Par¨ªs apag¨® la antorcha

La llama ol¨ªmpica sol¨ªa representar la armon¨ªa entre los pa¨ªses. Ayer, por dos veces, las autoridades la apagaron a su paso por Par¨ªs para salvar la antorcha de posibles agresiones por manifestantes contra la represi¨®n china en el T¨ªbet. La v¨ªspera hab¨ªa sido objeto de violentos altercados en Londres, con 37 detenidos. Es un aviso serio a Pek¨ªn: si quiere normalidad en sus Juegos Ol¨ªmpicos este verano, debe abrir la mano en el T¨ªbet.

Dados los miles de personas que se han movilizado al paso de la llama en Londres y Par¨ªs -y cabe esperar que en muchas otras ciudades en su largo recorrido-, huelgan las acusaciones oficiosas de Pek¨ªn de que estas protestas son obra de "unos pocos separatistas tibetanos". Pero la causa de ¨¦stos s¨ª se ha globalizado y ha encontrado en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, y antes de ¨¦stos en el viaje de la llama, un reh¨¦n de las protestas. Esto no ha hecho m¨¢s que empezar, y que los polic¨ªas franceses tuvieran que rescatar y apagar la llama ayer por dos veces en Par¨ªs es un s¨ªntoma de que las protestas van a aumentar, acrecentando la presi¨®n sobre los Gobiernos.

Las preocupaciones expresadas por el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, Jacques Rogge, est¨¢n m¨¢s que fundadas, y su llamamiento al r¨¦gimen chino para que resuelva pac¨ªficamente la cuesti¨®n del T¨ªbet no debe caer en saco roto. Los Juegos, m¨¢s que un espejo en el que brille la nueva China, deben ser tambi¨¦n una ocasi¨®n para que ¨¦sta se tome en serio una mayor apertura en materia de libertades. Desgraciadamente, la condena del disidente Hu Jian no va en esa direcci¨®n, sino en la opuesta.

Los boicoteos no son una novedad en la historia de los Juegos. Es m¨¢s, hasta Barcelona 1992, casi todos los anteriores desde los de Roma de 1960, fueron objeto de alg¨²n tipo de acci¨®n negativa por unos u otros. Dirigentes como Nicolas Sarkozy han condicionado su presencia en Pek¨ªn a que el r¨¦gimen comunista abra un di¨¢logo con los tibetanos. De momento, el que m¨¢s podr¨ªa influir, Estados Unidos, se muestra callado sobre un posible boicoteo, entre otras razones porque su dependencia financiera de Pek¨ªn ha aumentado sobremanera en los ¨²ltimos a?os, y lo que hoy predominan son las consideraciones econ¨®micas. Pero la situaci¨®n en el T¨ªbet y el paso de la antorcha est¨¢ generando un efecto bola de nieve que puede conducir a una situaci¨®n incontrolada.