Otra francesa con una grave afecci¨®n pide ayuda para morir
El caso de Clara Blanc, con una afecci¨®n degenerativa, a?ade presi¨®n a Sarkozy
Clara Blanc, una mujer de 31 a?os que vive en los alrededores de la ciudad francesa de Montpellier, junto al Mediterr¨¢neo, ha escrito al presidente Nicolas Sarkozy y a la ministra de Sanidad, Roselyne Bachelot, para pedirles que impulsen un refer¨¦ndum sobre "el suicidio asistido o el derecho a la eutanasia activa". Blanc sufre del s¨ªndrome de Ehlers-Danlos, una afecci¨®n degenerativa hereditaria que lleva a la disminuci¨®n de los tejidos que sostienen la piel por falta de col¨¢geno.
El s¨ªndrome puede causar hematomas, incapacidad para moverse y hemorragias m¨²ltiples. "Yo no soy ninguna suicida" y espero "morir lo m¨¢s tarde posible", dice Clara Blanc. Pero "llega un momento en que la vida ya no es sino una agon¨ªa irreversible". Prefiere morir a verse convertida en un "vegetal", a estar condenada "a la silla de ruedas, totalmente dependiente en medio de un dolor intenso y generalizado".
La petici¨®n de Clara Blanc llega en un momento en el que la sociedad francesa est¨¢ a¨²n conmocionada por la muerte de Chantal S¨¦bire. Y, de hecho, menciona en su mensaje el caso de esta mujer que hace pocas semanas reclamaba desesperadamente la muerte para escapar de una enfermedad irreversible, un tumor que le deform¨® la cara y le causaba fuertes dolores. Todo lo que llegaron a ofrecerle fue inducirle el coma y esperar a que le sobreviniera la muerte. Pero la soluci¨®n no le gust¨®. El 19 de marzo fue hallada muerta en su domicilio, cercano a la localidad de Dijon. Horas despu¨¦s se supo que hab¨ªa fallecido por una ingesta masiva de medicamentos, un suicidio asistido o eutanasia activa del que a¨²n se desconocen las circunstancias y, por tanto, el grado de implicaci¨®n de sus allegados.
El caso de Clara Blanc tiene otros elementos a considerar. Ella no esconde estar relacionada con la asociaci¨®n suiza Dignitas, que facilita el suicidio de algunas personas que se lo reclaman. "Pero los gastos se aproximan a los 6.000 euros y no los tengo", se lamenta.
El mensaje de Blanc pone de nuevo contra las cuerdas al Gobierno franc¨¦s, que acord¨® revisar su ley de la eutanasia en medio de la pol¨¦mica generada por el caso Chantal. Y reaviva de nuevo el debate. Reacciones de comprensi¨®n y apoyo, pero tambi¨¦n cr¨ªticas. Otras personas enfermas o familiares afectados por ese s¨ªndrome de Ehlers-Danlos han manifestado su sorpresa ante la demanda de Blanc. "Las consecuencias de la enfermedad son cada vez mejor tratadas, los centros de reeducaci¨®n ayudan mejor a los enfermos y los centros de dolor saben c¨®mo disminuirlo", aseguran.
El problema ¨¦tico-filos¨®fico que plantean esos enfermos a los m¨¦dicos est¨¢ mal resuelto por la legislaci¨®n francesa, que admite la eutanasia pasiva -deja que la vida se apague por s¨ª sola utilizando para aliviar los dolores, los productos que sean necesarios-, pero que equipara la llamada eutanasia activa a la "incitaci¨®n al suicidio", o "ayuda al suicidio", dos delitos penados con c¨¢rcel.
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