Excusas para perseguir el aborto
La Guardia Civil se basa en dos falsedades para montar el caso de la cl¨ªnica Isadora
El caso Isadora. Una cl¨ªnica de abortos investigada judicialmente a instancias del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). Una veintena de mujeres, entre ellas una adolescente rumana de 14 a?os, llamadas a declarar, algunas citadas en sus casas, con su familia delante. Todo ello sustentado en dos falsedades: la existencia de fetos en muy avanzado estado de gestaci¨®n en los contenedores de residuos de la cl¨ªnica y la utilizaci¨®n de un f¨¢rmaco peligroso y prohibido.
El Anat¨®mico Forense determin¨® que no hab¨ªa fetos de m¨¢s de 22 semanas
El Seprona insinu¨® falsamente que la psiquiatra no ten¨ªa el t¨ªtulo
Para abrir el caso, el Seprona desobedeci¨® a un primer juez que lo desestim¨® y ocult¨® informaci¨®n a otros dos para lograr, "sin el m¨¢s m¨ªnimo indicio fundado" (en palabras del primer magistrado), la apertura de una causa judicial contra la cl¨ªnica. Se ha imputado a tres m¨¦dicos, que se han negado a declarar hasta que se concreten los hechos y delitos que supuestamente pueden haber cometido.
Las dos falsedades han sido desmontadas. Primero, la que se refiere al tiempo de gestaci¨®n cuando se practicaron los abortos. Ninguno de los fetos hallados ten¨ªa m¨¢s de 22 semanas. El Seprona hab¨ªa encontrado restos de nueve, cuatro de ellos conservados en botes de formol. Sobre los cinco primeros no hay duda: todos tienen menos de 22 semanas seg¨²n se indica en un informe firmado el 13 de marzo de 2007 por el Anat¨®mico Forense. En un segundo informe se estudian los fetos conservados en formol. El estudio indica la dificultad para determinar con fiabilidad la edad gestacional, pero asegura que la "longitud del f¨¦mur" es la mejor forma para estimar la edad fetal durante el segundo y el tercer trimestre de embarazo. Seg¨²n este criterio, como remarca el Anat¨®mico Forense, los cuatro fetos estar¨ªan dentro de las 22 semanas. Seg¨²n otro criterio menos fiable, dos de ellos podr¨ªan tener unos pocos d¨ªas m¨¢s. Es decir, en ning¨²n caso existieron abortos de siete u ocho meses de embarazo.
En cuanto al Cytotec, el supuesto f¨¢rmaco prohibido, un informe, tambi¨¦n del Anat¨®mico Forense, de 8 de junio de 2007, asegura que "en ninguna de las muestras" fetales se ha detectado "misoprostol (Cytotec)". Este f¨¢rmaco se vende en Espa?a para tratar la ¨²lcera p¨¦ptica, pero "su principio activo es muy adecuado" para la preparaci¨®n de una mujer ante un aborto, indican fuentes de Sanidad, porque est¨¢ "avalado por estudios cient¨ªficos".
De hecho, el ministerio recibe cada a?o unas 5.000 peticiones de m¨¦dicos para utilizarlo en interrupciones del embarazo y hay incluso una petici¨®n de un laboratorio en la Agencia Europea del Medicamento para que se apruebe este uso, ya que es un buen dilatador del ¨²tero, informa Emilio de Benito. Un estudio del Instituto Anat¨®mico Forense tambi¨¦n indica que el Cytotec "se emplea con frecuencia como abortivo".
Otra de las sospechas que lanza la Guardia Civil recae sobre una psiquiatra de la cl¨ªnica. En varios documentos se insin¨²a que la mujer carec¨ªa de titulaci¨®n. Cuando finalmente se pide informaci¨®n al Ministerio de Educaci¨®n, el juez verifica que la doctora es licenciada en Medicina y Cirug¨ªa por la Universidad de Salamanca (1968) y especialista en psiquiatr¨ªa por la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (1985). La Guardia Civil pidi¨® tambi¨¦n al juez poder pinchar el tel¨¦fono de la psiquiatra, alegando que probablemente estaba recibiendo informaci¨®n telef¨®nica para destruir pruebas. Tras cuatro semanas de escuchas (entre diciembre de 2007 y enero de 2008), concluyeron que no hab¨ªa habido "conversaciones que puedan poner de manifiesto que se est¨¢n tratando de ocultar pruebas e indicios".
El caso comenz¨® el 16 de febrero de 2007, cuando algunos agentes del Seprona se personaron en Isadora para una supuesta inspecci¨®n de la gesti¨®n de los residuos. Mandaron inmovilizar los contenedores con los residuos que iban a ser trasladados a la empresa encargada de su gesti¨®n y horas despu¨¦s acudieron al juez de guardia de Madrid alegando que en el centro hab¨ªa restos de fetos -algo evidente, dado a qu¨¦ se dedica la cl¨ªnica-, y que quer¨ªan abrir los bidones. El juez fue claro: no dio su autorizaci¨®n, afirm¨® que no hab¨ªa "el m¨¢s m¨ªnimo indicio" de delito, y conmin¨® a la Guardia Civil a dejar de elucubrar sobre abortos ilegales.
Pero los agentes no cejaron en su empe?o, a pesar de que en su inspecci¨®n -motivada, entre otras cosas, por una denuncia de la plataforma antiabortista La Vida Importa- no hab¨ªan visto nada en concreto. Comunicaron a la Comunidad de Madrid que los contenedores deb¨ªan retirarse por riesgo sanitario -peligro creado al inmovilizarlos y sacarlos de la cadena de fr¨ªo-. Finalmente se abrieron sin autorizaci¨®n judicial.
Despu¨¦s, los agentes del Seprona volvieron a los juzgados de Plaza de Castilla se?alando que hab¨ªa fetos muy grandes y que se hab¨ªa encontrado un bl¨ªster de un medicamento prohibido en los abortos. Esta vez los agentes, ocultando que un primer juzgado les hab¨ªa denegado el permiso para seguir adelante, lograron que otro magistrado abriera el caso.
La investigaci¨®n lleva m¨¢s de un a?o en marcha. El proceso recibi¨® un impulso importante a finales del a?o pasado, cuando salt¨® a los medios el caso de las cl¨ªnicas de abortos del doctor Mor¨ªn en Barcelona, que nada tiene que ver con ¨¦ste. Desde hace meses, asociaciones de mujeres y cl¨ªnicas de abortos piden una reforma de la ambigua ley de despenalizaci¨®n del aborto para que m¨¦dicos y mujeres no queden desprotegidos ante cualquiera que desee iniciar una campa?a.
Dos guardias civiles del Seprona acuden a la Cl¨ªnica Isadora para comprobar la gesti¨®n de residuos del centro. El cami¨®n de una empresa de gesti¨®n de residuos estaba en esos momentos recogiendo algunos contenedores. La Guardia Civil ordena su inmovilizaci¨®n. Los agentes acuden al Juzgado de Guardia de Madrid para pedir autorizaci¨®n para abrirlos. El juzgado (n¨²mero 6 de Instrucci¨®n) lo deniega ante la falta del "m¨ªnimo indicio" de la comisi¨®n de alg¨²n delito. - 17 y 18 de febrero de 2007. Los residuos siguen precintados a pesar de la decisi¨®n del juez de guardia. La Guardia Civil mantiene los contenedores inmovilizados. - 19 de febrero de 2007. La Guardia Civil acude a la Comunidad de Madrid para proseguir con la investigaci¨®n ante la negativa judicial. Despu¨¦s de muchas llamadas telef¨®nicas consiguen que la Consejer¨ªa de Sanidad se comprometa a retirar los contenedores. - 20 de febrero de 2007. Los contenedores salen camino de un tanatorio privado de Alcobendas. All¨ª son abiertos en presencia del jefe t¨¦cnico de la consejer¨ªa de Sanidad, dos guardias civiles y un m¨¦dico del tanatorio. Los agentes llaman por tel¨¦fono, en mitad del proceso, al juzgado de guardia de Alcobendas, que les dijo que deb¨ªan ir a Madrid, porque es de donde hab¨ªan salido los bidones con los restos. Le ocultaron que un juez de Madrid hab¨ªa denegado la petici¨®n. En los contenedores aparecen, entre otras cosas, nueve fetos que la Guardia Civil considera que pueden tener m¨¢s de 22 semanas, l¨ªmite de la cl¨ªnica para practicar abortos. Los agentes del Seprona vuelven, una vez m¨¢s, a los juzgados de plaza de Castilla a contar el caso, con un nuevo atestado. Omiten que ha sido archivado d¨ªas atr¨¢s por el n¨²mero 6. El juzgado de guardia en ese momento autoriza el examen de los fetos y el atestado recae por reparto en el 47. Despu¨¦s de cuatro d¨ªas intent¨¢ndolo, consiguen que se abra una causa judicial que est¨¢ siendo instruida por el juez Jos¨¦ Sierra Fern¨¢ndez.
El comienzo del caso
- 16 de febrero de 2007.
Dos guardias civiles del Seprona acuden a la Cl¨ªnica Isadora para comprobar la gesti¨®n de residuos del centro. El cami¨®n de una empresa de gesti¨®n de residuos estaba en esos momentos recogiendo algunos contenedores. La Guardia Civil ordena su inmovilizaci¨®n. Los agentes acuden al Juzgado de Guardia de Madrid para pedir autorizaci¨®n para abrirlos. El juzgado (n¨²mero 6 de Instrucci¨®n) lo deniega ante la falta del "m¨ªnimo indicio" de la comisi¨®n de alg¨²n delito.
- 17 y 18 de febrero de 2007. Los residuos siguen precintados a pesar de la decisi¨®n del juez de guardia. La Guardia Civil mantiene los contenedores inmovilizados.
- 19 de febrero de 2007. La Guardia Civil acude a la Comunidad de Madrid para proseguir con la investigaci¨®n ante la negativa judicial. Despu¨¦s de muchas llamadas telef¨®nicas consiguen que la Consejer¨ªa de Sanidad se comprometa a retirar los contenedores.
- 20 de febrero de 2007. Los contenedores salen camino de un tanatorio privado de Alcobendas. All¨ª son abiertos en presencia del jefe t¨¦cnico de la consejer¨ªa de Sanidad, dos guardias civiles y un m¨¦dico del tanatorio. Los agentes llaman por tel¨¦fono, en mitad del proceso, al juzgado de guardia de Alcobendas, que les dijo que deb¨ªan ir a Madrid, porque es de donde hab¨ªan salido los bidones con los restos. Le ocultaron que un juez de Madrid hab¨ªa denegado la petici¨®n. En los contenedores aparecen, entre otras cosas, nueve fetos que la Guardia Civil considera que pueden tener m¨¢s de 22 semanas, l¨ªmite de la cl¨ªnica para practicar abortos. Los agentes del Seprona vuelven, una vez m¨¢s, a los juzgados de plaza de Castilla a contar el caso, con un nuevo atestado. Omiten que ha sido archivado d¨ªas atr¨¢s por el n¨²mero 6. El juzgado de guardia en ese momento autoriza el examen de los fetos y el atestado recae por reparto en el 47. Despu¨¦s de cuatro d¨ªas intent¨¢ndolo, consiguen que se abra una causa judicial que est¨¢ siendo instruida por el juez Jos¨¦ Sierra Fern¨¢ndez.
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