El desgobierno de los jueces
La detenci¨®n de Santiago del Valle, presunto asesino de una ni?a de cinco a?os desaparecida el pasado 13 de enero y encontrada muerta 55 d¨ªas despu¨¦s en la r¨ªa de Huelva, ha sacado a la luz preocupantes s¨ªntomas de abulia y descoordinaci¨®n en el Poder Judicial. Es inevitable que el descuido y la indolencia se apoderen de la burocracia p¨²blica cuando las instancias encargadas de su control se muestran incapaces de vigilar y corregir sus fallos y errores.
Lejos de asumir las responsabilidades por omisi¨®n o negligencia que pueden corresponder al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en la prehistoria del crimen de Huelva, la primera reacci¨®n de su portavoz fue exigir del Legislativo una reforma del C¨®digo Penal que agrave dr¨¢sticamente las penas de los abusos sexuales con menores, establezca la cadena perpetua para los casos conexos de asesinato y castigue a los reincidentes con la castraci¨®n f¨ªsica o qu¨ªmica. Pero la c¨®lera no es buena consejera para hacer diagn¨®sticos y proponer remedios: la parsimonia del procedimiento legislativo devolver¨¢ la serenidad cuando se debata esa revisi¨®n normativa que el PP tambi¨¦n pretende.
La tragedia de la ni?a Mari Luz Cort¨¦s ha levantado acta de los retrasos no s¨®lo de los procesos penales sino tambi¨¦n de la ejecuci¨®n de sus autos y sentencias. De confirmar los tribunales que Santiago del Valle fue el autor de su muerte, habr¨ªa bastado con que la maquinaria de la justicia -magistrados, fiscal¨ªa, funcionarios de la oficina judicial, inspectores del CGPJ- hubiese cumplido con sus obligaciones en el momento debido para que el crimen no llegara a perpetrarse.
El s¨®rdido historial delictivo del presunto asesino arranca con los abusos sexuales cometidos en 1999 con su hija de cinco a?os: el Juzgado n¨²mero 1 de Sevilla le conden¨® en noviembre de 2002 a 21 meses y medio por ese delito y a un a?o por otro de falsedad. Aunque la Audiencia Provincial dio firmeza a la resoluci¨®n en diciembre de 2005, la sentencia no fue ejecutada como consecuencia de una confusa historia de la que forman parte el titular del juzgado, una funcionaria dada de baja durante un incierto periodo y el ministerio fiscal: en cualquier caso, hasta el 27 de marzo de 2008 -con Santiago del Valle ya detenido por la muerte de Mari Luz Cort¨¦s- no se dictar¨ªa la orden de busca y captura del condenado.
En el intervalo, Santiago del Valle fue castigado en diciembre de 2004 a dos a?os de prisi¨®n por el Juzgado n¨²mero 4 de Sevilla bajo la acusaci¨®n de haber manoseado en julio de 2003 a una chica de nueve a?os; la juez suspendi¨® durante tres a?os la ejecuci¨®n de la pena por falta de antecedentes: la Audiencia Provincial no se hab¨ªa pronunciado todav¨ªa sobre la condena de 2002.
Del Valle hab¨ªa salido mejor librado en abril de 2003 de la denuncia del vigilante de un supermercado, que le acus¨® de haber tocado el culo a una menor: el asunto acab¨® en agua de borrajas. Tambi¨¦n escap¨® con suerte -s¨®lo le cost¨® una orden de alejamiento en espera de un juicio que no ha llegado a celebrarse- de la acusaci¨®n de haber acosado en diciembre de 2006 a una muchacha de 13 a?os en Gij¨®n con quien hab¨ªa contactado a trav¨¦s del correo sentimental de la revista Telenovela. Salvador del Valle todav¨ªa ser¨ªa detenido en enero de 2007 tras coger en brazos a una ni?a de cuatro a?os y medio, pero fue puesto en libertad al d¨ªa siguiente y obligado a comparecer cada 15 d¨ªas en un juzgado sevillano -la ¨²ltima vez ser¨ªa el pasado 3 de marzo- mientras el Juzgado n¨²mero 1 segu¨ªa a la busca de su paradero para ejecutar la sentencia de 2002. En el historial de Santiago del Valle tampoco faltan episodios de hurto y estafa.
?C¨®mo es posible que durante sus casi 30 a?os de existencia el CGPJ -"¨®rgano de gobierno del Poder Judicial" seg¨²n la Constituci¨®n- no haya organizado los bancos de datos y los servicios informatizados necesarios para hacer imposible algo tan disparatado como que un padre condenado en 2002 por abusar de su hija contin¨²e en libertad y pueda reincidir como autor de delitos contra la libertad sexual? Dotado de abundantes recursos humanos y presupuestarios, el CGPJ tiene ampl¨ªsimas funciones disciplinarias y de control sobre la magistratura; la inspecci¨®n del Juzgado n¨²mero 1 de Sevilla practicada en noviembre de 2007 no dio lugar, sin embargo, a ning¨²n expediente.
Se dir¨ªa que la pasi¨®n del ¨®rgano de gobierno de la magistratura por hacer pol¨ªtica no le ha dejado tiempo durante casi tres d¨¦cadas para cumplir con sus deberes. La mayor¨ªa del actual CGPJ -elegido en la legislatura 2000/2004 por un Parlamento de mayor¨ªa absoluta del PP y con su mandato quinquenal vencido desde noviembre de 2006- se dedic¨® durante la anterior legislatura a obstaculizar la labor de las Cortes y a discutir si el matrimonio homosexual abr¨ªa paso o no a la legalizaci¨®n de la poligamia y el bestialismo. Entre tanto, la sentencia contra Santiago del Valle dorm¨ªa en un archivador sin ser ejecutada y el condenado continuaba perpetrando delitos sexuales.
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