El genio de Bizet atrapa al director

Marc Minkowski (Par¨ªs, 1962) dirigir¨¢ a su orquesta Les Musiciens du Louvre y a la mezzosoprano Anne Sofie von Otter en el concierto que ofrecer¨¢ hoy en el Teatro Real, un paso m¨¢s en la amplia trayectoria de este maestro de la batuta que se autocalifica como "un especialista de la no especializaci¨®n". Domina con pasi¨®n y conocimiento la ¨®pera barroca y el clasicismo, un campo en el que ha brillado con Les Musiciens du Louvre, la primera orquesta que interpret¨® una ¨®pera de Mozart en Salzburgo con instrumentos de ¨¦poca. Ahora quiere investigar otros repertorios y adentrarse en ellos con la misma pasi¨®n con la que se volc¨® en su d¨ªa en el Barroco franc¨¦s. Les Musiciens du Louvre fue fundado en 1982 y est¨¢ estrechamente ligado a la m¨²sica barroca y a la interpretaci¨®n de m¨²sica con instrumentos originales.

La actuaci¨®n del director franc¨¦s en Madrid coincide con la publicaci¨®n de un disco en el que se incluyen dos suites orquestales de L'Arl¨¦sienne y el preludio y tres entreactos de Carmen, de Bizet. La discogr¨¢fica por la que ha fichado, Na?ve, incorpora esta vez un librito de 120 p¨¢ginas, que incluye ensayos, el cuento de L'Arl¨¦sienne, de Alphonse Daudet, y reproducciones de obras de Van Gogh, Gauguin, Bacon y Joan Mitchell. "Incluir a Van Gogh se debe, sobre todo, a una cuesti¨®n sentimental. Mi abuela, que era psiquiatra, realiz¨® un estudio sobre la locura que padeci¨® el pintor en relaci¨®n a su obra, y eso es algo que siempre ha estado presente en mi vida", matiz¨® ayer el director franc¨¦s.

Instrumentos originales

Minkowski, que lleva tiempo reconduciendo su repertorio hacia el Romanticismo, deseaba escuchar la m¨²sica con instrumentos rom¨¢nticos originales, y por eso orienta ahora a su orquesta hacia el siglo XIX. "No quiero decir con ello que no me entusiasme con los contempor¨¢neos como John Adams, del que tengo previsto interpretar obras suyas con la Sinfon¨ªa Varsovia. Soy consciente de que escuchar la m¨²sica de Bizet con instrumentos rom¨¢nticos originales es otro mundo".

Este peculiar rastreador de rarezas, ya sea de partituras o de batutas, aunque no quiso decir el n¨²mero de ellas que posee -algunas las ha comprado en mercadillos-, afirma que no ha dejado el Barroco ni lo va a dejar, pero que "siente la necesidad de tener una versatilidad cada vez mayor".