Las investiduras
El ritual de esta ma?ana, para la investidura del candidato Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como presidente del Gobierno, presenta la novedad de celebrarse sin que conste, como ha sido habitual en anteriores investiduras, el compromiso anticipado a favor de otorgar la confianza al candidato de ese m¨ªnimo de 176 diputados, necesarios para alcanzar la mayor¨ªa absoluta, que es norma preceptiva en primera votaci¨®n. De donde todo indica que deber¨¢ procederse a una segunda, 48 horas despu¨¦s, es decir, el viernes d¨ªa 11, cuando le bastar¨¢ a Zapatero la mayor¨ªa simple de que goza el Partido Socialista con sus 169 esca?os para que se entienda otorgada la confianza de la C¨¢mara.
Recordemos que desde 1978 s¨®lo hay un precedente, el de la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo (denominado en la Cope Leotelo Caldo Sopolvo), en el que haya sido preciso el recurso a una segunda votaci¨®n, y ese fue el momento elegido por los golpistas de Tejero y dem¨¢s compa?eros de armas del 23-F para irrumpir con sus metralletas en el hemiciclo. Pero conviene se?alar que ser investido a la segunda para nada es deshonroso. En esta ocasi¨®n la estrategia ha sido la de evitar negociaciones precipitosas con otras fuerzas pol¨ªticas, a la b¨²squeda de apoyos, que siempre terminan siendo pagados con diversas d¨¢divas y compromisos y que condicionan toda la legislatura. Una decisi¨®n, esta de apostar sobre los propios esca?os, que encierra gran relevancia porque indica una voluntad de autonom¨ªa del candidato, que no tendr¨¢ sobre s¨ª la sombra de unos aliados, m¨¢s o menos malqueridos, que de modo inevitable alteran los propios perfiles exhibidos durante la campa?a electoral.
Adem¨¢s de la investidura de Zapatero, asistiremos hoy al intento de Rajoy de quedar investido l¨ªder de la oposici¨®n
As¨ª que Zapatero sube esta ma?ana a la tribuna de oradores para exponer el programa pol¨ªtico del Gobierno que pretende formar y solicitar la confianza de la C¨¢mara en un nuevo escenario, aunque esta sea la segunda vez que es investido. Para empezar, en 2004 su victoria electoral no fue reconocida por el PP, ni entonces ni a lo largo de los cuatro a?os de la legislatura. Pensaban los peperos, con obsesi¨®n incurable, que les hab¨ªan robado el partido. Mientras que a partir de la noche del 9 de marzo, todos le han saludado como ganador indiscutido. El candidato tendr¨¢ que hablar de otra manera al PP si pretende reparar los destrozos institucionales, empezando por los que afectan al CGPJ y al Tribunal Constitucional, que requieren los votos de la derecha. Tambi¨¦n podr¨¢ dirigirse en otro tono a los esca?os de los otros grupos para un di¨¢logo nuevo sin las ataduras de antes. Su programa de gobierno estar¨¢ aliviado del peso de algunas prioridades electivas que tuvieron un alto coste en la anterior legislatura -Estatuto de Catalu?a y di¨¢logo para el final del terrorismo-, y tendr¨¢ que afrontar las ¨¢speras realidades econ¨®micas.
Reparemos en que en este d¨ªa de estreno, los nacionalistas de ERC y del PNV y los de IU comparecen muy castigados por los electores con el consiguiente retroceso en el n¨²mero de esca?os, insuficiente para que puedan formar grupo parlamentario ni ERC ni IU. Sin que sea v¨¢lido el argumento del tsunami bipartidista aducido por Llamazares y otros. Adem¨¢s, como explicaba en un debate reciente Alfonso Guerra, si las elecciones se hubieran celebrado en las condiciones reclamadas por algunos -reducci¨®n del m¨ªnimo de diputados por circunscripci¨®n provincial a uno y establecimiento de un colegio electoral nacional de 50 diputados a repartir de modo estrictamente proporcional- los resultados apenas se habr¨ªan desviado de los actuales. En tanto que los votos perdidos por los que claman sin consuelo Gaspar y Rosa son menos de la mitad de los que con el mismo valor cero pueden presentar a su favor el PSOE y el PP, que suman m¨¢s de dos millones bajo cada una de esas siglas.
El protagonismo ser¨¢ de Zapatero pero su investidura queda garantizada en la segunda vuelta del viernes. La situaci¨®n es de mucho m¨¢s riesgo para su principal antagonista, el presidente del PP, Mariano Rajoy, cuyo liderazgo quieren discutir los equipos que se consideran preteridos en la nueva etapa que ahora se abre. Conforme dictan los acompa?amientos medi¨¢ticos, exigen que la derrota, con m¨¢s votos, con m¨¢s porcentaje, con m¨¢s diputados, pero derrota, sea cargada sobre los hombros de Rajoy para pasarle la cuenta en el Congreso Nacional, convocado en Valencia del 20 al 22 de junio pr¨®ximo. De modo que hoy, adem¨¢s de a la investidura de Zapatero como presidente del Gobierno, asistiremos al intento de Rajoy de quedar investido como l¨ªder de la oposici¨®n. La asistencia sonora de su grupo dar¨¢ una primera pista. Atentos a la claque.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.