Acuerdo con retraso

El acuerdo firmado ayer entre el ministro de Justicia en funciones, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, con las c¨²pulas de los sindicatos UGTy CC OO pondr¨¢ fin probablemente a la huelga de los funcionarios de Justicia en las siete comunidades aut¨®nomas que no tienen transferidas las competencias de este servicio p¨²blico esencial, una vez que las bases sean consultadas, pero suscita muchas preguntas y alguna perplejidad a los ciudadanos que han soportado con paciencia dos meses de desbarajuste judicial. La principal es saber por qu¨¦ el ministro Fern¨¢ndez Bermejo no se comprometi¨® antes en las conversaciones, a la vista de la espectacular aceleraci¨®n en las negociaciones que ha catalizado su presencia en la mesa, de forma que en 48 horas se han esfumado los desacuerdos. Parece que las penurias judiciales de los espa?oles carecen de valor y que no se han tenido en consideraci¨®n. Pleitos diferidos, matrimonios aplazados o no inscritos, nacimientos sin registrar o tr¨¢mites engorrosos inconclusos son el precio que han tenido que pagar los contribuyentes por diferencias que pod¨ªan haberse resuelto con m¨¢s rapidez.

La cuesti¨®n central es que al final el Ministerio de Justicia ha aceptado casi todo el grueso de las peticiones sindicales. Conceder¨¢ una subida salarial de 190 euros al mes -los funcionarios ped¨ªan 200- a la que se llegar¨¢ por tramos a mediados de 2009. A la vista de la orden perentoria del presidente del Gobierno al ministro de Justicia da la impresi¨®n, que el propio Fern¨¢ndez Bermejo no ha desmentido hasta ahora, de que el ministerio se enroc¨® en posiciones hostiles a la negociaci¨®n, prest¨® poca atenci¨®n al conflicto primero, se enzarz¨® despu¨¦s en amenazas innecesarias, y termin¨® entrando en un goteo de concesiones que han acabado en esos 190 euros. Una torpeza tras otra, en definitiva.

Aunque hay que felicitarse por el final de la pesadilla administrativa, queda la duda sobre c¨®mo va a recuperarse el trabajo acumulado hasta resolver todos los expedientes retrasados por los dos meses de paro. Para los ciudadanos ser¨¢ otra prueba de paciencia que probablemente se demorar¨¢ meses. El acuerdo prev¨¦ tres meses de trabajo intensivo, prorrogable a otros tres, pero quiz¨¢ sean m¨¢s, porque a la proverbial lentitud de la justicia se unir¨¢ la pesada digesti¨®n de las decenas de miles de actos judiciales amontonados durante la huelga.

La subida salarial acordada deber¨ªa implicar en justa contrapartida una mejora en la calidad de los servicios que presta la Administraci¨®n de justicia. Uno de los puntos del acuerdo recoge el compromiso de los funcionarios de mejorar sus prestaciones, conocimientos y rentabilidad en el trabajo. Pero lo esencial es que esas mejoras comprometidas puedan verificarse objetivamente, que los tr¨¢mites se agilicen y que la Administraci¨®n de justicia deje de ser un mundo laber¨ªntico plagado de filas interminables.