El PP, en vilo por el silencio de Aguirre

La indefinici¨®n de Esperanza Aguirre respecto al congreso de junio en el que Mariano Rajoy pretende mantener el poder que atesora en el PP ha sumido al partido en un estado de creciente agitaci¨®n y nerviosismo. Si despu¨¦s de la derrota electoral del 9-M muy pocos dirigentes importantes llamaron a Aguirre -a la que el entorno de Rajoy consideraba hasta cierto punto responsable de los movimientos internos y sobre todo medi¨¢ticos para forzar su dimisi¨®n-, durante esta semana son numerosos los cargos que quieren conocer los planes de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Y la llaman para transmitirle su preocupaci¨®n por las decisiones que est¨¢ tomando el l¨ªder.

"No tengo intenci¨®n de presentarme. Si hago algo lo sabr¨¢s", le dijo a Rajoy

Aguirre no suelta prenda. Tampoco lo hizo en la comida que mantuvo a solas con Rajoy el pasado mi¨¦rcoles; todo fueron buenas palabras entre ambos. Nada m¨¢s celebrarse las elecciones, ante los primeros rumores, Aguirre dijo en p¨²blico que ella no ten¨ªa intenci¨®n de presentarse y que su candidato era Rajoy. Pero desde entonces ha mantenido cierta ambig¨¹edad sobre sus planes futuros. En la comida, sin que ¨¦l le preguntara al respecto, Aguirre dijo a Rajoy: "Mariano, no tengo intenci¨®n de presentarme, pero si alguna vez hago algo t¨² ser¨¢s el primero en saberlo".

Eso ha llevado a algunos cargos del PP a elucubrar con la posibilidad de que los dirigentes que est¨¢n descontentos con las decisiones que ha tomado Rajoy -muchos de ellos diputados y miembros de la vieja guardia- convenzan a otra persona para que se presente como candidato al congreso y exprese as¨ª el malestar de una parte del partido.

Es una operaci¨®n muy compleja con un riesgo pol¨ªtico alt¨ªsimo. Para optar a la presidencia del partido hace falta el aval de 600 de los 3.000 delegados del congreso. Esos 600 avales tienen que ir con nombres y apellidos, y quienes los firmaran ser¨ªan conscientes de que se juegan su carrera pol¨ªtica al enfrentarse al aparato del partido, controlado por Rajoy. Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, su mano derecha, casi anim¨® ayer a que alguien presente lista alternativa: "?ste es el momento", dijo. "Cualquiera que tenga un proyecto pol¨ªtico" puede plantearlo.

Algo parecido sugiri¨® Rajoy, que ayer asegur¨® que "nadie" le ha mostrado su disgusto por los ¨²ltimos cambios. Tambi¨¦n neg¨® que invitara a comer a Aguirre para limar las asperezas entre ambos, informa Efe. "Nunca he tenido ninguna aspereza ni ning¨²n problema con Esperanza Aguirre", zanj¨® con una sonrisa. Y anim¨® a "cualquier militante" a que se presente si quiere, aunque avis¨®: "Yo tengo claro cu¨¢les son mis apoyos, que son muchos".

Apoyo recibi¨® anoche en su tierra, Pontevedra: ba?o de masas en la ciudad en la que inici¨® su carrera pol¨ªtica. Unas 2.000 personas aclamaron al l¨ªder del PP, acompa?ado por Alberto N¨²?ez Feij¨®o, presidente del partido en Galicia.

La filtraci¨®n del almuerzo entre el presidente del PP y Aguirre ha creado gran malestar en la sede de G¨¦nova. Fuentes del partido subrayan que, desde el 9-M, Rajoy ha comido con otros dirigentes y que la ¨²nica que ha trascendido es, curiosamente, la de Aguirre (aunque hubo al menos un diputado que los vio en el restaurante). A ella tambi¨¦n le preguntaron ayer por el almuerzo. "Pues ?de qu¨¦ vamos a hablar? Hablamos de pol¨ªtica", dijo.

Otro rumor se convirti¨® en pregunta directa a Rajoy: aquel que sit¨²a al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n como pr¨®ximo secretario general del PP tras el congreso de junio. "Se leen cosas verdaderamente sorprendentes", se limit¨® a contestar, con otra sonrisa.

Con informaci¨®n de J. S¨¦rvulo Gonz¨¢lez y Lara Varela.