El PNV ensaya ruta
Urkullu busca una salida "global" para desalojar a los alcaldes de ANV de sus puestos sin desautorizar a Egibar
I?igo Urkullu, presidente del PNV, se encontr¨® el pasado mi¨¦rcoles con un nuevo fuego que apagar en la ejecutiva de su partido. Mientras discut¨ªa al m¨¢s alto nivel en Madrid con los socialistas con qu¨¦ mimbres se puede dar una salida pactada a la hoja de ruta de Juan Jos¨¦ Ibarretxe, la situaci¨®n pol¨ªtica en Mondrag¨®n (Guip¨²zcoa) hab¨ªa estallado otra vez. Joseba Egibar, l¨ªder del partido en la provincia, el hombre que no oculta su apuesta soberanista de fondo y su sinton¨ªa total con los planteamientos del lehendakari, pon¨ªa en un brete a su presidente al rechazar presentar junto con el PSE una moci¨®n de censura en la localidad guipuzcoana contra la alcaldesa, de ANV. Este partido no condena el asesinato a manos de ETA de Isa¨ªas Carrasco, ex concejal de localidad.
PNV y PSE-EE volver¨¢n a negociar una posible moci¨®n en Mondrag¨®n
El encuentro en Madrid entre Urkullu, Josu Erkoreka, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Jos¨¦ Blanco y Jos¨¦ Antonio Alonso el lunes pasado pretend¨ªa que ambas partes pusieran encima de la mesa sus planteamientos de futuro. Ver con qu¨¦ estrategia se puede allanar el viraje que el presidente peneuvista pretende imponer sin desautorizar a nadie y sin que las cuadernas del pacto interno sellado en el EBB (la ejecutiva nacional del PNV) entre los sectores soberanista y pactista salten por los aires. Y saber de primera mano hasta d¨®nde puede llegar el PSOE en la reforma estatutaria y en lo que los nacionalistas denominan la "normalizaci¨®n" y el encaje de Euskadi en Espa?a.
La ausencia de Urkullu en la reuni¨®n de la ejecutiva ese mismo d¨ªa, cuando se trat¨® el tema de Mondrag¨®n, "no fue el problema", afirma un destacado dirigente af¨ªn al presidente del PNV. "No creemos que Egibar haya actuado de mala fe. En la reuni¨®n que los partidos celebraron al d¨ªa siguiente, los socialistas le pusieron entre la espada y la pared en relaci¨®n con Mondrag¨®n. No hubo posibilidad de negociar nada", a?ade. No obstante, la misma fuente admite que Egibar no pierde oportunidad para airear su apuesta de fondo. "Estamos dispuestos a estudiar alternativas de pedagog¨ªa pol¨ªtica para el electorado que dio su apoyo a ANV", dijo el l¨ªder guipuzcoano tras desechar la moci¨®n de censura en Mondrag¨®n. Fuentes del PNV aseguran que no era ¨¦sa la clave en la que se movi¨® Egibar en la ejecutiva del lunes. De hecho, los dos sectores del PNV abogaban por estudiar una salida global y se deleg¨® en Egibar la gesti¨®n de la cita del d¨ªa siguiente.
El PNV no se ha quitado a¨²n la espina que lleva clavada desde el pasado 16 de junio, cuando se constituyeron los ayuntamientos. "Entonces, el PSE apost¨® por que gobernara la lista m¨¢s votada", recuerdan, tras haber "permitido que ANV se presentara donde les interes¨®". Y, sobre todo, no olvida la p¨¦rdida de alcald¨ªas como Arteaga y Busturia, en Vizcaya, o Azpeitia y Zumaia, en Guip¨²zcoa, gracias al cruce de votos de EA, Aralar, ANV y EB, seg¨²n los casos.
"La salida tiene que ser global, no s¨®lo para Mondrag¨®n, pero no a la vez. Pero que nadie interprete que queremos recuperar terreno perdido. No se puede mezclar ¨¦tica, desalojar a quienes no condenan el terrorismo, con recuperar poder", a?aden fuentes peneuvistas.
El mi¨¦rcoles no fue un d¨ªa f¨¢cil para Urkullu, con buena parte de la ejecutiva casi escandalizada por el discurso de Egibar de la v¨ªspera. Urkullu evit¨® desautorizarle en aras a la unidad, pero abri¨® la puerta a las mociones de censura contra ANV, consciente de que la postura de Egibar era insostenible. Una rectificaci¨®n sin damnificados.
Con todo, socialistas y peneuvistas se miran de reojo. Los primeros, liderados por Patxi L¨®pez, en la cresta de la ola tras ganar el 9-M y vi¨¦ndose m¨¢s alternativa m¨¢s que nunca. Los segundos, con Urkullu como timonel, sumidos en cierta desorientaci¨®n tras perder m¨¢s de 117.000 votos en las generales. Esa foto fija est¨¢ presente en la mente de ambos dirigentes a la hora de dar los siguientes pasos.
La direcci¨®n del PNV se pregunta si detr¨¢s del caso Mondrag¨®n, el partido de L¨®pez no estar¨¢ jugando en realidad con una doble baraja: una con las cartas del m¨ªnimo ¨¦tico exigible a cualquier pol¨ªtico a la hora de condenar la violencia y otra con los naipes que buscan r¨¦ditos electorales, como sospecha Urkullu.
"?Hacia d¨®nde quieren ir el PSE y el PSOE? ?S¨®lo les interesa lo que pueda pasar de aqu¨ª hasta las auton¨®micas?", inquieren en el PNV. Los socialistas rechazan de plano esa interpretaci¨®n: "Lo de Mondrag¨®n es una cuesti¨®n de label democr¨¢tico. Otra cosa es que sea posible finalmente alcanzar los 11 concejales necesarios para echar a ANV. Pero si piensan que estamos en una operaci¨®n de desgaste para las auton¨®micas, se equivocan. Ahora, que tengan claro que fue Ibarretxe el que ha creado el problema con su consulta y su ¨®rdago soberanista", a?ade un alto dirigente del PSE. "Podemos estar ah¨ª, pero la decisi¨®n de rectificar esa estrategia es de Urkullu y del PNV, no nuestra".
Para empezar, ma?ana el EBB dar¨¢ luz verde a las mociones en los ayuntamientos donde ANV tiene representantes para exigir que dimitan de sus cargos. PNV y PSE retomar¨¢n la pr¨®xima semana sus contactos para dar una salida a Mondrag¨®n. Admiten que no es f¨¢cil. "Una cosa son las ejecutivas y otra la vida municipal. Y el miedo es libre" aseguran en el PNV, cuyos representantes conocen bien las iras de los violentos en Ondarroa. Y donde alg¨²n partido como EA cree que la realidad sociopol¨ªtica nacionalista debe ponderarse al decidir la gobernabilidad de Mondrag¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.