Vicent: "El Mediterr¨¢neo en realidad no existe"

"El Mediterr¨¢neo no existe. Es una categor¨ªa de la mente. Un ejercicio ineludible en la vida de cada persona". El escritor Manuel Vicent hipnotizaba con su primera frase a las m¨¢s de 150 personas que acudieron ayer a la fundaci¨®n Tres Culturas de Sevilla. Junto a ¨¦l, a su izquierda, Jordi Esteva, periodista, fot¨®grafo y "apasionado de culturas orientales y africanas". El presidente de la fundaci¨®n, Enrique Ojeda, completaba el cartel-presentaci¨®n del ciclo Viajeros del mar, viajeros del desierto, que comenz¨® el lunes y ofrecer¨¢ pel¨ªculas, mesas redondas, conferencias y conciertos durante todo el mes de abril.

Y Vicent continu¨® con su reflexi¨®n, ante el silencio sepulcral de un p¨²blico entregado. "Ulises, el navegante, es el creador del individuo occidental. Porque navegar es enfrentarse al caos, luchar contra lo imprevisto, tomar decisiones...". Todos parec¨ªan interiorizar sus ideas y alguno asent¨ªa repetidamente, sin darse cuenta. "Fue el poeta alem¨¢n H?lderlin, desde T¨¹bingen [Alemania] quien cre¨® el mediterr¨¢neo como lugar ideal. All¨ª, por el fr¨ªo y la tristeza, comenz¨® a imaginar un lugar id¨ªlico donde hab¨ªa ninfas, moscatel, acantilados de m¨¢rmol blanco...". Vicent cort¨® de cuajo las enso?aciones del poeta. "Pero el mediterr¨¢neo es un mar ensangrentado. Todas las guerras se deben a la lucha de las tres religiones monote¨ªstas". Y record¨® las palabras de S¨¢nchez Ferlosio: "Nada cambiar¨¢ mientras no cambien los dioses". Habl¨® de Grecia, donde todo est¨¢ "derrumbado". Lo que falta, "lo ponemos nosotros". Y antes de dar paso a Esteve, regal¨® al auditorio un pensamiento: "Las estatuas griegas, sin manos, sin pies, sin sexo, son perfectas. Las reconstruimos con la mente: el mar azul lo tenemos dentro, es nuestra imaginaci¨®n".

Esteve reivindic¨® al pueblo ¨¢rabe como un pueblo navegante, s¨®lo que su mar era el ?ndico. "La acci¨®n, para ellos, se encontraba en el comercio con Asia". Despu¨¦s habl¨® sobre Simbad y su confianza en el destino. "Por muy mal que le fuera, sab¨ªa que pronto cambiar¨ªa el viento".