Buitres
Al estercolero le ha dado ¨²ltimamente por compadecer a los c¨®micos en crep¨²sculo, y de paso investigar si el negocio se dispara con esta desviaci¨®n art¨ªstica. Tantear si a su audiencia le provoca a¨²n m¨¢s morbo palpar la ruina de los que alcanzaron fama, dinero y prestigio por haber realizado algo concreto, tangible y que otorga placer al pr¨®jimo, que seguir puntualmente las haza?as genitales y el trapicheo sensiblero del cochambroso famoseo, de gente que ha creado en compa?¨ªa de los buitres hep¨¢ticos un g¨¦nero millonario sin que hayan realizado nada en su prescindible existencia que merezca ser narrado en p¨²blico.
El lamentable desquiciamiento de Andr¨¦s Pajares les ha dado mucho juego, incluyendo a los afligidos familiares que visitan remunerados plat¨®s para mostrar su desolaci¨®n ante las adicciones de su progenitor. Ahora le ha tocado a esa actriz de raza llamada Terele P¨¢vez. Y la metodolog¨ªa, la manipulaci¨®n de imagen, el mensaje y la moralina que han utilizado los carro?eros cazarrecompensas es siniestra, con aroma delincuente.
Filman a Terele P¨¢vez hablando con un mendigo. Despu¨¦s se queda frita sobre unos cartones. Tiene toda la pinta de una noche movida, de andar muy puesto al amanecer, de enrollar el pico con los desconocidos que est¨¦n disponibles, de que llegue el baj¨®n y Morfeo te imponga quedarte dormido en cualquier lugar. Algo que le puede ocurrir alguna vez a todo el que frecuenta la madrugada y sus tragos. Y te asiste el sagrado derecho a hablar con quien te d¨¦ la gana, a condici¨®n de que acepte tu charla y a reposar tu anatom¨ªa en los lugares m¨¢s ex¨®ticos si no est¨¢n prohibidos.
Los mercaderes ya tienen la imagen que les conviene y la consecuente y s¨®rdida etiqueta. Es una indigente, es escoria. Y luego cu¨¦ntale a los productores y a la gente que te quiere que no es cierto, que solo ten¨ªas un mal d¨ªa y los chacales te estaban acechando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.