El destape de la cloaca de A Coru?a
El desalojo de Penamoa para construir una ronda pone al descubierto la miseria del poblado
La inmundicia y el olvido llevan m¨¢s de 23 a?os creciendo en paralelo en Penamoa, la cloaca de A Coru?a en la que malvive medio millar de personas bajo la indiferencia absoluta y end¨¦mica de todas las instancias, sea pol¨ªtica, judicial, policial, informativa o ciudadana.
La inmundicia y el olvido llevan 23 a?os creciendo en la barriada coru?esa
La construcci¨®n de una circunvalaci¨®n comarcal, la Tercera Ronda, destap¨® la ignominia de la que todos sab¨ªan y saltaron las alarmas, aunque no tanto por el vergonzante aspecto de inmenso vertedero que tiene el infrahumano poblado chabolista, el m¨¢s grande de Galicia, como por miedo al peligro que entra?a la dispersi¨®n del tambi¨¦n mayor punto de venta y consumo de drogas de toda la cornisa cant¨¢brica, como lleva a?os denunciando M¨¦dicos del Mundo.
Es una de las escasas organizaciones que se preocupa de enviar personal todos los d¨ªas a Penamoa para dar un m¨ªnimo de asistencia, como jeringuillas desechables al medio centenar de toxic¨®manos que han optado por instalarse all¨ª donde tienen f¨¢cil alcance a sus dosis diarias. Son los "blanquitos", como los llaman las familias de etnia gitana de un poblado lleno de contrastes, de realidades y vidas muy diversas aunque bajo el mismo denominador, la exclusi¨®n social m¨¢s aterradora.
Penamoa es un gueto con "buenos y malos" en el que la droga tambi¨¦n hizo estragos entre los gitanos, incluso entre los que a¨²n viven de la chatarra o de la venta ambulante. Todo comenz¨® en octubre de 1984, con una operaci¨®n "totalmente anticonstitucional", en palabras de la ex responsable provincial de Servicios Sociales Carmen P¨¦rez, cuando el ayuntamiento traslad¨® por la fuerza y "en camiones" a las familias gitanas de A Gaiteira para construir, en el terreno que ocupaban, el primer gran centro comercial de la ciudad, el de Cuatro Caminos.
En un descampado de dif¨ªcil acceso, a un par de kil¨®metros del centro de A Coru?a, sin servicios b¨¢sicos de agua, luz, ni asfalto, fueron aparcadas y dejadas a su suerte familias de coru?eses nacidas en el mismo barrio que el ex alcalde Francisco V¨¢zquez. Iba ser una soluci¨®n temporal, dos a?os como m¨¢ximo. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, ah¨ª sigue Penamoa, donde a la par que la marginalidad siguieron creciendo las familias, la basura, las ratas "del tama?o de un conejo", la venta y el consumo de drogas.
Est¨¢n censadas, en medio de la inmundicia, 99 chabolas con una media de cinco habitantes cada una. Registros policiales cifran en 1.300 las visitas peri¨®dicas de consumidores para adquirir hero¨ªna (el 42% de la clientela) o coca¨ªna (el 30%). Vienen de toda la comarca para surtirse. A principio de esta d¨¦cada, dieron la vuelta a Espa?a fotos de colas de consumidores esperando a las puertas de chabolas del poblado para, como en un supermercado, comprar una dosis. Y no se trata s¨®lo de excluidos sociales, sino tambi¨¦n "encorbatados con Porsche o cochazos", destacan los habitantes.
Patrullas de la Polic¨ªa Nacional hacen rondas diarias aunque se limitan a tomar datos a los que compran. Hay tolerancia mutua, "no se meten con ellos, y ellos no se meten con la polic¨ªa", cuenta un anciano gitano mientras clama contra la lacra de la droga que le llev¨® tres de sus once hijos. Las escasas redadas policiales en el asentamiento acaban siempre en batallas campales con heridos. Y si el desarrollo dio origen en los a?os 80 al gueto de Penamoa, la necesidad de suelo para infraestructuras dictamin¨® su desaparici¨®n.
Entrar¨¢n esta semana las palas de las obras de la Tercera Ronda, que atravesar¨¢ el poblado, y comienza la cuenta atr¨¢s para sus habitantes, llamados a marcharse "de inmediato" o trasladarse a un poblado de transici¨®n para seguir un programa de readaptaci¨®n, antes de poder optar a un realojo en una vivienda de la ciudad. Y es que ser de Penamoa, da igual que sea un ni?o o un adulto, es ser considerado un paria. Pero, de momento, s¨®lo 15 familias est¨¢n dispuestas a adherirse a ese plan para recobrar su carta de ciudadano de A Coru?a. Otras se ir¨¢n. Y otros anuncian guerra. El mayor poblado chabolista de Galicia promete estar semanas en el centro de la actualidad.
M¨¢s protestas vecinales
Sigue en pie de guerra preventiva Novo Mesoiro, un barrio perif¨¦rico de A Coru?a de nuevas urbanizaciones, muchas sociales, que se ha echado a la calle contra el hipot¨¦tico reaolojo en su vecindario, siempre negado por el ayuntamiento, de chabolistas de Penamoa. Para el viernes est¨¢ convocada una nueva manifestaci¨®n en el centro de la ciudad, la tercera que protagonizan, y hay llamamientos, aunque desautorizados por la Asociaci¨®n de Vecinos, a cortar esta tarde el tr¨¢fico de Alfonso Molina, la principal arteria de entrada a A Coru?a. Unas 2.000 familias viven en Novo Mesoiro, un barrio que carece de servicios p¨²blicos como centro de salud, guarder¨ªa o colegio. Y no hay quien les apee del convencimiento de que ayuntamiento y Xunta preparan un "realojo encubierto".
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