El urbanismo sin control deja m¨¢s de 4.000 casas ilegales en el Almanzora
La mayor¨ªa de los propietarios afectados son ciudadanos brit¨¢nicos
Ni cerveza, ni sol. La primeras palabras en castellano que muchos brit¨¢nicos han tenido que aprender despu¨¦s de comprarse una casa en la hasta ahora desapercibida comarca del Almanzora (Almer¨ªa) han sido contencioso administrativo, Plan General de Ordenaci¨®n o licencia de primera ocupaci¨®n.
En los ¨²ltimos a?os, la fiebre urbanizadora ha avanzado a pasos agigantados con un saldo de viviendas ilegales que fluct¨²a entre las 4.000 y las 6.000, seg¨²n las estimaciones. Las promociones comenzaron a brotar en el momento en el que los promotores advirtieron que la comunidad brit¨¢nica ve¨ªa en esta zona las caracter¨ªsticas de un retiro id¨ªlico: buen clima, tranquilidad y un nivel de vida m¨¢s barato que en el Reino Unido. "Una casa aqu¨ª, con un gran jard¨ªn, sol y un pueblo con todos los servicios a cinco minutos en coche es el sue?o de cualquier pensionista brit¨¢nico", mantiene Maura Hillen, ejecutiva de banca irlandesa retirada en Albox (11.000 habitantes censados) hace un a?o.
La comunidad brit¨¢nica se siente estafada por la falta de control
Casas sin luz, sin escrituras y con los promotores desaparecidos
La memoria de la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente ya alertaba en 2007 del alto ¨ªndice de delitos urban¨ªsticos que se estaban investigando en la comarca, sobre todo en los municipios de Zurgena, cuyo alcalde fue detenido esta semana en una operaci¨®n contra la corrupci¨®n urban¨ªstica, Albox, Oria, Cantoria y Arboleas.
Las investigaciones se conoc¨ªan, pero la demolici¨®n en febrero de una casa en Vera, propiedad de brit¨¢nicos, cruz¨® fronteras e hizo saltar todas las alarmas.
La comunidad brit¨¢nica se uni¨® y pidi¨® ayuda al Parlamento Europeo. La mayor¨ªa se siente estafado por la falta de control de los ¨²ltimos a?os. "Nadie ha hecho su trabajo correctamente", sentencia David Dunthorn, portavoz de la asociaci¨®n Abusos urban¨ªsticos Almanzora no, que aglutina a 300 brit¨¢nicos afectados. "Le promet¨ª a mi esposa que si esto no nos gustaba nos march¨¢bamos en un par de a?os, pero estamos atrapados. Hemos puesto los ahorros de nuestra vida en unas casas sobre las que nadie nos alert¨®", a?ade Dunthorn.
Las historias de los propietarios de estas viviendas, todas en el t¨¦rmino de Albox, dan para escribir un serial. En tres a?os, Judy Baker, teleoperadora jubilada de la British Telecom, ha gastado 300.000 euros en una vivienda de la que ni siquiera tiene escritura. No tiene agua corriente, ni luz. Gasta 90 euros a la semana en alimentar a un generador de electricidad y tuvo que pagar 6.000 euros a un vecino por un trozo de parcela despu¨¦s de que denunciara un cambio en sus lindes. Baker explica con flema inglesa por qu¨¦ tiene que hacerse responsable de todos los gastos. El constructor, ahora desaparecido, le hizo firmar un contrato en el que ella aparec¨ªa como promotora.
El caso se repite, con variantes, en las 12 viviendas de alrededor, tambi¨¦n responsabilidad del mismo promotor. Thomas Jones, ingeniero mec¨¢nico due?o de la villa Las dos Torres pag¨® 1.000 euros de la instalaci¨®n del agua y la parte que le correspond¨ªa los 100.000 euros que costaron unas torres de alta tensi¨®n instaladas cerca de sus viviendas. "Sevillana desconect¨® la electricidad porque las casas no tienen licencia de primera ocupaci¨®n", explica. "Necesitamos que sepan que la comunidad inglesa no tiene dinero ilimitado y que hacen falta soluciones con horizontes cercanos", subraya David Dunthorn.
En estos a?os, la econom¨ªa de los pueblos de interior ha resucitado. Han abierto comercios, supermercados e innumerables inmobiliarias. Muchos j¨®venes han encontrado trabajo en la construcci¨®n, mientras los ¨²ltimos agricultores y cabreros cambiaban el trabajo duro y mal pagado en sus tierras por cheques que garantizan tranquilidad econ¨®mica de por vida.
Antes de las municipales de 2007, Albox contaba con 13 expedientes de demolici¨®n de chal¨¦s firmes. En la localidad vecina de Arboleas, tambi¨¦n lim¨ªtrofe con Zurgena, Ecologistas en Acci¨®n ha denunciado ilegalidades urban¨ªsticas en siete pedan¨ªas.
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