨ªa de comunicaci¨®n para marcar la l¨ªnea oficial del partido en todos los asuntos de actualidad. El ¨²ltimo lo recibieron el d¨ªa 12, seg¨²n confirman varios parlamentarios, con una apresurada valoraci¨®n de las elecciones. Nadie tiene claro qu¨¦ l¨ªnea hay que seguir: duro con el Gobierno, como antes de las elecciones, o llamadas al consenso.

Rajoy ha pasado casi toda la semana encerrado en su despacho. Ha recibido decenas de llamadas y papeles con propuestas sobre la estructura del grupo parlamentario y de la direcci¨®n que saldr¨¢ del congreso interno en junio. Pero no soltar¨¢ prenda hasta ma?ana, cuando est¨¢ convocada la Junta Directiva Nacional, un ¨®rgano de casi 500 miembros que convocar¨¢ oficialmente el Congreso.

Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa apunta como responsable del congreso del PP

Gonz¨¢lez Pons se perfila como el mejor colocado para ser portavoz

Nadie cree que Acebes siga como secretario, pero su ubicaci¨®n es dif¨ªcil

Sin embargo, a pesar del mutismo de Rajoy, y a su probada capacidad de sorpresa que puede dar la vuelta a todas las previsiones, hay algo en lo que la mayor¨ªa de los dirigentes consultados est¨¢ de acuerdo: la derrota electoral, la segunda, que obligar¨¢ al PP a otra larga traves¨ªa del desierto de cuatro a?os sin ninguna garant¨ªa de ¨¦xito, va a forzar algo que el l¨ªder pens¨® en realizar hace tiempo aunque nunca pareci¨® tener el coraje ni la fuerza suficientes para hacerlo: un relevo generacional completo, que le deje a ¨¦l, a sus 53 a?os reci¨¦n cumplidos, pr¨¢cticamente como ¨²nico superviviente en las m¨¢ximas responsabilidades de la generaci¨®n que hizo grande el PP a las ¨®rdenes de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a principios de los noventa.

Entonces, como ahora, el partido ven¨ªa de dos derrotas contra el PSOE -en realidad tres, si se suma la primera de Aznar en el 89- y un grupo de treinta?eros -Rajoy ten¨ªa 35 a?os en 1990, cuando fue elegido vicesecretario general en el congreso en Sevilla que consagr¨® a Aznar, que ten¨ªa 37- se hizo con el poder, desbancando a la AP heredera del franquismo.

La mayor¨ªa de los dirigentes cree que ahora, con la excepci¨®n del l¨ªder, que ha anunciado su voluntad de seguir al frente de la nave -aunque nadie est¨¢ dispuesto a apostar durante cu¨¢nto tiempo-, la vieja guardia tambi¨¦n ser¨¢ relevada. Antes de que le apartaran, ya lo ha hecho voluntariamente Eduardo Zaplana, que no es ni mucho menos un anciano -el mi¨¦rcoles cumple s¨®lo 52 a?os, uno menos que Rajoy, una edad a la que en otros pa¨ªses europeos pr¨¢cticamente se llega a puestos de gran responsabilidad-, pero s¨ª est¨¢ asociado, por su labor de portavoz, a la ¨²ltima etapa del Gobierno Aznar y, sobre todo, a la crisis del 11-M.

En realidad, no se trata s¨®lo de una cuesti¨®n de edad, sino tambi¨¦n de vinculaci¨®n con el pasado m¨¢s reciente del PP y, sobre todo, con el ¨²ltimo a?o de la gesti¨®n de Aznar, el que seg¨²n todas las encuestas, y junto al perfil de Rajoy como candidato, ha marcado la mala valoraci¨®n que los populares han tenido en los ¨²ltimos a?os y sus dificultades para superar al PSOE.

El siguiente en caer, seg¨²n todos los pron¨®sticos, ser¨¢ ?ngel Acebes, que a¨²n no ha cumplido los 50 a?os. Todos los dirigentes asumen que, por su perfil personal, ser¨¢ muy dif¨ªcil buscarle una nueva ubicaci¨®n que no sea humillante para quien lo ha sido todo durante estos cuatro a?os como secretario general. El partido y el propio Rajoy, se?alan, tienen una deuda con ¨¦l porque se ha limitado a obedecer las ¨®rdenes del l¨ªder y a trabajar sin descanso para mover la maquinaria del PP. Sin embargo, todos los consultados asumen que no ser¨¢ el secretario general tras el congreso de junio. Aunque a nadie se le ocurre qu¨¦ puesto podr¨ªa ocupar. Zaplana ha anunciado que se quedar¨¢ como diputado raso, pero con Acebes ese paso atr¨¢s parece m¨¢s complejo.

El jueves, Zaplana habl¨® en p¨²blico de ese cambio generacional que todos auguran en el PP: "Yo soy defensor de la renovaci¨®n permanente, pero soy contrario a las catarsis, a la pol¨ªtica de tierra quemada. Los pol¨ªticos no desaparecen. En Francia, en Italia, lo pueden ver ustedes, las carreras no duran cuatro a?os. Y eso es bueno para la estabilidad de la democracia, aunque uno puede ocupar distintos puestos, nadie puede estar en el escaparate permanentemente".

Hay un nombre al que todos aluden como clave para esta nueva etapa: Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa -que cumplir¨¢ 37 a?os en junio- es la mano derecha de Rajoy. Su nombre est¨¢ en todas las quinielas para ser la portavoz parlamentaria. Sin embargo, ¨¦se es un lugar para un duro, alguien que tiene que entrar todos los d¨ªas al choque frontal con el Gobierno y adem¨¢s tener colmillo suficiente para controlar a 154 diputados de muy distinto pelaje.

Por eso las ¨²ltimas especulaciones en el entorno del propio Rajoy vuelven a colocar al frente de la portavoc¨ªa al valenciano Esteban Gonz¨¢lez Pons, otro dirigente relativamente joven (43 a?os) y sobre todo no quemado en la ¨²ltima etapa de Aznar -aunque en las quinielas siguen tambi¨¦n Juan Costa o Manuel Pizarro, este ¨²ltimo cada vez con menos fuerza-, mientras S¨¢enz de Santamar¨ªa podr¨ªa tener un puesto a¨²n m¨¢s relevante.

Ma?ana, te¨®ricamente, s¨®lo ser¨¢n nombrados los portavoces parlamentarios. Sin embargo, la Junta Directiva tambi¨¦n abrir¨¢ paso al congreso del partido. Y eso quiere decir que Rajoy dar¨¢ pistas sobre su equipo de direcci¨®n en el PP, al nombrar a los ponentes de los asuntos que se discutir¨¢n en el c¨®nclave. Muchos creen que encargar¨¢ a S¨¢enz de Santamar¨ªa la organizaci¨®n de ese congreso, con vistas a su posible nombramiento como secretaria general.

Para este puesto se hab¨ªa especulado con el nombre de P¨ªo Garc¨ªa Escudero, que fue jefe de la campa?a de Rajoy, pero el madrile?o no parece tener ning¨²n inter¨¦s en la secretar¨ªa general y prefiere quedarse como portavoz en el Senado.

El ¨²nico problema de Gonz¨¢lez Pons es, para Rajoy, que sea visto como una imposici¨®n de Francisco Camps, el todopoderoso bar¨®n valenciano -gran vencedor de las elecciones junto a la madrile?a Esperanza Aguirre-, que fue el primero en asegurar que el l¨ªder ten¨ªa que seguir tras la derrota electoral.

A partir de esos dos puestos clave, hay toda una serie de nombres pertenecientes a esa nueva generaci¨®n -muchos de ellos ya fueron colocados por Rajoy en el comit¨¦ que ayud¨® a elaborar el programa, en un gesto claro de que quer¨ªa caras nuevas- que tendr¨¢n, seg¨²n la mayor¨ªa de los consultados, un papel relevante. Se trata de dirigentes regionales como Mar¨ªa Dolores de Cospedal, Rosa Estar¨¢s o Alberto N¨²?ez Feij¨®o -que esta misma semana reconoc¨ªa que el PP tiene un problema de comunicaci¨®n y debe renovarse-, y otros como Jorge Moragas, Jos¨¦ Luis Ayll¨®n, Mar¨ªa Salom, Ignacio Cosid¨®, Alfonso Alonso o Gustavo de Ar¨ªstegui.